Eterno Retorno

Monday, April 23, 2007

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Bienvenido a la Edad de la Crucifixión. Los maderos ya están colocados. ¿Alguien patrocina los clavos?


La lluvia quiso ser tan puntualita, que se me adelantó un día. Buenos chaparrones los del 20 de abril, como marca el manual y la ancestral tradición. Imaginé que el 21 caería el Diluvio Universal, pero las nubes negras fueron perros que no ladraron.


En abril no suele llover mucho en Tijuana, aunque hace 19 años el negro cielo no fue avaro. Fue el 20 de abril de 1988. Amaneció frío, nublado, y los charcos de lluvia se mezclaron con la sangre del Gato Félix. Vera Palestina ni siquiera se mojó pues disparó el par de escopetazos desde su carro. Diez minutos después estaba bajo techo seguro en el Hipódromo Caliente.


CZ

No se si Don Jesús Blancornelas llegó a degustar ese vino, pero donde quiera que esté el gran colega se lo recomiendo y tomo una copa a su salud. Capitán Zeta se llama el vinito (nada que ver con el semanario) y me lo regaló mi buen amigo PG Beas. El domingo por la tarde dicha botella fue descorchada para acompañar un salmón wellington y la verdad que me hizo el día. Nomás con ver el sedimento que dejaba por herencia se podía anticipar un agasajo. De Primerísima División el vinuko y mejor ya cambio de tema o me tiendo ahora mismo al Valle de Guadalupe por una dotación. Nomás les digo que si este nuevo año de mi vida me sabe tan bien como me supo ese vino, entonces me alegro de haber llegado a ser tan viejo.


Boots

This boots were made for walking
This boots were made for kicking
Die with your boots one canta Maiden
Moriré con las botas puestas responde Ángeles del Infierno
Vives con las Botas Sucias grita el Barón Rojo
Y Carolina me ha hecho un regalo de esos que pintan para hacer época.


Si no me viera al espejo, podría pensar que me siento como cuando despreciaba todo aquello que oliera a vida adulta. Lo sigo despreciando en realidad. Pero sigue habiendo libros nuevos para leer, ciudades desconocidas por visitar y una linda esposa a la que puedo besar cada noche. Luego entonces, tal vez la edad para morir se alargue un poco. DSB

El tiempo corre más rápido que yo, más rápido que mi capacidad de asimilarlo. ¿Habrá posibilidad humana de sepultar el concepto del tiempo y fundirse en las delicias del presente perdido? DSB


LZ

Nunca en mi metalebria existencia había ido a ver una banda tributo en forma. Digo, tributos de palomazos preparatorianos live en la cochera entre caguama y caguama los he visto pro cientos, pero me refiero a una banda imitadora que se tome en serio y monte un espectáculo formal. Pues bien, celebramos mi cumpleaños en Rosarito con Led Zeppagain. Si en Tijuana hay tipos que son más hankistas que Hank, el cantante de esta banda era más robertplantista que el mismísimo Robert Plant. Imitaba mejor a Plant de lo que Plant se imita a si mismo hoy en día en sus proyectos seniles. Esto de ver una banda imitadora me hizo caer en reflexiones sobre la naturaleza del doble, la clonación, del jugar a ser otro, pero las profundidades metafísicas las dejamos pa después. Lo mejor de la noche: Definitivamente la banda. Tocaron a toda madre y aunque les faltó The Battle of Evermore (mi rola favorita zeppeliana) me cumplieron con Inmigrant Song, Misty Mountain Hop, Kashmir y todas las rolitas que les cupieron en más de tres horas de tocada sin parar. Simplemente la rifaron y no fueron marros a la hora de discutirse con solos lireros e improvisaciones bataqueras a lo Bonzo Bonham. Lo peor de la noche: Los pendejos organizadores de la cava. Me quedó claro que estos pobres tipos nunca en su vida habían organizado ni el show del kinder en 10 de mayo. Me cae que si llevo a Pink Floyd al patio de mi casa me sale mejor la organización. A Carolina poco le faltó para patear al dueño del local y nos quedaron ganas de hacer picadillo a una puerca infeliz que estaba sentada en nuestra mesa. Casi todos los eventos que se desarrollan en suelo rosaritense están condenados de antemano a ser una cagada en materia logística, aunque este se llevó el premio. De cualquier manera, Dazed and Confused y Ramble on me hicieron olvidar pronto la natural pendejez de los organizadores.

HAH

Pero después de la imitación viene la realidad: Considerablemente más pasitas que los clones zeppelianos, cuatro monstruos sagrados de eso que llaman Rock Duro estarán frente a nosotros en el Coors de Chula Vista. Black Sabbath o Heaven and Hell o Black Dio o como le quieran llamar. La cuestión es que la era más gloriosa del Sábado Negro nos paseará por Cielo e Infierno este jueves. Machine Head y Megadeth se encargarán de ir calentando el ambiente.

HG

Lo del Hospital General se pasó de hollywoodesco y acabó por caer en los pantanos del mal gusto. Ideal para un noticiero gringo, pero excesivamente teatral para Tijuana. Un montaje digno de película mala, de churro a propósito, de bodrio a lo Robert Rodríguez. Tres helicópteros zumbando como moscardones, 400 federales jugando al soldadito del pomo, dos tres doñas histéricas, varios enfermos agonizando en las canchas del CREA, cientos de desocupados dándole duro al morbo desde el palco privilegiado del puente peatonal y un comando de chiquinarcos de cuarta atascados de crystal salieron como Juan por su casa del hospital donde estaban pertrechados. Dos charalitos miserables en una red para tiburón blanco. Las armas nacionales se han cubierto de ridículo. En lo que eran peras o manzanas, el gremio periodístico tijuanero jugaba pecho a tierra al corresponsal bélico y mis compas chilangos de la radio me hicieron hacer doce entradas en vivo en menos de 24 horas, pues allá en la Gran Tenochtitlán les urgía escuchar en tiempo real la parranda de las balas desde este rancho posmoderno del Viejo Oeste del que sólo se acuerdan cuando corre la sangre. Por fortuna mis relatos se las arreglan para seguir alimentando su morbo.