Eterno Retorno

Friday, August 15, 2008

The End. Una película llena de diálogos solemnes y declaraciones de amor, pero carente de acciones concretas se acabó de rodar en Hollywood. El documento final que arrojó la 26 Conferencia de Gobernadores Fronterizos es tal como las fachadas de las distintas locaciones de los Estudios Universales. En la forma pueden parecer imponentes pero al palparlas se descubre que están hechas de tablaroca y que atrás de eso no hay nada. El papel firmado por los diez gobernadores fronterizos es sólo una declaración de buena voluntad, sin ninguna validez legal, sin ningún compromiso obligatorio. Eso sí, la conferencia de Hollywood pasará a la historia por el glamour y la extrema frivolidad que la rodeó. Ante la falta de fondo, el anfitrión Arnold Schwarzenegger derrochó en la forma y sin duda muchos de los invitados no olvidarán nunca estos tres días en que los hicieron creerse estrellas de la pantalla.

Thursday, August 14, 2008

Si fuera un cinéfilo o un vil imbecil, sería victima de multiorgasmos por estar en donde estoy en este momento. Escribo desde los Estudios Universales de Hollywood, a donde he llegado desde ayer a cubrir la Conferencia de Gobernadores Fronterizos. Pero resulta que soy un tipo raro que ve, cuando mucho, una película cada dos años, para el que los nombres de actores famosos no significan nada.
He conocido varios cientos de pendejos que alucinan con la posibilidad de venir a Hollywood. A mi me vale madre el cine, sus actores, su alfombra y su infinita pendejez. Pero a cualquier cobertura foránea, hasta en el ultimo rincón del desierto, siempre me apuntaré con gusto. Es mi vocación.
El antiyanquismo es un sentimiento demasiado ordinario, carente de la más minima originalidad. Yo no soy antiyanqui, pero cada vez me queda más claro que California no es lo mío. Algo me sucede cuando estoy aquí, un sentimiento parecido a cierto aburrimiento melancólico, algo que no me sucedió jamás en los seis meses que pasé en Massachussets o el mes que me aventé en Nueva York. La Costa Este y el Norte se cuecen aparte. California es mi vecina desde hace casi diez años, a donde cruzo mínimo dos veces por mes y sin embargo no es lo mío. California es una morra guapa pero frigida, aburrida, sosa como un producto light, deslactosado, como un café sin cafeína, como una cerveza sin alcohol.

Never Trust in Hollywood

Las locaciones están montadas, los actores maquillados y la cámara lista para rodar.
Luces, cámara, acción

Toma uno: Arranca la 26 Conferencia de Gobernadores Fronterizos en Hollywood California.
Montada cual si fuera el set de una típica película taquillera, la reunión anual de mandatarios de los diez estados fronterizos denominada este año “Construcción de Economías Limpias” arrancó en los Estudios Universales, en el corazón de la Meca mundial del cine.

Verde es el color de toda la iconografía diseñada para el evento en donde la ecología y la conservación del medio ambiente son los temas dominantes.

En contraparte, los temas duros como cruces fronterizos y narcotráfico brillan por su ausencia en la agenda oficial de conferencias.

Los diez mandatarios estatales fronterizos se sentirán este día como los actores en los premios Oscar, pues desfilarán en pasarela para llegar a la cena de gala programada para esta noche.
Justo cuando la Patrulla Fronteriza acaba de balear a un presunto traficante de indocumentados y a unos días de que unos oficiales estadounidenses fueran detenidos en la garita cuando intentaban pasar armas a México, los temas “incómodos” fueron dejados de lado

