Eterno Retorno

Tuesday, December 20, 2005

Jaguar

Lo común es creer que la población del Jaguar (Panthera Onca) en México, se reduce a la Selva Lacandona y que apenas se pueden ver unos cuántos en los más abruptos trópicos de la Península de Yucatán. Grande fue mi sorpresa cuando estando en la sierra de Zaragoza al Sur de Nuevo León, los lugareños me juraron y perjuraron que hay jaguares en suelo neoleonés. Un biólogo metido a periodista me confirmó que las versiones de los campesinos no eran leyendas rancheras, pues aunque pocos, es posible encontrar Panthera Onca en las sierras Nuevo León. Hace unos momentos compré la revista Especies, publicación de Naturalia A.C. que dedica su último número al Jaguar en México. El artículo confirma las hipótesis sobre una presencia importante de jaguares en zonas como Sonora, Sinaloa, Jalisco, Nayarit, Tamaulipas (la reserva de El Cielo) y Nuevo León. Contrario a lo que la gente cree, el Jaguar no sólo habita selvas tropicales y puede adaptarse a climas montañosos, boscosos y hasta semidesérticos. Desde niño he proclamado al Jaguar mi animal favorito. Ver uno en estado salvaje es casi un imposible y los únicos registros fotográficos se han conseguido con cámaras que disparan por censores de movimiento. Auténticos fantasmas, los jaguares parecen confirmar la condición divina que le atribuyeron los olmecas.

Tlacuaches

Extraño a los tlacuaches. El único marsupial extraditado a América formó parte de mi vida cotidiana en la infancia. Era común toparte con las zarigüeyas y tristemente, al amanecer era pan de cada día verlas atropelladas en las calles regiomontanas. Las pobres eran muy torpes para cruzar calles. Mi infancia estuvo repleta de anécdotas de tlacuaches, como la de aquella Navidad en que una enorme zarigüeya quería devorarse a los cachorritos recién paridos por nuestra perra chavela o la ocasión en que una cayó dentro de la pila de mi primo Héctor. Una vez en la primaria atraparon a una con toda la camada de tlacuachitos rosas en la bolsa. La cola pelada contribuye a que no pocos miren con repugnancia a este inofensivo animalito. La leyenda prehispánica explica esta situación señalando al tlacuache como el guardián que llevó a los hombres el fuego encendiendo su cola y repartiendo la llama por todo el mundo. La cola se le quemó, pero gracias a él la humanidad conoció la lumbre. Los ignorantes les llaman ratas gigantes, pero nada tiene que ver con un roedor. Es un marsupial hecho y derecho del tamaño de un gato cuya dieta es omnívora y sus hábitos nocturnos. En Tijuana la gente no conoce a los tlacuaches. Conozco gente que ni siquiera sabe a qué animal me refiero cuando hablo de ellos. En siete años que llevo viviendo en Tijuana sólo una vez he visto un tlacuache. Fue hace pocos meses que encontré uno muerto en las cercanías de Real del Mar., lo que prueba que aunque son pocos, también tienen su representación diplomática por estos terruños.


U2

Desde hace muchos años tengo una duda existencial: ¿Qué carajos le ven o le oyen a U2?. Caramba, ver las fotos de gente que acampa para dormir afuera de las taquillas desafiando el frío o leer la historia publicada por Reforma de un tipo que hasta perdió su trabajo para irse a formar por un boleto me hacen dudar de la capacidad racional del género humano. Un mega pancho mediático por la presencia de esa banda en Monterrey y México. Y luego algunos cacareando que es el grupo musical que definió nuestra época y transformó nuestra generación, quesque en 100 años se seguirán escuchando, bla, bla, bla. Yo soy más o menos de la generación que vive embobada por U2 y a mí nomás no me influyeron, ni me transformaron, ni cambiaron mi vida y es más, ni me gustan. No tengo un solo disco de ellos ni me interesa comprar alguno. Las rolas que he oído no me parecen nada del otro mundo. Vaya, tolerables, como buen soundtrack de la más ordinaria y aburrida fiesta fresita pero hasta ahí, paren de contar. Nada que merezca la pena un sacrificio. Ya en serio: ¿Qué secreto oculta esa banda que yo no he descubierto? Digo, justifico hacer un sacrificio para ver a los Rolling Stones o a Pink Floyd, a Black Sabbath, a Rush o a Iron Maiden. Esas sí son bandas de llenar estadio, pero.. ¿U2? No thanks. Y luego el cantante que se las da de disque pacifista compitiendo para el Nóbel de la Paz y apoyando a Bush y la intervención en Irak. O sea, aparte de músico mediocre, colaboracionista. Definitivamente un grupo sobre valorado ese U2. .


Chamagol

No contaban con su astucia. Sebastián González el Chamagol, harto de meter goles para que los griten menos de 300 aficionados en un estadio al que le caben 120 mil, decidió, sabiamente, irse a un equipo que sí tiene afición y en donde una anotación es coreada con el alma cada sábado por más de 40 mil gargantas. Así es señores, el goleador chileno admirador del Chapulín Colorado es el nuevo refuerzo de los Tigres y hará dupla con Silvera al frente. Veremos cómo se acopla, aunque con un técnico mediocre, dictatorial e inseguro como el Tuca Ferreti con su estilo lateral, soporífero y ratonero, no le auguro demasiados goles. De cualquier manera, bienvenido a casa Chamagol. No te preocupes: La afición pronto reventará a Tuca y traeremos un técnico ofensivo para que te puedas explayar.