Eterno Retorno

Sunday, September 02, 2012

1991 (FRAGMENTOS)

Otra rola que intentan es Ratis de la banda argentina Defensa y Justicia, una suerte de primitivo proyecto alterno de los Ataque 77 en la época en que eran adolescentes. Pasarán muchos años antes de enterarte de que el nombre Defensa y Justicia es un homenaje a un equipo de futbol barrial de segunda división bonarense del que los Ataque 77 han sido hinchas confesos. La ventaja de Ratis, es que es una rola absolutamente desconocida en México y puede pasar como propia. Basta con sustituir ratis por chotas y todos contentos. Intentan un par de veces tocar La policía te reprime de Disolución Social, himno del punk-hard core regio, pero saben bien que será un sacrilegio tocarla en vivo, pues toda tocada punketa que se dé a respetar tiene a Disolución Social como banda estelar y su ejecución de la rola estará sujeta a odiosas comparaciones. En cambio nada impide que intenten ejecutar Policías corruptos de Masacre 68, la rola que desata el más furioso slam en las tocadas chilangas. De pronto Buenaventura Bakunin propone que la banda toque un popurrí de todas las rolas anti-policía que ha generado la subcultura punketa. La banda podría aparecer como un proyecto conceptual y denominarse Muerte a los Chotas o algo un poco más creativo. Vaya, es un hecho innegable que cada banda del mundo con pretensiones anarcas tiene su rola anti-policial. Odiar a la policía y componerle una rola furiosa es consigna irrenunciable. ¿Qué tal se escucharía interpretar en un solo concierto todos los escupitajos contra la fuerza pública que ha parido el hard core –punk en alrededor del planeta? Desde el célebre Porcos Sanguinarios de los brasileños Ratos de Porao al Puerco Policía de Atoxxxico. El odio al policía parece ser el primerísimo mandamiento en la liturgia hardcoreana. Vaya, solo un género musical así puede parir una banda cuyo nombre es Millions of Dead Cops. Pero la energía de tu contestaría y subversiva banda que aun carece de nombre no pude limitarse a hablar de los policías habiendo tantos actos de autoridad e injusticia que torturan a la humanidad.
Napalm Goyo sugiere o impone que como intro ejecuten la letanía de Multinational corporations, genocide of starving nations que abre como mantra el mítico álbum Scum de Napalm Death sin decir otra cosa ni intentar cambiar ritmos. Buenaventura Bakunin por supuesto, propone incluir una buena dosis de Crass pero el How does it feel, donde Steve Ignorant le echa en cara a doña Margaret Tatcher los mil muertos de las Malvinas en 1982, es muy complicado para ustedes. Ese tipo de discusiones fervientes suelen estallar caguamas de por medio cuando los instrumentos han sido desconectados. Dado que Buenaventura Bakunin se mantiene contra viento y marea en su posición de straight edge, bebe sus botellas de agua mientras los otros tres vacían una caguama tras otra. El Buen dice que si la banda no predica con la palabra practicando un radical veganismo y creando comunas anarquistas, quedarán como simples payasos patéticos berreando ante un atajo de imbéciles drogados que al terminar la tocada seguirán siendo tan esclavos y dependientes del sistema como lo eran antes, sin enfocar toda esa rabia hacia alguna transformación social. Pero resulta que tu banda es un parlamento caótico donde reina la pluralidad y en cuestión de intereses hay de dulce, chile y de manteca.
Mientras Buenaventura toma agua y masca lechugas, Pancho Rohypnol masca pastillas psicotrópicas como sweet tarts. Cuando deja de actuar y simular ataques epilépticos escupiendo espuma como perro rabioso, Rohypnol habla de los dos tópicos por los que la vida merece la pena ser vivida: el sexo y las drogas. Pancho se muere de ganas de probar la heroína, pero nunca en su vida la ha visto. Las jeringas forman parte del mito del punk europeo, pero en las calles regias sólo hay mota, chemo y pastillas, pues la cocaína, - esa neoliberal droga tan de moda en el salinismo- se mueve en círculos de estrellitas de telerisa, narcojudiciales y adinerados personajes que ni por casualidad se mezclan con la perrada punketa. Napalm Goyo, obsesionado por el grind, dice que la banda debe aspirar a tocar tan atascado como sea posible y le sugiere a Pancho que intente aullidos guturales de animal prehistórico, sin embargo Rohypnol parece más inclinado a parecer una suerte de hijo bastardo de Sid Vicious y David Bowie con actitudes de Keith Moon.