Eterno Retorno

Tuesday, June 07, 2005

Otra de Chafarotti y compañía

Siempre he pensado que los regios y los mexicalenses se parecen mucho. No solo el infernal calor los hermana, sino esa vocación de aristócratas del desierto por esa forma que tienen de abusar hasta el desparpajo de su imagen de nuevos ricos y la obsesión por el linaje y los apellidos, reflejados cada día en las secciones de sociales. También los hermanan sus imbéciles pretensiones culturales. Hace poco más de un año, los mexicalenses padecieron compulsivos onanismos por la tocada de Luciano Chafarotti en la Laguna Salada. Emperifolladas, las damas mexicalenses se fueron al desierto a ver el espectáculo, sintiéndose parte de la aristocracia de Viena o Milán y lo que encontraron aparte de los 40 grados de calor, fue a un tenor cansado, enfermo y desafinado al que tuvo que salvar una corista del enorme ridículo.
Pues bien señores, a los regios les fue peor con sus pretensiones de gloria operística. Una auténtica porquería de concierto fue lo que tuvieron en la Sultana del Norte el pasado fin de semana, con Carreras y Domingo. Chafarotti, que evidentemente ya no da para más, canceló y los organizadores colaron, hágame usted el pinche ridículo favor, al conocido tenor, virtuoso cantante de ópera, Alejandro Fernández. No más en este país se pueden aventar un ridículo semejante. Pero por lo que he podido leer en El Norte, la organización de la tocada fue una bazofia. Miles de quejas en Profeco, una promotora que se lava las manos, los miembros de la Sinfónica de la Universidad Autónoma Nuevo León (que mis respetos a esa gran orquesta) tratados como basura por los organizadores. Por lo que he leído en El Norte, ese concierto fue una auténtica porquería. Ya lo ven, hubieran ido mejor al Metal Fest una semana antes. Ese sí que salió a las mil maravillas.