Eterno Retorno

Tuesday, July 26, 2005

Causas ciudadanas que no cuentan con mi apoyo

En los últimos días, más de una persona me ha reprochado mi desinterés como reportero hacia ciertas causas ciudadanas que están haciendo ruido político en Tijuana. Me cuestionan que siendo tan crítico en temas como la deforestación del Parque Teniente Miguel Guerrero (tema cuya paternidad puedo presumir, ya que todos los medios se colgaron después de nosotros), me muestre tan indiferente hacia otros asuntos que según ellos, son de la mayor relevancia.
Así las cosas, siendo Eterno Retorno un libre espacio para exponer mis verdaderas motivaciones e intereses, aquí va una pequeña lista de tres de esas causas de moda que jamás contarán con mi apoyo.

La legalización de los carros chocolates

Debo admitir que desde hace tiempo profeso una repugnancia sacramental hacia las organizaciones tipo Anapromex y Onapafa que llevan años haciéndose ricas a base de vender placebos a sus agremiados haciéndoles creer que con una miserable calca podrán ser inmunes ante la ley y burlarse de la Secretaría de Hacienda. En Tijuana hay miles de tipos que creen hacer el negocio de su vida comprando carros de 500 dólares en la Ruta Mariano Matamoros o afuera del Fundadores. Chatarras que caminan gracias a no se qué conjuro y que van por las calles con su placota de California, creyéndose poderosos e influyentes por su calca de Anapromex. Los tipos argumentan que el carro en cuestión es parte del patrimonio familiar y que no tienen dinero para pagar a una agencia aduanal que les importe el bote pateado. Al carajo con ellos. Yo apoyo la reforma legislativa que eleva a delito la tenencia de un carro chocolate. Vayan y paguen su importación como buenos mexicanos o aténgase a las consecuencias de ser refundidos en el bote. Y si no tienen para la importación, pues caminen, que a nadie multan por andar a pata.


La oposición a la desaparición del IMAC.

La culturosada tijuanense se siente herida por la inminente desaparición del Instituto Municipal de Arte y Cultura bajo régimen de paramunicipal. Es una muestra, dicen, de la falta de sensibilidad cultural del Alcalde. Lo que nadie me ha sabido responder con argumentos sólidos es: ¿Qué carajos se pierde con la desaparición del IMAC? Siendo brutalmente honesto, yo ciudadano: ¿En qué caso podría llegar a echar en falta este instituto? ¿Qué beneficio real le trajo a Tijuana? Sepan ustedes que una paramunicipal tiene un régimen que le permite una total autonomía financiera. En teoría una paramunicipal puede y debe generar sus propios recursos. Pero ni el IMAC (y prácticamente ninguna paramunicipal) generó nunca un centavo, ya no digamos de ganancia, sino al menos para mantenerse y ser autosuficiente. El presupuesto que le daba el Ayuntamiento se iba casi íntegro en nóminas y honestamente, aún no se, o acaso no entiendo, de qué manera apoyaron la cultura estos señores. ¿Puede alguien hacer el favor de explicarme?


La oposición a la utilización del CREA como sede de un equipo de Primera A

Cualquiera que haya leído un poquito Eterno Retorno, puede intuir que soy algo parecido a un adicto incurable al futbol. Y cuando me preguntan cuál es el mi principal inconveniente de habitar en Tijuana, mi respuesta es invariablemente su falta de cultura futbolera. Embriagados en mierda como los Padres de San Diego, los tijuanenses se emocionan con un juego que a mí en lo personal me causa una repugnancia sin igual como es el beis. Aquí siempre había habido equipo de Primera A y yo acudía con regularidad a los juegos, pero la franquicia fue echada a patadas de la ciudad para traer al equipo de beisbol del traficante de naftaleno. Ahora que por fin volveremos a tener futbol profesional en la ciudad y que sin duda tendremos un buen equipo, pues Valente Aguirre no le apuesta a lo estúpido y es un hecho que va por el ascenso, una cofradía de atletas incapaces de entender razones, se han dado a la tarea de armar una grilla estéril y manipulada para impedir que se usen las instalaciones del CREA. No entiendo en qué carajos les afecta la presencia del equipo. En nada señores, en nada en lo absoluto. El CREA incluso mejorará, será más bonito y funcional y seguirá siendo de todos los tijuanenses. Se trata de puro y vil ruido político. Pero agua y ajo señores. El equipo jugará y ahí estaré yo para apoyarlo en las tribunas.
Bienvenido el regreso del Futbol a Tijuana.