Eterno Retorno

Friday, July 04, 2008

Los norteamericanos festejaron el día de su independencia viniendo a cargar el diesel que subsidiamos los mexicanos con nuestros impuestos, mismo que agotaron en menos de cinco horas.
Para cientos de ciudadanos estadounidenses el 4 de julio no se vivió con luces artificiales y sombreros de copa pintados de barras y estrellas, sino en medio de interminables filas en torno a las gasolineras para poder cargar el poco diesel que quedaba.

El poco diesel que queda en las gasolineras de Tijuana lo disputan los transportistas con “uñas y dientes”.
En lugar de festejar el 4 de julio agitando sus banderas y tronando cohetes en la playa, cientos de estadounidenses aprovecharon su día festivo para surtir todo el diesel posible aprovechando la diferencia de precio.
Gracias que los impuestos de los ciudadanos mexicanos subsidian el diesel, el producto es 40% más económico en Baja California que en California, lo que muchos han aprovechado al máximo para hacer el negocio de sus vidas e irlo a vender a su tierra.

Acabó la Eurocopa, acabó la Libertadores y ahora hay un campo existencial en donde queda un campo de desolación. Cierto, no es todo y ni siquiera es lo más importante, pero dentro de los reinos del hedonismo, la posibilidad de disfrutar un buen partido de futbol hace más deliciosa la vida. Por fortuna todo el año es posible dar con un buen libro o escuchar un gran disco, pero no siempre se puede disfrutar de un gran juego. Vienen semanas sin futbol y después llegarán meses de futbol mediocre e intrascendente, el típico de arranque de liga. De pronto caí en la cuenta de que he visto demasiado futbol. He pasado demasiados años de mi existencia con la mirada fija en un balón que rueda por la hierba entre un mar de piernas.
Además de mi irracional enfermedad por los Tigres de la UANL, un equipo cuya directiva aborrezco y cuyos jugadores considero unos huevones y que pese a todo sigo apoyando, padezco una enfermedad por el juego en sí. Puedo entretenerme dos horas viendo un juego en una cancha de barrio o siguiendo por la tele un encuentro de dos equipos absolutamente desconocidos. Una y mil veces he postergado, cancelado y evadido compromisos y deberes universitarios, familiares y laborales con tal de no perderme un partido. He gastado dinerales en boletos de reventa, viajado cientos de kilómetros en un camión para ver un partido. Hemos estado a dos grados bajo cero en el estadio del Sparta Praga, soportando gases lacrimógenos (a las fotos me remito si alguien piensa que exagero) en el clásico de Avellaneda en la cancha de Independiente, bajo una tormenta invernal en Foxboro, enganchado siempre a este bendito vicio

Pero fuera de mi adicción patológica e incurable por el futbol, profeso una indiferencia casi absoluta por los otros deportes. El deporte gringo me genera un aburrimiento insoportable. El futbol americano puede llegar a entretenerme e incluso a veces veo las finales de conferencia y el super tazón, pero única y exclusivamente si no tengo ninguna otra cosa que hacer. El beisbol me parece el colmo de lo patético, desconozco hasta sus reglas más elementales y nunca en mi vida he visto un juego. El basquet me gustaba mucho jugarlo en la adolescencia, pero jamás me he sentado a ver un partido en la tele. Las Olimpiadas, por cierto, ni siquiera pienso verlas.