California enfrenta la peor crisis de su historia y la situación de la entidad parece resumir el clima recesivo que enfrentan los Estados Unidos. Se los juro, la crisis se respire en el aire. Los grandes problemas de la frontera están lejos de solucionarse, los cruces en las garitas son cada vez más lentos, miles de migrantes entran sin papeles y miles son deportados cada día por la puerta trasera mientras el famoso acuerdo en la materia sigue siendo un buen deseo. La contaminación en la frontera es cada vez más alarmante, drogas cruzan hacia el Norte y armas hacia el Sur cada día, pero en la Meca del cine la frivolidad es lo ultimo que se pierde. Si la pasada Conferencia en Puerto Peñasco pasará a la historia como la del derroche cortesía del sonorense Eduardo Bours, la de Hollywood quiere trascender como la del Glamour. A falta de grandes acuerdos y acciones concretas en los grandes temas fronterizos, lo que el gobernador Arnold Schwarzeneger ofrece a sus colegas, es hacerlos sentir por un par de noches como él se ha sentido muchas veces antes de que le diera por la política. Como toda una estrella de Holywood. Mucho show hollywoodense y mucha frivolidad es lo que empieza a carcterizar a la Conferencia. Los mandatarios estatales desfilando como estrellas sobre una alfombra, que sera verde y no roja, una cena de gala con actores, una bienvenida en un estudio estilo Siglo XVIII con escenario a los Piratas del Caribe y diez cínicos gobernadores vestidos de terminators.

Tuesday, August 12, 2008

No se escribe sobre algo. Sencillamente, se escribe. La literatura es testigo de si misma. Todo puede ser objeto de la escritura, porque todo puede ser objeto de la imaginación, pero sólo cuando es fiel a si misma, la literatura logra comunicar. Es decir, une su propia imaginación a la del lector. A veces eso toma mucho tiempo, a veces es inmediato Un libro perfecto sería ilegible, sólo lo entendería, si acaso, Dios. La imperfección es la herida por donde sangra un libro y se hace humanamente legible. CB


En ocasiones, una espontánea oración pronunciada por un niño o un hombre sencillo en torno a una situación, puede generar, de manera involuntaria, una imagen poética. La literatura nace de la necesidad y la capacidad de contar. No cualquiera sabe platicar bien una historia. Por la naturaleza de mi oficio, a menudo debo pedirle a la gente que me cuente el desarrollo de ciertos hechos o acciones y lo cierto es que muy pocas personas saben narrar con coherencia y linealidad. Aunque les pida que me platiquen como fue el choque que vieron en la mañana o cómo y porqué mataron a un familiar, la gente batalla horrores para saber contar una historia por sencilla que sea. Encontrar el lenguaje y el ritmo adecuado para platicar algo de la mejor forma posible, es, según yo, un don o una cualidad que viene de nacimiento. Hay gente que no sabe escribir y sin embargo, sabe contar muy bien una historia. Mucho mejor que aquellos que se dicen literatos. DSB


