Eterno Retorno

Wednesday, January 02, 2013

PURE FUCKING SANTITO DE ESPALDAS

Como no te gusta hacerte demasiadas preguntas sobre la vida, lo más cómodo para ti ha sido creer en Dios y declararte católico militante. Bueno, tal vez lo de militante es exagerado, pero la verdad es que es raro el domingo en que no vayamos a misa. La iglesia es un buen punto para el publirelacionismo. Vamos, comulgamos y después nos vamos a cenar con algunos amigos que irremediablemente encontramos al salir del templo. No me lo has dicho, pero estoy segura que las únicas cosas que le pides a Dios, es que gane Santos Laguna, que por fin quede yo embarazada de Peponcito y que los carros usados se sigan vendiendo como pan caliente. Eres un buen católico que sabe muy bien que a Dios no le molestan sus deslices con chicas traviesas de la mala vida. También sabes que Dios justificaría plenamente el que buscaras tener un hijo fuera del matrimonio si yo no soy capaz de dártelo. Eres un buen católico, pero como fuiste formado en la escuela de la antena parabólica a finales de los ochenta, tuviste acceso al porno hard core desde la más temprana pubertad.
Por primera vez sentiste el miedo y el miedo no es un sentimiento propio de tu personalidad. Vaya, el miedo implica tomar las cosas en serio y a ti no te gusta nada que no termine en un chiste, pero qué puede hacerse cuando los más de 30 mil asistentes al estadio se tiran al suelo y los jugadores en la cancha huyen despavoridos rumbo a los vestidores al escuchar ráfagas de metralleta. Claro, después hiciste bromas, dirías que tú ni te asustaste y que mientras todos estaban en el suelo aprovechaste para beber cerveza gratis, pero por más chistes que cuentes yo se que por primera vez el temor se ha instalado como compañero en tu vida cotidiana. Por lo pronto, ya puedes presumir que formas parte de la historia. Nunca en casi tres cuartos de siglo de futbol profesional en México se había suspendido un partido por disparos de armas de fuego. La guerra de Calderón ha llegado al futbol dijeron los diarios y el nuevo estadio de tu equipo, el lugar en la Tierra donde eres más feliz, salió en los noticieros de todo el mundo. Es un escándalo, en México la vulnerabilidad frente a la delincuencia organizada es tal, que ya siquiera es posible ver tranquilamente un partido de futbol y sentirse seguro en un estadio. Bromeaste, minimizaste, pero la verdad es que desde antes ese partido Santos Vs Morelia interrumpido por el traquetear de las ramas automáticas ya empezabas a sentirte intranquilo. Primero fueron amigos de amigos, lejanos conocidos satelitales que orbitaban en tu círculo social de estadio, bar e iglesia. Poco después le ocurrió a un colega lotero con quien solías contar chistes en las reuniones de la asociación. Primero desparecido, después un rescate de 500 mil dólares en efectivo, el dedo cortado que llegó a la puerta de la casa en una caja y más tarde el hallazgo de cadáver. Estaban pasando cosas y tú por supuesto pensabas que no, que eso no iba a pasarte, hasta que caíste en cuenta que ser simpático y despreocupado no va a salvarte, que eres un comerciante de autos usados que maneja respetables cantidades de dinero en efectivo y eso te convierte en un suculento bocado para cualquier secuestrador. Fue tu padre el primero en dar la voz de alarma. En su calidad de presidente de la división de comerciantes de autos usados afiliada a la Canaco, estaba en la obligación de denunciar todos los plagios de los que había sido víctima el gremio. Señor gobernador, señor procurador, hagan algo, esto está fuera de control y tú por lo pronto has dejado de ir a tables y centros nocturnos y tu club de Toby de los jueves se ha convertido en un inocente dominó casero con un six de cervezas. Te has vuelto precavido con tus rutas, desconfiado con tus interlocutores y oh sorpresa: por primera vez en tu vida has dejado de manejar autos ostentosos. Nada más fácil que sacar de tu lote un humilde carrito modelo 95 que te lleve y te traiga, aunque para ti traer un carro viejo es algo tan humillante como pasearte con una mujer fea o gorda, pero el miedo logra algunos prodigios. Algo iba a ocurrir en nuestras vidas; lo presentía.

Tuesday, January 01, 2013

¿Más elogio del viene-viene?

