Eterno Retorno

Friday, September 24, 2004

Pasos de Gutenberg

Por Daniel Salinas Basave

Contra Bush
Carlos Fuentes
Editorial Aguilar

Suelo experimentar un automático rechazo a los libros de oportunidad y casi por sistema hago a un lado las ofertas editoriales promovidas como suculentas novedades sobre temas de actualidad.
En ese sentido, tanto los libros de Michael Moore como las mil y un revelaciones y verdades ocultas sobre Bush y el 11 de Septiembre de 2004 que pueden encontrarse hoy en día en las librerías comerciales me han pasado de noche.
Pues bien, ?Contra Bush? de Carlos Fuentes mereció una excepción, pues si bien no dejo de catalogarlo como un libro de oportunidad por la época en que es publicado, sería por demás injusto tratar de minimizar la estatura intelectual de la obra.
De entrada el título no deja lugar a demasiadas dudas ni especulaciones, pues contrario a las exigencias de lo políticamente correcto de usar una metáfora o una palabra profunda e ingeniosa para titular al libro, Carlos Fuentes se fue duro y a la cabeza sin concesiones ni especulaciones de ninguna índole.
Es un libro carente de medias tintas y amabilidades intelectuales que simplemente arrastra por los suelos al Presidente de los Estados Unidos.
Se podría decir que en este mundo sobran detractores de Bush, sobre todo entre las cabezas pensantes, pero nadie en su sano juicio podría acusar a Fuentes de necesitar publicidad o perseguir intereses.
Para un escritor consagrado como él, tomar posiciones radicales sobre cualquier tema acarrea consigo más riesgos que ventajas.
Después de todo, es más cómodo mantenerse en el descarado colaboracionismo de un Mario Vargas Llosa o en esa actitud moderada que más parece de testaferro republicano adoptada por el grupo de Letras Libres.
Sin duda la mejor defensa de Fuentes en contra de los detractores que desde ya le acarreará el libro, radica en las fechas en las que escribió los artículos que conforman la obra.
Si en muchos casos la recopilación es vista como una salida fácil de las editoriales para armar productos al vapor, en el caso de ?Contra Bush?, Fuentes pone de manifiesto que jamás mostró medias tintas ni posiciones ambivalentes sobre el inquilino de la Casa Blanca.
Desde el artículo de apertura titulado ?Política con P de Petróleo? fechado en agosto 1 de 2000, en plena euforia de las campañas electorales estadounidenses, Fuentes dejó claro que veía en la fórmula Bush- Cheney un retroceso al conservadurismo más anacrónico y retrógrada.
Ni Fuentes ni nadie podía prever en ese momento el 11 de septiembre, pero aún así auguraba años tensos y difíciles con semejante fórmula en el poder.
Su último artículo, fechado 14 de septiembre de 2004, titulado epílogo provisional, es una abierta invitación a los hispanos de Estados Unidos a votar contra Bush en noviembre.
A poco más de un mes de que se decida quién será el inquilino de la Casa Blanca en los próximos cuatro años, la nueva obra de Fuentes es, además de una oportuna advertencia, una declaración de principios y una apuesta por el imperio de la razón.




Thursday, September 23, 2004

Se murió el verano. De los seis veranos que he pasado en Tijuana, el que acaba de morir ha sido por mucho el más caliente de todos. El Sol aún sigue tostando nuestras pieles, pero ya intuyo el acecho de la mística invernal. ¿Qué nos depara este otoño? ¿Qué presagios me traen estas tardes? ¿Qué me quieren decir estos vientos? Una presencia se respira en el ambiente. Por ahora, chutémonos algo de mi tocayo (mi primer nombre es Guillermo para quienes no lo sepan) William Blake para alegrar el crepúsculo:

Las cárceles se construyen con piedras de ley; los prostíbulos con ladrillos de religión


Maldecir fortalece. Bendecir relaja


El exceso de pena ríe. El exceso de alegría llora.