De torres y falos

Toda torre es un desafío a lo divino. El hombre, otrora cuadrúpedo y luego androide jorobado, se yergue con la columna recta, su periférico campo visual es capaz de abarcar los cuatro puntos cardinales y sus ojos miran a los cielos. El hombre sumiso baja la vista y clava sus ojos en la tierra. El soberbio mira al cielo y quiere alcanzarlo. Entonces empieza a construir esa estructura material capaz de alejarlo del humillante e infernal suelo y elevarlo hasta las divinas alturas celestiales. La torre es el rostro de las grandes urbes, su vanidosa carta de presentación. Hagamos un ejercicio. Pensemos en París, ¿Qué imagen inmediata nos llega a la cabeza? Sí, es hermoso el Barrio Latino y los Jardines de Luxemburgo, pero queramos o no, la mente está condicionada a pensar en la Torre Eiffel. Ya no digamos Pisa. Esa pequeña ciudad italiana amamanta de su torre. La Latino del DF, la CN Tower de Toronto, la Sears en Chicago, nuestro horrible faro del Comercio en Monterrey, vaya, para no ir más lejos: ¿Cuál es la imagen de nuestro Apocalipsis Now Total? Un par de torres que caen. Los terroristas árabes supieron bien que el derrumbe de un símbolo tiene un efecto devastador en el ánimo de una cultura. La misma cantidad de muertos o incluso un baño de sangre aún mayor, no hubiera tenido el mismo efecto de no haber existido el derrumbe de las torres. La siempre represora Biblia no se olvidó de consignar la ambición que llevó a los hombres a construir la Torre de Babel y la ira que ello generó en la suprema deidad. El celoso Jehová sembró la confusión y puso a todos los albañiles a hablar idiomas distintos para impedir la construcción de la Torre de Babel. Pero el cruel dios de los judíos jamás imaginó que las torres, esos fálicos desafíos a la altura del creador, congregarían eternos babeles a sus píes. Pensemos en la Torre Eiffel. ¿Cuántos idiomas podemos escuchar entre el atiborre de turistas que toman fotos a sus píes? ¿En cuántas lenguas se describe la belleza de la Ciudad de la Luz una vez que se ha ascendido a su punto más alto? Millones de personas viajan cada año a París y tienen a bien tomarse una foto frente a esa Torre. Ahí los puedes ver todos y cada uno de los días del año. Cientos de japonesitos con sus ultramodernas cámaras del Siglo 24. Yo mismo sucumbí a la tentación de tomarme esa foto tan odiosamente ordinaria. Ahí voy con mi carota de turista embobado a retratarme sonriente frente a ese machacado símbolo. Ordinario como soy, aquí en mi escritorio tengo un par de fotos comunes. Una en París y otra en Pisa. Los seres humanos somos ordinarios. Sucumbimos con facilidad al magnetismo de un edificio. Alguien me dijo una vez que la Torre Eiffel es un enorme pene que todos deseamos felar. Y ya entrando en el terreno de las freudianas interpretaciones, yo prefiero contestar, blasfemo y apóstata como siempre, que las torres son los falos con los que los humanos buscamos sodomizar al cielo. DSB

Monday, August 11, 2008

Los Fernández

Los Fernández se encargaron de trastornar Tijuana. Primero el joto y luego su papá. El 31 de julio Jorge Ramos celebró su liturgia del poder. Sentado en los cuernos de la luna, con su operación política afinada a niveles inquietantes y su egocentrismo e insaciable ambición personal a flor de piel, nuestro alcalde se regaló y le regaló a Tijuana un concierto en la canalización del río. Me gusta la música mexicana, en mi iPod hay una buena selección de corridos y rancheras, pero carajo, música cantada con huevos y tequila en la garganta. José Alfredo Jiménez, Antonio Aguilar, Charro Avitia. Cantores de verdad. ¿alejandro fernández? Ja, ja, ja. Un putito vestido de charro, un tipo que canta rolas tan asquerosamente poperas como las del hijo bastardo de Verónica Castro, una mezcla de las peores cursilerías de televisa con afanes charrescos. ¿Charro metrosexual? Charro puto. Un metrosexual no es más que un maricón vil. ¿Tomará tequila ese jotete? Se me hace que toma martinis Cosmopolitan mientras canta su pestilente pop para conquistar secretarias cursilonas.
Pues bien, no conformes con el concierto del jotito, la noche del viernes Carolina y yo nos dirigíamos a casa, pero desde antes de la glorieta del Soler la avenida estaba atascada. A los pochos y a los gringos de cada viernes, debíamos sumar las decenas de miles que iban a ver a Vicente Fernández a la Monumental de Playas. A Vicente, a diferencia de su joto hijo, sí lo respeto. Vaya, no es santo de mi devoción y me parece infinitamente inferior a José Alfredo Jiménez, pero al menos es un charro de verdad, le creo que es ranchero y macho, no como su hijo. En fin, con el camino a Playas atascado, optamos por ir al Centro a cenar al Pasta Bela. A las 22:30 la carretera a Playas seguía saturada, pero a niveles tolerables y desafiando los fanáticos de Chente logramos llegar a casa.
Nomás con que ahora no me salgan que tiene un nieto que es trasvesti y va a tocar en Rosarito.