Los tiempos dejaron de sonreírte. La idílica bonanza de los 90 se desmoronó con las Torres Gemelas y la Guerra de Irak. Al final de la primera década del milenio quedaba por herencia el fantasma de la palabra recesión flotando en al aire, espectros de conceptos y sustantivos basados en inciertos puntos porcentuales de unas pantallas cuyo funcionamiento nunca entendiste, pero que en tu día a día se tradujeron en menos horas de trabajo y muchos menos dólares en tu cartera. Cuando estaba por iniciar la segunda década, parecía que nadie en todo California requería los servicios de un chalán de albañil, pues no había una sola construcción nueva en muchas millas a la redonda y las familias más bien parecían estar aferradas a salvar sus hipotecadas viviendas. Bordeando los límites de la pobreza alimentaria, empezaste a desarrollar toda clase de empleos, demasiado rudos para tus más de 40 años. Acabaste luxado una mañana de lluvia mientras cargabas bultos paquidérmicos en una mudanza donde te habías alquilado como cargador a cambio de lo que quisieran darte. Lesionado y sin dinero, hiciste lo imposible por hacer valer ante quien fuera posible tu incierta condición de padre de una incierta criatura estadounidense y hacerle ver al mundo que llevabas demasiados años viviendo en ese país como para no tener derecho a un servicio sanitario y una indemnización por lesión. Nada. Cuando finalmente una redada del Servicio de Inmigración te sorprendió en las cercanías del Consulado de México Oakland, pensaste que después de todo no era tan mala idea que una tremenda patada en el culo te arrojara directo y sin escalas hasta México. Solo hasta que el frío de una madrugada de febrero te sorprendió desamparado y tembloroso en una calle de Otay en Tijuana, entendiste que el resto de tu vida comenzaba esa noche y que nada prometedor había en tu futuro.

Párrafo mostrenco de Elogio del viene-viene (atrapado en la segunda persona narrativa)

Detrás de ti hay una historia y un nombre. Te llamas, digamos, José de Jesús y naciste a mediados o finales de la década de los sesenta en el municipio de San Pedro Lagunillas, Nayarit. Si hubieras nacido dos o tres décadas después, hubieras tenido elevados posibilidades de llamarte Jonatan, Brandon o Walter, pero naciste en una época donde el santoral católico aun imponía su ley en las familias mexicanas. Fuiste el cuarto hijo de una familia encuadrada dentro del rango que los estudiosos del desarrollo social clasifican como pobreza patrimonial y de capacidades, si bien hubo temporadas en las que tocaste las fronteras de la pobreza alimentaria. Naciste y creciste pobre en un entorno sin demasiadas oportunidades de desarrollo. De acuerdo, creciste junto a una bella laguna que en alguna época estuvo repleta de pescado blanco, suficiente para no morir de hambre y poder ofrecer algo a los pocos turistas. No fue el tuyo un entorno yermo, árido, estéril de donde fuera imposible exprimir gota. Con un poquito de imaginación e inversiones tal vez tu lugar en el mundo hubiera conocido algo parecido al desarrollo, pero lo cierto es que en tu hogar nunca hubo dinero freso y tampoco una tormenta de innovadoras ideas para sacar a la familia de la miseria. Lo rescatable de tu infancia, aquello que en tu subconsciente quedó almacenado como un recuerdo idílico, fue el haber crecido jugando la orilla de una laguna donde en días de calor era una delicia bañarse. Digamos que fue la única abundancia a la que tuviste derecho y en cualquier caso creo que se es un poco más feliz cuando se crece junto a una laguna campirana, que en un derruido Infonavit en las inmediaciones de una zona industrial. Claro, tu infancia tuvo sus puntos malos, que en realidad fueron bastantes más que los buenos.