Jergas de habla hispana
www.jergasdehablahispana.org
Roxana Fitch

Por Daniel Salinas Basave
dsalinas@frontera.info

En los más de ocho años de existencia que tiene la columna Pasos de Gutenberg, esta es la primera vez y acaso sea la única, en que se reseña un diccionario. En este espacio se ha hablado sobre todo de novelas, cuentos, ensayos, periodismo narrativo y un poquito de poesía de vez en cuando, pero jamás se había incluido un diccionario. Claro, se podría decir que un diccionario es una herramienta, un libro utilitario, pero no una lectura de deleite y placer. Sin embargo, debo confesar que con “Jergas de habla hispana” he pasado momentos muy entretenidos comparando expresiones y descubriendo términos que van de lo impronunciable a lo cómico. Después de todo, a la hora de escuchar y tratar de entender la lengua del barrio de un país extranjero de habla hispana, el asunto puede resultar tan complicado como sucedería en un viaje a un país de una lengua distinta.
Antes de iniciar con la reseña de este diccionario, hagamos una prueba y analicemos estas oraciones.
Un hondureño diría: “Este guaro está macizo, me gusta grueso”, pero un español lo expresará de esta forma: “La priva está que te pasas, mola por un tubo”, mientras que un chileno lo dejaría en “El copete está chacal, me cae del uno”. El argentino lo pronunciará: “Este chupi la rompe, a mí me recopa” y un uruguayo se contentaría con decir: “Este escabio está de la planta, me cabe”. Lo increíble del asunto, es que estas cinco oraciones, pronunciadas todas en español, quieren decir exactamente lo mismo: “Este trago está bueno, me gusta”. Un gramático tradicional de la Real Academia de la Lengua dirá que el idioma de Cervantes es uno solo, pero queda claro que aún dentro del castellano, hay decenas de formas de expresar una misma idea. La jerga o el “slang”, la lengua viva de la calle, la que corre libre fuera de documentos oficiales y discursos formales, es en la cultura hispanoamericana tan rica como diversa y contrastante.
La autora de este diccionario, quien se tomó el trabajo de compilar esta obra monumental es la tijuanense Roxana Fitch. De hecho se puede afirmar que ``Jergas de Habla Hispana´´ es una obra concebida y creada en Tijuana para el mundo. Lo más interesante del caso, es que personal de la Real Academia Española se ha interesado en la obra de la tijuanense para usarla como base en la creación del Diccionario Académico de Americanismos cuya presentación se hará en el V Congreso Internacional de la Lengua Española a celebrarse en Valparaíso Chile en marzo del 2010.
El diccionario creado por Fitch, académica nacida en Tijuana quien actualmente reside en Bolonia Italia, incluye las variantes dialectales y coloquiales de todos los países de habla hispana.
El diccionario también se encuentra disponible para consulta en red a través del sitio web www.jergasdehablahispana.org. mismo que es actualizado cada mes con un promedio de cien nuevos términos.

Thursday, July 03, 2008

El Oráculo te lo ha dicho y sabes que no hay posibilidad alguna de revertir la profecía: te matarán dentro de seis días. El adagio, lo sabes bien, no se limita a una posibilidad o una advertencia. Es una sentencia y nada te queda por hacer sino esperar. Hagas lo que hagas no está en tus manos revertir la omnipotencia del destino. Ni siquiera queda para tí la opción de un suicidio soberbio que te permita adelantar el desenlace y burlar la puntualidad de lo inevitable, pues irremediablemente fallarás. No te resta sino aguardar. De tus seis días de espera puedes hacer lo que te plazca e incluso el día marcado puedes ir a donde gustes. Aunque corras despavorido por ocultas carreteras o aguardes en silencio acostado en tu cama, tu hora llegará. Pero aún dentro de la certeza de tu muerte, albergas algunas dudas pues hay caminos que están abiertos a los caprichos de la aleatoriedad. Sabes, sí, que serás asesinado, pero no sabes cómo. ¿Bala? ¿Cuchillo? ¿Asfixia? ¿Cortarán de un tajo tu yugular? ¿Aplastarán tu cabeza con un ladrillo? Tampoco sabes quién te dará muerte. Sólo sabes que alguien te matará. ¿Hombre o mujer? ¿Una o varias personas? ¿O será acaso un animal? Entonces, por mero ejercicio de ocio, te das a la tarea de adivinar: ¿Qué estará haciendo en este preciso momento el ser que te matará dentro de seis días? ¿En qué estará pensando ahora mismo?

