Eterno Retorno

Monday, November 29, 2010


Iker cumplirá un año en nueve días. La vida tiene prisa y corre veloz, mucho más rápido que mi capacidad de asimilarla. De pronto, ya no somos padres de un bebito de meses, sino de un niño de un año. A veces desearía que el tiempo corriera a paso de tortuga, que me diera un respiro, que no fuera en cámara rápida. ¿Cómo asimila el mundo un pequeño de un año? Lo único que se, es que a ese mundo que lo rodea se lo quiere comer explorando cada mínimo rincón, con especial predilección por aquellos rincones que representan un peligro.