Párrafo mostrenco de Santo de Espaldas (en esta historia la narradora es una mujer)

Algunas veces he deseado tener una conversación profunda contigo. Poder hablarte mirándonos a los ojos y preguntarnos de una vez por todas qué carajos queremos de la vida y cuál es el sentido de todo esto. Vaya, ponernos un poco filosóficos y buscar las causas últimas o los fundamentos primarios que justifiquen el que tú y yo llevemos justamente esta vida y no otra. Hacia dónde vamos, qué hay más allá en el horizonte de nuestras vidas, volveríamos a reencontrarnos si reencarnáramos, pero es inútil. Nunca, ni en nuestro noviazgo ni en nuestro matrimonio hemos tenido una charla que al menos aspire a un mínimo de profundidad. Bajo tu criterio, preguntarte por el sentido de la vida es una mariguanada. Los loquitos, los fumados, los jodidos y los perdedores son los que se pasan la vida preguntándose pachecadas y tu recomendación para ellos es que se pongan a jalar y a ganar dinero en lugar de hacerse bolas con tanta pendejada. La vida es bien facilita. Se trata de comprar barato y vender caro, de tener un buenos carros, de tener una mujer titular que sea guapa y varios segundos o terceros frentes que no desmerezcan, pasarla bien con los amigos y no hacerse demasiadas preguntas.

Monday, December 31, 2012

FINAL DE SANTO DE ESPALDAS

Esta historia ha tenido su punto final hace unos minutos. Comparto las 208 palabras finales. 208 de 12 mil 600. Falta mucho por editar y corregir
Santos acorta la distancia 1-2 cuando faltan menos de dos minutos para que acabe el juego. Miro los dedos largos de Galileo y de pronto pienso en cómo me cogería ese lejano amante que tendría en aquella improbable embajada. Cuando vuelvo a ver de reojo la tele veo a los jugadores de Santos abrazándose eufóricos. Han metido el 2-2 en tiempo de compensación y entonces imagino esa cosa tan parecida o acaso tan superior al orgasmo que estás viviendo en tu platea. Tu vida es feliz una vez más y pienso que la mía tiene esta noche elementos para ser considerada un desastre. Galileo sigue llorando, jurando que no sabe lo que puede haber pasado mientras yo le digo que un buen amante utiliza sus dedos y su lengua y sí, sin duda la mejor parte de Galileo son esos dedos largos que toman pinceles para inventar figuras imposibles y que hoy, por primera vez en su vida, deberán ser usados para satisfacer a una esposa adúltera que tal vez no sepa lo que quiere de la vida, pero que al menos esta noche no desea salir de este cuarto de motel sin haberse sumergido en esa pequeña muerte de tres segundos. DSB 31 de diciembre 2012- 22:51