Wednesday, July 02, 2008

La diplomacia del chingazo

En este mundo de adulta hipocresía, llega un momento en que extraño la honesta diplomacia de los chingazos. Cuando eres niño, adolescente o incluso joven, aquel a quien le cagas la madre te lo hace saber. Los odios, los rencores y las envidias no tienen demasiado tiempo para incubarse en cocinas conspiradoras y cuchicheos de pasillo. En el colegio, si dos personas se detestan o tienen alguna diferencia, dirimen el asunto a puño limpio y asunto arreglado. Pero ser adulto significa ser hipócrita, regalar saludos falsos o silencios incómodos en nombre de lo políticamente correcto. Los adultos suelen ser trepadores, rencorosos, atiborrados de envidias y malos deseos. Toda sociedad o congregación adulta es un vil juego de poder en donde los chingazos reales son muy mal vistos. Ello provoca una eterna incubación de mala leche que hierve sin poder jamás brotar.

En lo personal no odio a nadie. Mis furias van contra instituciones o sistemas, pero no contra personas. No hay alguien que sea digno ni capaz de recibir en su ser toda mi energía negativa. Sin embargo, sí puedo percibir en torno a mí la mala vibra, el rencor añejado, la conspiración rastrera, el puerco y eterno comadreo contra el ausente. ¿Qué otra cosa podía esperar? Me desempeño profesionalmente en un mundo politiquete donde lo que sobran son rémoras y trepadores. Periodismo político: sucio corral donde hierven bajas pasiones. Los burócratas están acostumbrados a la zancadilla y la puñalada trapera como único medio posible de supervivencia. Y sí, lo admito, yo no hago nada por resultar tan siquiera un poquito simpático o caer bien. Tal vez un poco más de empatía y sonrisa falsa me hubieran ayudado en la vida. Ser sencillito, darles por su lado y dedicar unos minutos al día a hablar de pendejadas. Pero no, simplemente no se me da. Lo se, soy lo que un argentino llamaría inbancable. ¿Tengo la culpa? No. Simplemente apreciaría muchísimo la honestidad si aquel que me detesta diera rienda suelta a su deseo de zorrajarme un chingazo, para poder pagarle con la misma moneda. Al final de cuentas, es el medio más fácil y honesto de dirimir controversias.

Tuesday, July 01, 2008

Segundo tiempo

Nadie lo recuerda ni lo festeja. No convocas a una fiesta ni amaneces crudo y tampoco haces estúpidos propósitos semestrales. De no ser por la entrada en vigor del 2% de impuesto a los depósitos bancarios y del hecho que a partir de hoy te pueden multar si no renovaste tu tarjeta de circulación, el inicio del segundo tiempo pasaría absolutamente desapercibido. En un abrir y cerrar de ojos, sin decir agua va, ya se fue la primera mitad del 2008. El año que he anticipado más catastrófico y apocalíptico de nuestras vidas no lo ha sido en su primera mitad, pero se que navego sobre abismos infernales y que en las sombras aguardan cuchillos afilados. En cualquier caso, hoy comienza el segundo tiempo. De aquí a la Navidad será un soplido. El año correrá como liebre loca y los seis meses que vienen pasarán más rápido que los seis que se fueron. Los días se harán cada vez más cortos y cuando aún no hayamos tenido suficiente Sol, estaremos en tinieblas a las cinco de la tarde.

Pues bien, hagamos un corte semestral de los asuntos que en mi pequeño universo harán recordable este primer semestre del 2008. Me refiero a hechos de mi entorno (Vaya, no esperen que hable sobre el triunfo de Obama, el News Divine o la reforma energética, pues para resumen noticioso está el periódico en el que trabajo) La verdad es que el 2008 no ha sido en esencia muy distinto de años anteriores, con la salvedad de que sólo escuchamos hablar de crisis, escasez alimentaria, predicciones de catástrofes y de más jinetes apocalípticos. En realidad ha sido un año sin muchos sobresaltos. ¿Será igual el segundo semestre? Algo me dice que no.
En fin, los primeros seis meses del 2008 serán recordables por esto:

- Volví a ver a mi padre después de 14 años
- Visitamos Jalisco y Michoacán
- Cumplimos nuestro primer semestre sin Morris y seguimos sin acostumbrarnos a su ausencia
- Volví a ver un dentista después de 24 años y me despedí para siempre de una muela del juicio
- Ví a Iron Maiden en Los Ángeles ejecutando casi íntegro el fantástico Live After Death
- Una gatita se arrimó a vivir a nuestro hogar (y parece ser que no piensa marcharse)
- Perdí mi visa en un concierto de Exodus y obtuve una nueva tres semanas después
- Nuestro periódico cambió de formato convencional a formato tabloide
- Vi cuatro goles de la Selección de Argentina a nivel de cancha atrás de la portería donde los clavaron
- Recibí como regalo de Carolina unas hermosas botas labradas de calaveras y un nuevo iPod
- Estuve pelado a rape hasta abril, pero desde hace un par de meses ya me he dejado crecer el pelo
- El mejor nuevo disco que he escuchado en 2008 es Nostradamus de Judas Priest seguido de Amanathes de Tiamat y Formation of Damnation de Testament.
- Los mejores libros que he leído en 2008 (no significa que hayan sido editados este año) Las travesuras de la niña mala de Vargas Llosa, Espejos de Eduardo Galeano, Fiebre en las Gradas de Nick Hornby y El ángel literario de Eduardo Halfon.
- Escribí en Común un artículo llamado “Ciudad Trasvesti” dedicado a Monterrey que me acarreó muchas cartas insultantes y una que otra felicitación.
- Escribí 26 portadas para Frontera (cifra miserable si tomamos en cuenta años anteriores)
- Vivimos dos balaceras históricas en la ciudad y un tiroteo afuera de la redacción
- Un carpintero nos robó 12 mil pesos
- Volvieron las notas de internet a ser parte de nuestro ingreso


Una vida sin demasiados sobresaltos. ¿Mis deseos para los seis meses que siguen?

- Libertad, salud, amor y sustento. Lo demás sale sobrando
- Conocer un nuevo país. Brasil, Portugal, Turquía o Croacia los más deseados
- Pasar más tiempo en la playa
- Acudir al Metal Masters Tour

Monday, June 30, 2008

80 GB

Para acabar de hacer feliz nuestro noveno aniversario de bodas, Carolina me ha sorprendido una vez más con un regalazo.
Resulta que la semana pasada cayó en mis manos Nostradamus el nuevo disco de Judas Priest, pero sucede que a mi iPod 30 GB apenas le queda espacio disponible. Fue preciso borrar unas cuantas rolas para hacerle un lugarcito al excelente material del Padre Judas (un discazo fuera de serie dicho sea de paso) Así he andado penando los últimos meses, administrando un único miserable GB. Pues bien, ese penar con un triste rinconcito de iPod disponible ya es historia, pues gracias a mi esposa ahora lo que me sobran son GB. Carol me ha dado un nuevo iPod, pero este tiene 80. Nunca he sido algo parecido a un “geek”, pero con el iPod pierdo por goleada. Me confieso adicto y dependiente absoluto de ese aparato. Desde hace un año y medio simplemente no hay un solo día que salga de mi casa sin él. Bueno, ahora ya tengo un par. Ahora la disyuntiva está entre cargar a diario con la pareja o alternarlos cada día. Mi idea es hacer del primer iPod un territorio exclusivo para el Metal y dejar el segundo con un poco más de variedad y alternativa, pero es solo un proyecto. Por lo pronto, me encamino hacia mi primera década de matrimonio con más de diez mil canciones retumbando en mi cabeza.

Lunes

La condición lunesoza del lunes es irrenunciable. El lunes (al igual que yo) no puede renunciar a ser él mismo. El viernes tampoco. Aunque con ligeras variantes en el matiz de su rostro con respecto al lunes, el viernes no puede ocultarse a sí mismo. En cambio los otros días de la semana son un poco más hábiles a la hora de disfrazarse, pues se visten de seda y puedes creer que han superado a la mona. El jueves bien puede vestirse de martes, pero el lunes, en cambio sólo puede vestirse de lunes y nada nos queda por hacer sino aceptarlo y vivirlo como si fuera el último lunes de nuestras vidas.


