Eterno Retorno

Wednesday, July 18, 2007

Por Daniel Salinas Basave

Tras la más despiadada campaña sucia y los spots más agresivos que se recuerden en elecciones bajacalifornianas, José Guadalupe Osuna Millán y Jorge Hank Rhon por fin se vieron cara a cara, aunque su único contacto físico se limitó a un frío y distante apretón de manos.
Osuna, colocado en medio, buscaba la mirada de Hank cuando lo confrontaba directamente mientras Hank, ubicado a su derecha, miraba al cielo y el perredista Jaime Enrique Hurtado de Mendoza, colocado al otro extremo los miraba a los dos y apoyaba su discurso con sólido lenguaje manual.
No era una pelea estelar en Las Vegas, ni el concierto del grupo de moda, pero desde temprana hora de la mañana Jacobo Ackerman, presidente de Coparmex, anunció el definitivo “sold out” del evento.
Ni un solo boleto quedaba disponible y aquellos que deseaban seguir el espectáculo, tuvieron que conformarse con verlo por televisión.
El salón principal del Club Campestre estaba atiborrado a su máxima capacidad, sin una sola silla vacía y sí con muchas personas de píe.
Pero el espectáculo no se desarrolló únicamente puertas adentro y con entrada restringida, pues aquellos que se quedaron afuera del Campestre por no tener boleto no se aburrieron en lo más mínimo.
Mientras los candidatos sostenían su duelo verbal, sus seguidores apostados sobre el bulevar Agua Caliente escenificaban un duelo de manos, piedras y palos que acabó con más de un descalabrado.
Lo primero fue la batalla de porras rojas y azules que comenzó más de dos horas antes del debate en las afueras del club y sobre los puentes peatonales que cruzan el bulevar.
Cual si fueran barras bravas en un estadio de futbol, brigadas hankistas y osunistas lucharon por demostrar quién podía gritar más fuerte o componer las porras más creativas, aunque las palabras degeneraron en golpes.
Sin embargo la función callejera no se limitó a priistas y panistas, pues militantes de la alianza PT- Convergencia protestaron a su manera por la exclusión de su candidata Mercedes Maciel.
Acusando de machistas y segregacionistas a los directivos de Coparmex, los petistas montaron un improvisado teatro callejero.
Mientras esto sucedía, centenares de asistentes e invitados buscaban desesperadamente un lugar donde dejar sus automóviles en los estacionamientos de comercios aledaños, pues la entrada del Campestre estaba totalmente bloqueada.
Faltaban once minutos para las 18:00 cuando Jorge Hank Rhon hizo su arribo al recinto acompañado de su esposa María Elvia Amaya, su amigo Alberto Murguía y el líder estatal del PRI Mario Madrigal.
Seis minutos después, Osuna Millán entró por la misma puerta aunque no estuvo frente a Hank hasta el momento en que los llamaron para el sorteo y el abrazo brilló por su asuencia.
Finalmente, a las 18:11 con la sala atiborrada, la periodista Adriana Pérez Cañedo tomó la palabra para explicar la mecánica del encuentro cuya tónica se definió desde los primeros minutos.
Desde su primera intervención Osuna arremetió contra Hank a quien los estornudos y el carraspeo traicionaron en más de una ocasión
El priista, con voz baja y frases pausadas, intervenía sin perder jamás la serenidad y cuando Osuna le echó en cara representar la frivolidad y los antivalores, él respondió señalando que en los últimos 18 años Baja California ocupa el primer lugar en delincuencia y uno de los últimos en educación, misma que no es gratuita, aseguró.
Sin nadie que lo tacara ni lo rebatiera, Hurtado de Mendoza demostró ser buen orador y aunque privilegió las propuestas, no tembló a la hora de atacar por igual a sus dos contrincantes.
Los aplausos espontáneos de priistas y panistas, eran de inmediato reprimidos por la moderadora, que no tuvo demasiados problemas para controlar los tiempos de los candidatos, salvo con el candidato perredista, que en varias ocasiones excedió su límite.
A partir de a sexta pregunta la intensidad del debate bajó considerablemente, empezaron a verse las primeras caras de aburrimiento, los asistentes que se levantaban al baño y hasta la misma moderadora se confundió en un par de ocasiones.
Tras los mensajes finales, vinieron los aplausos, la caótica salida entre empujones y gritos mientras afuera la noche caía sobre un mar de banderas rojas y azules.

Por Daniel Salinas Basave

El candidato de la Alianza por Baja California José Guadalupe Osuna Millán opacó a su contrincante de la Alianza para que Vivas Mejor Jorge Hank Rhon en el debate organizado por la Coparmex mientras que el aspirante perredista Jaime Enrique Hurtado de Mendoza demostró un buen dominio de los temas abordados.
Desde su primera intervención Osuna Millán atacó frontalmente a Hank Rhon quien jamás abandonó su estilo pausado de voz baja y apenas respondió a algunas alusiones a lo largo de las poco más de dos horas que se prolongó el debate.
El encuentro, celebrado en el Club Campestre y moderado por la periodista Adriana Pérez Cañedo, se dividió en tres etapas de tres preguntas cada una con espacio para réplicas y contrarréplicas y estuvo enmarcado por hechos violentos entre las brigadas de apoyo panistas y priistas que se enfrentaron en el bulevar Agua Caliente con saldo de dos lesionados.
La necesidad de regular las campañas políticas, empate de las elecciones, atracción de turismo, reforma fiscal, seguridad pública, reforma del estado, educación, infraestructura y agua, fueron los nueve temas abordados con su correspondiente discurso de apertura y mensaje final.
En cada una de las etapas del debate, Osuna confrontó y aludió a Hank Rhon, mientras éste continuaba con su discurso sin inmutarse en tanto que Hurtado de Mendoza atacó por igual a sus dos contrincantes, si bien ellos jamás lo atacaron a él.
“Decidimos más allá de quién va a ser gobernador de Baja California decidimos el futuro de nuestros hijos, decidimos entre responsabilidad contra frivolidad, valor contra antivalores” pronunció Osuna Millán en su mensaje de apertura.
“Llevamos 18 años sacando año con año el primer lugar en delincuencia, pero hace tres años por primera vez un municipio logró bajar la delincuencia”, señaló Hank en su primera intervención.
“El fracaso político de Baja California es que hace seis años sólo el 30% de los ciudadanos salió a votar, tenemos un gobernador que llegó con el 16% de apoyo”, dijo Hurtado de Mendoza.
Con cifras en la mano Osuna rebatió a Hank sus señalamientos de que la educación bajacaliforniana está en los lugares más bajos y le mostró números para probarle que los secuestros y los robos aumentaron durante su trienio como alcalde y que los salarios de los altos funcionarios se incrementaron en más de un 200%, acusaciones a las que el priista no respondió.
Por su parte, el perredista dijo estar seguro de que va a obtener el 70% de la votación y aseguró que su única promesa que puede cumplir es la de un gobierno honesto.
Al final, entre gritos, porras y confusión, los candidatos se retiraron mientras afuera los militantes continuaban con su particular duelo.