A propósito del concierto, recupero un viejo texto al que titulé Liturgias del poder, que en ese momento dediqué a Hank Rhon, pero que ahora es perfectamente aplicable a Ramos. Ahí va un fragmento.

Liturgias del poder

La frivolidad es un sistema político concreto, resultado de una estrategia claramente definida que arroja resultados. El poder es después de todo una ficción que para aparentar una existencia real requiere necesariamente del histrionismo. El gobernante debe ante todo ser buen actor, por momentos cómico, a veces dramático, en todo momento heroico, magnánimo, providencial. Un gobernante requiere su escenario y su público para gobernar. Los pantanos ontológicos del pueblo mexicano requieren deleitarse cada cierto tiempo ante las carpas de la política y regodearse ante las pastorelas institucionales en donde angelitos culones y pérfidos demonios de tridente oxidado se juegan su destino. Estamos demasiado urgidos de venderle nuestra fe a un actor de pastorela, de la misma forma que nos jugamos el futuro en los tachones de un delantero pata chueca que falla frente al marco abierto.No hay régimen totalitario sin liturgia. A mayor aspiración absolutista, más debe invertir el gobernante en la ceremonia de su perpetua coronación. ¿Habría existido el nazismo sin sus multitudinarios desfiles? ¿Se podría hablar de la grandeza del Imperio Romano sin arcos del triunfo? Hitler necesitó monumentales estandartes en donde una esvástica de 100 metros disimulara su condición de chaparro ridículo. Como un dios que para reinar obliga a santificar las fiestas cada séptimo día, el gobernante debe invertir en su liturgia para perpetuarse. El éxito en el gobierno no se mide en beneficios concretos hacia los gobernados. Eso es una ficción que en el mejor de los casos resulta un mal chiste, por no hablar de una patraña de humor negro. El éxito de un gobierno se determina en la medida en que el gobernante en cuestión supo representar al personaje que le tocó en el libreto. DSB




Cavalera

Es una desgracia no haber podido ir a Waken (Waken, por si no lo saben, es el festival más grande de Metal en el mundo, un festival de Rock con mayúsculas y no la pestilente mariconada alternativa del coachella) Cierto, no pude ver por séptima vez a Iron Maiden ni pude ver la reunión de At the Gates y de Carcass (nadie me cree por cierto que yo vi a Carcass en 1992). Pero bueno, los hermanitos Cavalera tuvieron a bien venir a tocar a San Diego y alegrarme el fin de semana. El domingo 3 de agosto Max e Igor se recetaron un concierto que salvo por dos o tres rolas del nuevo proyecto Cavalera Conspiracy, fue casi por entero un concierto de Sepultura. Carajo, al ver adolescentes nü metaleros head banguendo con Troops of Doom, no pude menos que pensar que muchos de los que ahí estaban eran bebés o no habían nacido la primera vez que yo vi a Sepultura, en la López Mateos de Tlalnepantla, el 7 de diciembre de 1991 en plena gira del Arise con Mákina como abridor. Aún recuerdo cuando la banda completa cayó de sorpresa a la tienda de discos donde yo trabajaba (Zorba Interlomas y a las fotos me remito) Pensar que compré mi Benath the Remains en 1990 en Lomas Verdes, que cientos de noches de mi adolescencia se consumieron con Innerself, Dead embryonic cells, Inquisition Simphony. Tal vez no al nivel de Maiden, pero Sepultura fue una banda que me marcó. Allá por 1991, 92 desbancaron a Slayer y Metallica en mis preferencias. Ahora en el House of Blues, en medio del glamoroso Gaslamp, con una New Castle en la mano, canté a grito pelado Territory, Refuse Resist, Benath the Remains, Arise. Con sorpresa me di cuenta que me se casi todas las letras, que no las he olvidado. El orgasmo fue cantar Orgasmatron. Esa rola valió todo el boleto, aunque la tocaran en versión abreviada. El cierre apresurado y sin encore con Roots. Una gran tocada, de las mejores del año, pese a que apenas duró una hora. Ahora caliento motores y gargantas para Motörhead el 3 de septiembre en House of Blues. Motörhead es una bestia sagrada, integrante de mi santísima trinidad metalera con Maiden y Sabbath, aunque si hay una figura del mundo del rock que respeto y admiro, por encima de Bruce Dickinson, Harris, Dio, ese es Mister Lemmy, Mister Rock and Roll It Self. Por si fuera poco mi amigo Octavio, blackmetalero de escuela noruega radical, tiene un pacto con los Infiernos que le han traído un regalazo para su cumpleaños el 5 de septiembre. Gorgoroth en Tijuana. De Satanás para él. Yo la verdad es que no soy un gran fanático de los ositos pandas noruegos y tal vez en otro contexto no haría un gran esfuerzo por verlos, pero bueno, habrá que festejar blasfemando el cumpleaños del buen Octa. Para excelente y virtuoso remate, el director de Bull Dog productions (la misma productora que trajo al grandísimo joto de alejandro fernández) me dijo que es casi un hecho la presencia de Yngwie Malmsteen en Tijuana el 11 de octubre. Afinen la lira.