Mientras caminaba entre los fuegos del infierno, encantado con esos placeres del Ingenio que a los ángeles les parecen tormentos y locuras, recogí algunos de sus proverbios, pensando que, del mismo modo en que los refranes de una nación indican su carácter, así los proverbios del infinito muestran la naturaleza de la sabiduría infernal mejor que cualquier descripción de edificios o vestimentas.

Salud amigos. Ya se antoja un buen vino con semejantes poemas.

Tiempo de buenas tocadas


Cierra el año con excelentes tocadas, pero con un magro bolsillo que debe concentrar todas y cada una de nuestras monedas en el viaje que tenemos en puerta.

Como ya se habrá enterado el buen lector, Ministry estuvo la noche del martes en 4&B. Tuve muchos deseos de ir lo confieso. Allá por 1990, en el cuarto de mi amigo Enrique El Gacela, pasé largas tardes debidamente hasta la madre escuchando Burning Inside o Thives. Digamos que tuve una etapa de adicción a Ministry, concretamente con el Mind is a Terrible Taste y el Psalm 69. Después lo dejé de seguir, aunque sin duda me hubiera brotado la adrenalina de haber acudido al concierto.

Gracias a mi colega Ángel, me entero de la próxima llegada de Skinny Puppy a San Diego y su posible incursión en Tijuana. Esa tocada sí que se me antoja. Sepa el lector que allá por 1991 estuve a punto de tatuarme el cráneo de perro que aparece en algunos discos de Skinny. Ya lo tenía dibujado y era cuestión e meterle aguja, pero a la hora de los chingazos lo ví en mi brazo y nomás no me gustó como lucía.
Hay discos memorables de Skinny. El Too Dark Park y el Process son capaces de prenderme en demasía. Tal vez me anime a ir.


También me entero por ahí que Megadeth no estaba muerto, andaba de parranda y vendrá al 4&B el próximo 26 de octubre, dos días antes de irnos. A Megadeth tuve la oportunidad de escucharlo en vivo allá por 1998 en Monterrey e incluso entrevisté a su líder Dave Mustaine. Últimamente traigo un romance con los discos clásicos de esta banda. Me compré una versión remasterizada del Rust in Peace y el sonido es impresionante. Me transportó a aquel enero de 1991 cuando esperaba el estallido de la Guerra del Golfo escuchando himnos como Holly Wars y Hangar 18.


Por cierto, anoche mi padre fue a ver a Yes en Monterrey. Mi padre siempre ha sido un fiel seguidor de esa gran banda. Para no ir más lejos, a Yes y a Pink Floyd los conocí y los empecé a escuchar por él. Aún recuerdo un ejemplar del Dark Side of the Moon que se trajo mi padre de Seul en 1988. Imaginen las letras de Money y Brain Damage escritas en coreano. Pero lo que en verdad le envidie a mi señor padre anoche, fue que la banda abridora del concierto fue nada menos y nada más que Dream Theatre. Eso sí que es un huésped de lujo. Nunca he podido escuchar al Teatro de los Sueños en vivo pero dicen que es toda una experiencia. Unos auténticos virtuosos los señores de Dream Theatre. Nomás por eso, anoche, mientras regresaba a casa, me puse a todo volumen su último disco, el Train of Though, mientras bebía unas XX lagger. La luz de la luna y el faro de un barco alumbraban el mar de forma cachonda y mágica. Ganas me daban de parar en medio de la carretera, apagar las luces y sentarme a contemplar la inmensidad del Pacífico escuchando el Teatro de los Sueños. Salud padre. Envidia de la buena por ese gran concierto.



