La Unión Europea entró en recesión y la moneda común que crearía la zona económica más fuerte del planeta, amenaza ahora con romperse. Griegos, chipriotas y españoles se han transformado en parias castigados con niveles record de desempleo, mientras que los serbios, o al menos la mayoría de ellos, no han dejado de ser pobres y austeros, aunque desde la mansión de Ceca la pobreza es tan solo una referencia cultural. Acabas de cumplir 43 años de edad y estás por sumar dos décadas completas viviendo como siervo en la residencia de los Raznatovic. Tu hoja de vida no ha tenido cambio alguno en lo que va del milenio: Pedrag Jerkovic, aficionado del Estrella Roja, ex combatiente de la Guardia Voluntaria Serbia, temible violador, veterano herido en la guerra, hombre de confianza de Arkan, jefe de escoltas de Sveltana Raznatovic, siervo fiel, soltero empedernido, entrando a la mitad del camino de la vida sin otro futuro que el de la eterna servidumbre en casa de su patrona. Ceca continúa con su vida de gran señora y sus actuaciones en vivo siguen siendo exitosas, aunque cada vez parecen más rituales de nostalgia por un tiempo moribundo. En su página de Facebook aparece vestida como bailarina de ballet. Aunque de vez en cuando sientes nostalgia por la guerra, has entrado en una zona de confort amodorrado en donde tus deseos van perdiendo intensidad. Los partidos de Estrella Roja se tornan predecibles y aburridos y basta poquísima cerveza para entregar tu estómago a las garras de la gastritis. Al iniciar la primavera del 2013 las selecciones de Serbia y Croacia se enfrentaron en Zagreb dentro de la eliminatoria rumbo al Mundial de Brasil. La UEFA lo declaró partido de altísimo riesgo. Con moderado interés seguiste el partido por la tele, solo en tu habitación, sin siquiera una cerveza de por medio. Al iniciar el segundo tiempo te habías quedado profundamente dormido. Croacia lo ganó por 2-0. La policía tuvo una jornada pacífica y terminó sin reportar incidente alguno.