Aponte Polito

La salida del general Sergio Aponte Polito representó el triunfo de la hipocresía sobre la brutal honestidad, la victoria del bla, bla, bla sobre la acción concreta y efectiva. El añejo abismo que separa a civiles de militares, que los ha hecho hablar idiomas distintos e inspirarse una mutua e insuperable desconfianza surgió de manera inevitable en Baja California. Osuna Millán quiso apostar por la milicia, pero no asumió las consecuencias. Sólo quiso tomarse la foto con los soldados, pero cuando vio que las cosas estaban cambiando se asustó. Hablar de frente y llamar a las cosas por su nombre siempre espanta a los mediocres. Cuando Aponte Polito alzaba la voz en las reuniones privadas y les echaba en cara los nombres de los policías y ministerios públicos corruptos, el gabinete se asustaba. Osuna Millán prefirió la seda de lo políticamente correcto a la rudeza de los resultados, apostó por continuar los elegantes discursos de la burocracia ministerial empeñada en no llamar a las cosas por su nombre, en no entrarle jamás al toro por los cuernos, en dejar pasar, nadar de muertito y seguir con el eterno “estamos trabajando, mantenemos una estrecha coordinación, no habrá impunidad”. Si hay un discurso que suena asquerosamente reciclado y patético es el de los funcionarios bajacalifornianos cuando hablan de inseguridad. Imagino el dolor de las familias que han perdido a un ser querido víctima del secuestro, el coraje y la impotencia al toparse con un discurso soso, ridículo, en el que no creen ni ellos mismos.

Baja California debió militarizarse absolutamente. Condiciones extremas demandan soluciones extremas. Las medias tintas no sirven en estos casos y la autoridad civil está absolutamente rebasada. Ha mostrado una y otra vez su impotencia. ¿Por qué habríamos de confiar en ellos? Soldaditos para la foto, para decir que trabajamos coordinados y darle aspirinas a la gente. Ni madre. Necesitamos soldados para la guerra, sin cuartel y sin piedad. ¿Se tocaron el corazón los sicarios que asesinaron niños la noche del 17 de enero? ¿Pensaron en los derechos humanos las ratas que rafaguearon desde la Cúpula sin importarles la cercanía de un kínder?
La Procuraduría de Justicia con su ridículo discurso reciclado, tan políticamente correcto, sin levantar jamás la voz, sin llamarle a las cosas por su nombre, absolutamente infiltrada, pudriéndose entre gusanos ministeriales mientras Rommel Moreño, tan civilón él, receta sus teorías de derecho romano. ¿Qué le vas a responder a las familias de los secuestrados Rommel? ¿Los consolarán tus teorías de Kelsen y Planiol? Daniel de la Rosa, incapaz de hablar sin leer, sin jamás mirar a la cara, exultando patetismo y mediocridad en cada una de sus palabras. Ese burócrata inseguro es nuestro secretario de Seguridad Pública.
Miren a sus colaboradores, mírense a un espejo y asuman que son el rostro de la herrumbre bajacaliforniana.

