Eterno Retorno

Wednesday, January 03, 2018

La sinfonía de los últimos alientos

La luna invernal se esconde bajo este cielo aborregado. Es el cielo ideal para cualquier relato de transformación licantrópica. Un cielo de aquelarre y vuelo de brujas, aunque nuestras tijuanenses pesadillas sean mucho más terrenales y nuestros monstruos vivan entre nosotros. ¿Un cielo de relato gótico? No, en realidad es el cielo noir que mirarán por última vez los que van a morir esta noche. Si nuestro fatal promedio se mantiene, aproximadamente cinco personas que en este momento respiran, piensan, beben, cogen, temen o alucinan van a estar muertas en las próximas horas. En 2017 asesinaron en Tijuana a 1746 personas. En el primer día del 2018 asesinaron a seis. En dos días y medio ya suman veinte. Comienza el desfile de los muertos sin nombre y sin historia. Los muertos condenados a no ser tema. Los muertos de mañana quienes hoy ya son el olvido que serán. Los infiernos individuales que en silencio arden bajo este manto oscuro; los destinos entrecruzados en callejones que desembocan en ninguna parte. Entre la niebla de enero se diluirá el humo de las armas y el destello de las torretas iluminará charcos rojos en el pavimento. Los nombres en clave escupidos por la radiofrecuencia quebrarán el silencio y a la vuelta de la esquina en tinieblas irrumpirá el narcocorrido alterado entre estertores, mentadas de madre y últimos alientos. La sinfonía de los últimos alientos; la canción de nuestras calles. Es el ruido, es la furia.