La cuestión es que todo hace apuntar a que no podré acudir a ninguna de las tocadas que se avecinan. Mi regio bolsillo exige austeridad.
Pensaré que ningún concierto remplaza el placer de un viaje y los 30 o 40 dólares que me gaste en tocadas podremos extrañarlos cuando andemos allende la mar. Así que apelaré a lo mejor de mi espíritu regio ahorrador y cuidaré cada centavo.
Pero vista la situación, creo que he tenido una idea mejor: He decidido impulsar una campaña alturista y filantrópica denominada Adopte un Metalero.
Me registraré como ONG y otorgaré recibos deducibles de impuestos además de poner botecitos en las cajas de los supermercados en donde aparecerá la foto de mi rostro lloroso por perderme de tanto concierto.
Se aceptan toda clase de donativos. Incluso puede usted mismo llevar al metalero en cuestión a la tocada y gozar de su agradable compañía. Además, la campaña Adopte un Metalero, que cuenta con el respaldo de Vamos México, ha firmado un convenio con la cervecería Samuel Adams que le otorgará descuentos en cada pinta que tenga usted la amabilidad de invitarle a este hombre durante el desarrollo de la tocada.


Aburrido de los gruexos

No se si estoy pasando por un periodo de intolerancia y hartazgo o si con la edad me he transformado en un conservador. La cuestión es que desde un tiempo para acá estoy empezando a sentir una franca repulsión por los textos de escritores gruexos. Vas a una librería, agarras un libro al azar, empiezas a leer la contraportada y encuentras algo como esto: Un texto que expone sin tapujos la vida en los bajos fondos infernales de la urbe, las oscuras correrías de un joven poeta que ha perdido todo aprecio por la vida y cuya religión son las putas, los trasvestis, los oscuros mundos de la droga y la decadencia, todo ello narrado con un humor negro y corrosivo capaz de escandalizar la moral y las buenas conciencias. Uy, uy, uy, que malo.

La hipotética reseña es mía y no está dedicada a nadie en particular. Puede ser cualquier aspirante a ahijado de Bukowski o Fadanelli. O miren esto, encontré un ejemplar real en mi escritorio, esta reseña sí es de verdad: Una novela del desarraigo, de la soledad, de aquellos que pueden vivir en cualquier sitio del mundo, sin tiempo y sin identidad. Su vida es un enjambre de preguntas sin respuesta de pensamientos que se funden, se confunden y flotan en el ambiente viciado de un bar como una nube de cigarro.
Esta reseña viene en la contraportada de Los Extraditables, de Marcela Rodríguez Loreto. Aún no he leído el libro. Lo compré hace tiempo en el mercado Ley a 19 pesos. Tal vez luego lo lea. En este momento no se me antoja en lo más mínimo.

O lean esta otra: Descarnada, deslumbrante crónica de la adicción, los vagabundeos en busca de la droga, la avidez por el chute, la peculiar sexualidad y las no menos extrañas relaciones nacidas en la comunión de la droga.
Esta última es de Yonqui de Burroughs, con prólogo de Allen Ginsberg. Esta sí la leí hace rato y digamos que a Burroughs le tengo su respetillo, pero en este momento, ya lo dije, estoy cansado de todo eso y hasta Burroughs me tiene hasta el culo. Todo ese temario vacío me tiene sumido en un insoportable hartazgo.

Ya que me encuentro con un tipo que escribe sobre putas, gays, drogas, tables, prostíbulos, sordidez, decadencia, nihilismo empiezo a sentir sueño.

Es más, con decirles que últimamente cada que escucho a un tipo decirme que le gusta Bukowski empiezo a experimentar un tedio insoportable. Sin conocer al bukowskiano en cuestión, me empiezo a hacer una idea a priori que casi nunca falla. Bukowski es el santo patrono de los borrachetes con delirios de poetastro que buscan su leche materna en los antros de la Coahuila.

Lo peor es cuando te sale un guexo postmoderno que lleva su gruexez a los ambientes de los raves. Ye, ye, ye, que moderno. Punchis, punchis. Eso sí que es peor que una mentada de madre con escupitajo incluido. Una novela contracultural sobre tachas, psicodelia, ambientada en los clubes donde se reúnen las hordas de alucinados buscadores de estados alterados, con un estilo experimental e irreverente que mezcla el spanglish con los sonidos techo-trance y la cybercultura alternativa. No pinches mames. Se lo perdono a Irvine Welsh por aquello de que alguna vez me reí mucho leyéndolo. Párale de contar ahí. No hacen falta imitadores.