Nopal

Una baraja de lotería se ha colado como separador de este libro (El Ángel Literario. Eduardo Halfon. Anagrama) Es El Nopal. Lo encontré la mañana del jueves caminando por Paseo de los Héroes, tirado en la banqueta, bajo una parada de camión frente a la Prepa Lázaro Cárdenas. El Nopal es la segunda baraja que encuentro tirada en las calles de Tijuana. Hace un tiempo encontré un Rey de Copas y quise creer en él como un símbolo de algo parecido a la buena suerte. El Rey de Copas yace reposando en alguna página de mi edición rosa de Lolita de Nabokov (haciéndole compañía a mi foto con el ex presidente Zedillo) Abrir los libros de mi biblioteca significa sumergirse en una caja de sorpresas. Yo no respeto a mis libros. Los rayo, les anoto teléfonos y los atiborro de chucherías que utilizo como separadores: boletos, flyers y porquería diversa. Además de subrayarlos sin piedad, en sus páginas desparramo alucinaje, happening prófugo, barato mata tiempo.

Funcionarios de la Procu

El discurso oficial sobre la seguridad pública en Tijuana es una oda a lo patéticamente predecible. Hace nueve años escuché esta misma canción sin que un solo acorde variara. Hace cinco años también la escuché y la semana pasada sonó de nuevo y esta mañana una vez más. Salazar Pimentel, Martínez Luna, Rommel Moreño, Capella mismo, matando a la mafia de risa y tedio. Los funcionarios encargados de la seguridad no requieren chalecos antibalas ni rifles AK-47- El aburrimiento es su arma. Exultan aburrimiento, sudan aburrimiento y desparraman aburrimiento a su paso. Son el patetismo encarnado, una ráfaga de tedio capaz de abatir un ejército de sicarios. Los reporteros somos devotos actores en el teatro de las redundancias y en Tijuana hasta las balas redundan y los charcos de sangre son lugares comunes.


Intuición de una tarde de jueves

Entonces intuiste la llegada de ese futuro, lejano o cercano, en que recordarías esta tarde.

Soñaste con una calle que no existe y sin embargo conoces de memoria, pues las has recorrido tantas veces en amaneceres oscuros, en ocasos prófugos.
Una calle, una ciudad y desde entonces presagias los fantasmas que poblarán todo esto cuando seamos olvido, cuando seamos espectro, recuerdo moribundo, Polvo de Noche.

Ole campeón
La Furia (según mis colegas de El País)

Hay muchos caminos que conducen a la gloria, pero pocas veces se alcanza la cima con tantos méritos como lo hizo ayer el ganador de la Eurocopa. La púrpura fue para el equipo que mejor ha jugado, el más goleador, el más estilista, el que eliminó al campeón del mundo, el que acabó con la maldición de San Paulino y en la traca final soportó con firmeza y menos músculo la embestida de Alemania, que no es cualquiera. España no sólo reconquistó un título 44 años después, sino que lo hizo con grandeza, de forma deslumbrante de principio a fin del torneo, hasta despertar la admiración unánime. Fue una gran España, la mejor de la historia, en una gran Eurocopa, lo que revaloriza el éxito. Y nada impide presagiar que sea el inicio de un ciclo. No quedan fantasmas, el pasado ya no cuenta y los optimismos contagian. Es lo que transmite esta estupenda cosecha de jugadores que, tras algunos nubarrones, tan bien ha sabido manejar finalmente Luis Aragonés, que devolvió a tiempo a los futbolistas todo su protagonismo. Todos juntos, procedentes de cualquier geografía, provocaron el éxtasis general en un país al que ya sólo le faltaba el fútbol para convertirse en la mayor multinacional del deporte, un sector que cada semana le ofrece motivos para presumir.