Eterno Retorno

Friday, November 11, 2011


Confieso que esta mañana amanecí pensando en escribir una especie de burla a las cábalas y supersticiones del 11-11-11 para mi editorial, pero los caprichos de la Aleatoriedad y la Muerte suelen ser sofisticados. Un viernes oscuro, con las Islas Coronado vestidas con su traje de nubes negras ¿El ruido de las cosas al caer? Cuando crees entender o dominar el destino como un caballo manso, llega la Muerte a ofrecerte de su botella de mezcal.
Por supuesto, como todo reportero bajacaliforniano, conocí muy bien a Blake y seguí de cerca su carrera, pero por obvias razones conviví más con Alfredo García, colega de oficio formado en Zeta, que por su labor como comunicador estaba en contacto permanente con la perrada.
Justamente en agosto pasamos algunos días en Bucareli entrevistando a esa constelación bajacaliforniana que ocupa el Palacio Cobián para el proyecto Tijuanizando México. En la entrevista que le hicimos al colega Alfredo García en la biblioteca de Bucareli, hizo especial énfasis en su relación con Mouriño y en la forma en que cambió para siempre su vida aquel 4 de noviembre de 2008. Juan Camilo y Alfredo nacieron con minutos de diferencia. Juan Camilo nació el 1 de agosto de 1971 minutos después de la madrugada y Alfredo el 31 de julio a las 23:30. Nacidos bajo un horóscopo trágico. Alfredo afirmaba que no entendía la injusticia del destino, capaz de interrumpir de esa manera una carrera en ascenso. Jamás intuiría estar marcado por la misma carta. La carta ha marcado que seguiría a su buen amigo como compañero de trágico destino, como escudero de otro secretario de Gobernación al que la ley de la gravedad jugó una mala pasada. Por lo pronto, preparémonos para la avalancha de hipótesis, teorías y verdades absolutas que se desencadena a partir de este momento.
DSB