De hecho estos días ando un poco peleado con la literatura contemporánea y me siento tan feliz leyendo clásicos, que cualquier intento de contracultura experimental que se cruce en mi camino es susceptible de arrancarme como mínimo una mentada de mi ronco pecho.




Juicio a los medios

Ayer por la mañana fui invitado al Juicio a los Medios que organiza cada año el CUT Universidad de Tijuana. Es la segunda vez que participo en este ejercicio en el que se elabora toda la estructura de un jurado al estilo del poder judicial estadounidense en el que se acusa a los medios de comunicación. Ahora la acusación era de no promover contenidos aptos para los niños ni manejar material formativo y educativo. Íbamos un representante de la tele, que era Jorge Ramos de Televisa, un representante de radio que era Alberto Elenes y yo mero, representando obviamente a la prensa escrita. Al final yo fui el único que resultó vencedor y logró salir libre de todo cargo, mientras que mis colegas fueron declarados culpables. Mi defensa fue acertada, aunque en honor a la verdad no me la pusieron muy difícil y la realidad es que el periódico donde laboro tiene argumentos de sobra como para ser defendido. Además, en esto de los debates soy pez en el agua.


Confieso que soy feliz participando en cuanto evento académico me invitan, pues siento una enorme nostalgia por las aulas. Si un trauma arrastro en mi vida es el hecho de llevar más de ocho años sin ser estudiante. En 1996 recibí mi título de Licenciado en Derecho y desde entonces todo ha sido trabajar y trabajar sin parar. Yo no pretendo estudiar una maestría o un doctorado porque crea que ello me dará más dinero o una mejor promoción, sino por el mero placer de estudiar. La vida académica me gusta en verdad, pero mientras me dedique al periodismo escrito de tiempo completo ello será imposible. Tal vez mi destino sea volver a las aulas cuando sea un anciano sobreviviente de las miserias de su afore.

Tuesday, September 21, 2004

En respuesta a la convocatoria abierta por el taller virtual de Hipertextos, me permito elaborar esta suerte de improvisado decálogo sobre el arte de narrar, aclarando que anarquista como soy, no me tomo muy en serio eso de las reglas de oro y las máximas, así que todos estos preceptos son susceptibles de ser traicionados, si bien hasta la fecha no lo he hecho.

Decálogo del narrador por Daniel Salinas Basave

El acto de escribir es un fin en si mismo. El principio del placer literario radica (valga la redundante redundancia) en el placer de la creación. Buscar el efecto a posteriori jamás debe ser tu motivación ni tu condicionante.

La forma siempre será la sirvienta del fondo. Apuesta si quieres por formas radicales, pero jamás a costa de olvidar que el tesoro yace en las profundidades y no en la superficie.

Los estilos, personajes y temas no tienen fecha de caducidad. Deja que los teorreicos hablen de modernidad y experimentación; tú preocúpate por contar una buena historia y por sentir placer al contarla.

La moda no existe en literatura. Guíate por tu intuición, elige la forma y las palabras con las que tú consideres que se cuenta mejor tu historia y manda al carajo los formalismos y experimentaciones.

La emoción y la embriaguez no pueden tomar el timón de tu pluma, pero te condenarás al calabozo del aburrimiento si decides exiliarlas. Por técnico y cerebral que seas, un condimento de éxtasis y arrebato es imprescindible para conservar el saborcito de este negocio.

Traza una cartografía narrativa y después regodéate siéndole infiel. No es sano seguir al píe de la letra la ruta que te tú mismo has trazado, pues el néctar de todo viaje (y escribir es viajar) es alterar el itinerario y abrirle siempre la puerta a la sorpresa y la improvisación.

Deja de creerte el amo y señor de tus personajes y suéltales las riendas de vez en cuando, déjalos andar sus propios pasos y permite que sean capaces de sorprenderte con sus andanzas y travesuras.

Para escribir sólo necesitas una pluma y un papel. El resto son accesorios. Cualquier hora del día, cualquier situación y cualquier lugar son perfectos para la creación si de verdad sientes cariño por este asunto. Aguardar crepúsculos arrebolados, contemplaciones bucólicas o vencimiento de plazos editoriales sólo te llevará al naufragio.

