Eterno Retorno

Monday, December 03, 2007

Vuelos nocturnos de Monterrey a Tijuana se amontonan en mi vida. Cargado de libros, nostalgias en penumbra, certezas e incertidumbres, me subo al avión. El mito del Eterno Retorno se consuma.
La tradición marca que en las dos horas y 45 minutos de viaje suelo leer un libro nuevo, casi siempre pequeño, de poco más de 100 hojas. Las más de las veces llego a las ultimas páginas cuando vamos aterrizando. Ahora tocó el turno a Intimidad, del anglo-pakistaní Hanif Kureishi.

Últimamente digo no a la comida del avión, aunque siempre, invariablemente, pido un vaso de whiskocho y si agarras a la azafata de buenas, hasta refil te toca. No es de lo mejor lo que sirven en las alturas, pero tampoco es gasolina mata-ratas.
La noche del viernes fue algo más que una odisea llegar al Aeropuerto de Monterrey. Si en algo ha cambiado mi ciudad natal es en lo terrible que se ha tornado el tráfico. Llegar desde San Jerónimo al aeropuerto nos tomó casi dos horas. Constitución a vuelta de rueda y para colmo lloviendo. Los regios son unos pazguatos al volante. Su imbecilidad como conductores supera lo visto en cualquier rincón del planeta y la cantidad de choques con que te topas en sus modernas avenidas hace pedazos a cualquier compañía de seguros.

Arriba del avión, con mi vaso de whiskocho en la mano, entré en una suerte de nirvana, de esas veces que entras en conexión total con la música y la lectura. En el iPod escuchaba el concierto de Heaven and Hell mientras leía a Kureishi. Nadie como este pakistaní bucea tan profundo en las miserias de la edad adulta. Por momentos deseé que el vuelo se prolongara, pasar horas en el aire. En Tijuana nos aguardaba una noche oscura y lluviosa. Tan oscura comos los tiempos que se avecinan. Me preparo para entrar a un túnel. La carretera escénica estaba en tinieblas. No había luz en ninguno de los fraccionamientos de los alrededores. La casa estaba alumbrada por velas. Lo mejor, abrazar a Carolina. Tras ocho días de ausencia mi necesidad de ella es similar a la de un adicto a la heroína. Lo peor, enterarme que la salud de Morris no mejora. Ha entrado en un territorio minado del que no podemos sacarlo. Cuando un perrito se acerca a los 16 años, no se puede hablar de un padecimiento específico, sino de todo un sistema afectado. Nada nos duele tanto como su dolor.

Vuelvo al trabajo. Retorno a labores que requieren más capacidad de reacción inmediata y talacheo que creatividad. Haga usted de cuenta que es como el futbol rápido. A veces es bonito jugar así, puro toque de primera intención y pelotazos a la olla, también se jugar bien con esas reglas y creo que lo hago bien, pero lo mío siempre será la fría creatividad, el análisis, el pelar lentamente la cebolla. De cualquier manera, en estos momentos de crisis, lo más importante es poder trabajar.


Noticias metaleras

La Mala: No conseguí boleto para Iron Maiden en Monterrey.
La Buenísima: Mi amigo Juan Carlos Ortiz me consiguió un boleto para Iron Maiden en Los Ángeles.
La Mala: El mismo día que toca Maiden en Los Ángeles, tocan Sonata Arctica y Visions of Atlantis en San Diego. Como si hubiera tanta oferta metalera en la región para andar coincidiendo.

Será la sexta vez que veré a Maiden y sería la primera que vería a Sonata Arctica, pero a la Mejor Banda del Universo nadie le hace sombra. Podría ver a Maiden 100 veces y difícilmente lo cambiaría por otra banda. De hecho, si se da el milagro y por ahí encontramos uno para Monterrey, no dudaría en hacer el viaje y de ahí me iría a Guadalajara.

La pésima noticia: King Diamond está enfermo de una hernia discal y cancela su concierto en San Diego. Pésima noticia no solo por King Diamond, sino por Kreator. La buena noticia, aunque no tan buena como para eclipsar la tristeza que me da no ver al Rey Diamante y al Kreador, es que Nightwish viene en mayo a San Diego. También es buena noticia que un día antes de mi cumpleaños toquen en San Diego Simphony X, Into Eternity y Epica. Para apagar velitas a gusto.
Por lo pronto, todo hace indicar que la de Down fue la última tocada de un 2007 rico en conciertos. No creo poder acudir mañana a ver a Vader y a Malevolent Creation. La próxima es Exodus y Goatwhore el 21 de enero. Ahí nos vemos.