A mí me vale un carajo ser políticamente incorrecto y que me señalen por radical.
Los estorbosos defensores de los derechos humanos y la peste izquierdista suele sentir una fobia animal hacia los uniformes militares. A mí cada vez me agradan más. De hecho debo confesar que cada vez deseo más un gobierno militar en México. ¿Para qué queremos democracia? Es carísima, ineficiente y en nombre de la tolerancia y la equidad le da espacio de decenas de miles de zánganos parasitarios que viven de la ubre presupuestal. Yo, prefiero a los militares.


Común y los sinquehaceres del msg

Alguna vez sin duda habré hablado en este espacio de la revista Común, fundada por mi buen amigo Jopyrrako Montero en Monterrey, publicación en donde desde hace muchísimos años escribo una columna llamada Lucrecia mi reflexión (sí, el título es en homenaje a una rolita de los Sisters of Mercy)
Mal que bien, con todo y sus cambios, Común es la criatura evolucionada de un embrión del que me tocó ser fundador y que vimos nacer en enero de 1997 en la imprenta de El Financiero y que se llamó Bitácora, posteriormente Visum y ya después, con otro concepto (y conmigo a muchos kilómetros de distancia) Común.

A gritos y sombrerazos y con las consiguientes crisis económicas, el Jopy ha podido mantener a flote el barco a través de los años, lo que es un mérito tratándose de una revista independiente. Confieso que jamás me he involucrado en lo operativo ni mucho menos en lo económico y jamás he ganado (ni he pretendido ganar) un centavo partido por la mitad. Yo me limito a escribir la columna que es tan poco seria como este blog. Es un desahogo, un lado B y no pretende ser periodísticamente objetiva ni políticamente correcta. Sin embargo, la escritura de esa columna me ha acarreado una respuesta que por momentos llega a ser molesta: Varias decenas de mocosos, todos ellos regios, se han dado de alta en mi msg. El Común llega a un público mayoritariamente joven. En los últimos meses, unos quince o veinte regios se han metido a mi msg. No entiendo exactamente qué carajos quieren y qué interés pueden tener en hablar conmigo.

Yo no le cierro la puerta a nadie. Todo aquel que se quiere dar de alta en el msg le doy el sí. No soy ni mucho menos un fanático del msg. Suelo tenerlo abierto pues me es de lo más útil como herramienta de trabajo además de ser un vínculo de contacto con gente a la que quiero mucho. Por el msg puedo hablar a diario con mi mamá en Monterrey, con mis hermanos en Monterrey y Francia, con viejos amigos del DF y al menos una decena de personas que he conocido por ese medio y que se han revelado como interesantes conversadores. Tal vez sea el abismo generacional o el hecho de que ya no soy capaz de interactuar con los jóvenes, pero me cuesta tolerar a los adolescentes en el msg. Qué haces cuando alguien te sale con un “¿ke onda?”Olvidé rápido el concepto del happening teenager. Hablar pendejadas durante horas para no llegar jamás a nada concreto. Cuando fui adolescente no había msg, pero supongo que las conservaciones entre teenagers por este medio son tan o más imbéciles e insulsas como lo eran las llamadas telefónicas entre dos amigos de prepa. A un teenager le he acabé mentando la madre y bloqueándolo a la chingada. A otros simplemente los ignoro y no les contesto. Me dedico al periodismo lo que significa que soy capaz de entablar conversaciones con cualquiera. Toda persona, un taquero, un taxista, un bolero, un guardia, es susceptible de ser una valiosa fuente de información. Pero me doy cuenta que los jóvenes jamás dicen nada. Se aburren mortalmente y tratan de matar su aburrimiento por este medio, con su ke, sus signitos y su infinita estupidez.
¿Juventud divino tesoro? Juventud divino aburrimiento. Había olvidado la impresionante capacidad de un preparatoriano para perder el tiempo.