Eterno Retorno

Thursday, July 16, 2015

Hay quien considera que un segundo lugar no se festeja. Frecuente es la imagen del subcampeón que se quita la medalla antes de bajar del podio. No es mi caso este día. Perdónenme, pero yo hoy me siento muy contento con la plata y la sonrisa no me la quita nadie. Mi jovencísima colega Aura Xilonen Arroyo es la ganadora del Premio Mauricio Achar/Literatura Random House con su novela “Historia de un campeón latino en Estados Unidos”. Sin embargo, el jurado integrado por Julián Herbert, Cristina Rivera Garza, Emiliano Monge, Jorge Lebedev y Andrés Ramírez, ha decidido darle el segundo lugar a mi novela “Vientos de Santa Ana”, finalista entre 392 trabajos de todo el país. Siempre he dicho que el mayor premio es poder hacer llegar tu libro a un lector y aunque en este caso también hay un estímulo económico para el segundo lugar, el trofeo para mí es la posibilidad de cumplir el sueño de publicar con un grupo editorial al que admiro tanto como Random House del que he sido lector por años. También poder llegar a la final de este premio que honra el legado de uno de los mayores impulsores de la lectura en este país como fue Mauricio Achar, el creador de ese jardín de las delicias llamado Gandhi. Caray, no cualquier lunes 13 caminas por Rosarito cuando recibes una llamada de Andrés Ramírez, director del Random House para decirte que quedaste finalista. Me encanta que sea una joven revelación de la literatura quien haya sorprendido a todos. Felicidades Aura Xilonen. A tu edad José Agustín escribió “La tumba’ y 51 años después miles de jóvenes se siguen sorprendiendo al descubrirlo. Por lo que a mí respecta, será mi estreno en novela. Yo había ganado tres veces con cuento y dos con ensayo, pero es la primera vez que me la juego como novelista y usando la técnica de Martín, parece que me salió el dibujo. Vientos de Santa Ana, por cierto, es una historia radicalmente bajacaliforniana y reporteril. Ya la leerán. Por ahora lo único seguro es que mañana despertaré, prepararé un café más negro que mi alma y me pondré a escribir y pasado mañana haré un café todavía más oscuro y seguiré escribiendo y así, un día tras otro, porque no hay para mí otro camino de vida y mientras tenga el apoyo de Iker y Carol, este tren no piensa parar. Tiene usted razón Mauricio: Cuando crees en la literatura todo es posible.