Objetos del deseo literario 2013

Por Daniel Salinas Basave------ Para efectos aportar una dosis de neutralidad e imparcialidad en este recuento de novedades y libros que creo vale la pena leer en el año que comienza, dividiré este artículo en dos. Primero comenzaré hablando de lo que parece destinado a convertirse en los fenómenos librescos del 2013 y posteriormente elaboraré una personalísima lista de los libros que pienso vale la pena leer en los primeros meses del año. Empecemos por la generalidad y el gusto masivo. A nivel best seller, el 2012 como el año de las Sombras de Grey. Vaya, digamos que no todos los años surgen fenómenos editoriales que arrojen más de 50 millones de ejemplares vendidos, algo que en la época del Apocalipsis de Gutenberg no está nada mal. Aclaro que no es en absoluto el tipo de libro en el que invertiría dinero y tiempo, pero con el paso de los años he aprendido a respetar las lecturas de los demás y si la británica E.L. James ha tenido la habilidad para despertar las fantasías eróticas de millones de mujeres en todo el mundo, pues bien por ella y sus lectoras. Leer es ante todo un acto hedonista, el mayor estimulante de la imaginación y parece que las Sombras de Gray, con su lenguaje y personajes propias de novela de folletín a lo revista Cosmopolitan ha logrado transformarse en fenómeno. Comienzo este artículo hablando del gran best seller del 2012, porque las leyes del mercado editorial permiten ir haciendo u pronóstico de lo que sucederá en 2013. Cada cierto tiempo surge un libro superventas que pone a leer hasta a los más apáticos. Sucedió con el Código Da Vinci de Dan Brown en 2002, que puso al mundo enero a hablar de conspiraciones vaticanas, el Santo Grial, enigmas templarios y simbología pagana. A cada gran temblor editorial le suceden varias réplicas y tras la publicación del Código, surgieron, en los siguientes tres o cuatro años varios centenares de libros sobre temas casi idénticos. De pronto, los aparadores de las librerías se llenaron de griales, sábanas santas y objetos místicos Algo similar ocurrió en 2009 con ese atípico fenómeno póstumo llamado Stieg Larsson que puso de moda en el mundo a la novela negra nórdica. Tras la publicación de la trilogía de Millenium, surgieron para el mundo autores escandinavos como Camila Lackeberg, Asa Larsson, Mari Jungstedt y otros tantos. Mismas leyes aplicaron para los vampiritos adolescentes de Crepúsculo que se reprodujeron como gremlins. ¿A qué voy con esto? A que apuesto doble contra sencillo que en 2013 estaremos inundados de novelas femeninas de porno light. De entrada ya se anuncia la publicación del Kamasutra ilustrado de Gray, una guía de juegos sexuales basa en la novela de E. L. James por no hablar de varias decenas de intentos de copia que sin duda surgirán. En 2013 leeremos nueva novela de los premios Nobel Mario Vargas Llosa que sin duda dará de qué hablar y J.M. Coetzee, que ha titulado a su última entrega The Childwood of Jesus. Haruki Murakami, quien siempre da de qué hablar, tomará los aparadores con un nuevo libro de relatos. Habrá nueva novela de los premios Alfaguara Santiago Roncagliolo y Laura Restrepo, mientras que TusQuets publicará Las Poseídas, de Betina González, ganadora del premio de esta editorial. En temas de Historia de México, se espera la aparición de títulos sobre la Decena Trágica y el asesinato de Madero del que se cumplen cien años. También se cumple un siglo del documento Sentimientos de la Nación apadrinado por Morelos, el primer gran borrador constitucional de la nación embrionaria que éramos en 1813. Dado que en 2013 no hay elecciones federales y es apenas el primer año de la administración, no tendremos un bombardeo tan inclemente de libros políticos de oportunidad como lo tuvimos en 2012. Si se vale pedir un deseo, pediría que de una vez por todas pasen de moda los libritos sobre narco que infestan las mesas de las librerías de aeropuerto y se reproducen como langostas sin aportar nada creativo. Una lista personalísima de mis deseos librescos 2013 Esta es una lista de libros que se publicaron casi todos a finales de 2012 y que aun no he podido leer, pues varios de estos títulos todavía no llegan a México o acaban de llegar. Algunos de estos autores no los he leído nunca, pero me han bastado las cinco o seis primeras páginas de cortesía que las editoriales permiten leer en internet, para intuir que valen la pena. Puedo equivocarme, pero cuando la prosa me hace clic y el ritmo narrativo logra cautivarme desde los primeros párrafos, es difícil llevarme decepciones. Aquí va una pequeña lista de los objetos de mi deseo literario 2013 Nada se opone a la noche- Delphine De Vigan. Anagrama. Un libro crudo, íntimo, una verdadera desnudez del alma el de esta francesa que ha creado un híbrido autobiográfico hipertextual más que antojable. Alessandro Baricco. Mr Gwyn. Anagrama Un libro sobre el drama de dejar de escribir. ¿Es posible retirarse de la escritura? Que le pregunten a Philip Roth. Baricco suele ser garantía Método práctico de la guerrilla. Marcelo Ferroni. Alfaguara. Bastaron los primeros párrafos para darme cuenta que estoy ante una clase de híbrido de crónica periodística y ficción que me seduce. Toda una revelación este paulista del que no he leído nada hasta ahora. El tango de la guardia vieja. Arturo Pérez- Reverte. Alfaguara. Este tipo no es nuevo. Lo he leído mucho y no siempre ha dejado contento, pero creo que su última novela recién llegada a México estará entre lo mejor. Las diez hojas que he leído me engancharon sin remedio. Antigua Luz. John Banville. Alfaguara. Nunca he leído a este irlandés, pero la reseña de esta novela y el ritmo y la elegancia de la prosa en las páginas que alcancé a leer, m e permiten presagiar algo inolvidable. La fragilidad de los cuerpos. Sergio Olguín. TusQuets. Sin ser excepcional, este argentino ha logrado hacerme pasar buenos ratos con los dos anteriores libros suyos que he leído. La fragilidad de los cuerpos trae buena crítica. Habrá que ver. Federico en el balcón. Carlos Fuentes. Alfaguara. El libro casi póstumo de una leyenda. Lo que un día fue no será. Me resigné a que nunca volvería a haber una Región más transparente y en todo el Siglo XXI Fuentes nunca fue capaz de sorprenderme, pero habrá que rendirle homenaje leyendo su último libro, en gran medida, lo confieso, porque evoca a Nietzsche.