Nunca busques explicar, justificar ni mucho menos defender tu narración de sus detractores.
Déjala que ella hable solita, pues para eso la has dotado de voz. La forma en que tú interpretas tu propio cuento es sólo una más entre las miles de interpretaciones que se le pueden dar y todas, por cierto, son igual de válidas.

Mejor olvídate de reglas, decálogos y frasecitas cliché. El mayor placer de contar con un sistema de reglas básicas es la posibilidad de poder transgredirlas el día que se te de la gana.


Monday, September 20, 2004

Felicidades Ciudad de Monterrey

Un día como hoy, hace 408 años, el señor Don Diego de Montemayor enterró su espada a la orilla del Ojo de Agua de Santa Lucía. Con la encomienda virreinal de colonizar las 200 leguas que comprendía el Nuevo Reino de León y con una tropa de potosinos y saltillenses, el señor Montemayor fundó la ciudad que cuatro siglos después sería la más progresista, trabajadora y rica de todo México: Monterrey.

Aunque es una ciudad con 408 años de edad, la verdad es que Monterrey es bastante joven, pues su auge económico surge en el porfiriato, bajo la gubernatura de Bernardo Reyes. La fundación de la Cervecería, la Fundidora y la Vidriera fueron el detonante que impulsó el boom regiomontano. En ese sentido Monterrey es una ciudad del Siglo XX. Siendo realistas, el peso histórico de Monterrey en el marco nacional durante el Virreinato y el Siglo XIX fue por demás discreto. Se recuerda claro la heroica defensa contra las tropas de Taylor en 1846 (a la que nuestro amigo el Sueco por cierto se permite restar méritos) También el desaire del Gobernador Santiago Vidaurri contra Juárez en 1864. Sepa el lector que el cacique Vidaurri le negó la entrada al Carruaje Presidencial en donde Juárez viajaba con el Tesoro y el Gabinete. Sin embargo, Monterrey era en aquel entonces una ciudad más pequeña incluso que Saltillo. Su desarrollo a partir de 1895 fue aceleradísimo y de ser un simple villorrio norteño, se transformó en la sede de la Revolución Industrial Mexicana. Hoy la economía mexicana sería inconcebible sin las industrias regias que son en gran medida las que mantienen funcionando a este país.
En el plano personal, reflexiono sobre lo tormentosa que ha sido mi relación con mi ciudad natal. Digamos que ha sido una suerte de matrimonio conflictivo, pues aunque encarno muchos de los valores y la mística regia, he de confesar que muchísimas veces me sentí absolutamente forastero en sus calles que tan bien conozco.
Mi relación con Monterrey es difícil. Mi ciudad me ha parecido las más de las veces hostil hacia mi persona. Empezando por la soberana mentada de madre que es su clima y concluyendo con los usos y costumbres de una sociedad clasista atiborrada de complejos aristocráticos obsesionada por los apellidos, la pertenencia a círculos selectos y la competencia económica.
Sin embargo, siempre estará ahí el influjo seductor de sus montañas, majestuosos guardianes, omnipresentes en mi existencia. En Monterrey uno se siente de una u otra forma resguardado por nuestras murallas montañosas. Monterrey es una ciudad ideal para la práctica del ciclismo (el deporte que más he practicado en mi vida) y es por mucho y sin discusión la urbe en donde se vive el futbol con mayor pasión e intensidad en todo el país. El regio es un aficionado fiel como ninguno y un verdadero conocedor de futbol. También extraño sus múltiples expresiones musicales. Las noches de música clásica inundando la Explanada de los Héroes, la costumbre de tomar el fresco y la cerveza en los solares de las casas, el olor de la carne asada el sábado por la noche.
He vivido en tres diferentes ciudades de este país, México DF, Monterrey y Tijuana y puedo asegurar con conocimiento de causa que la formalidad laboral y profesional del regio es inigualable. Debo confesar que en un principio me costó adaptarme al valemadrismo e informalidad tan propios del tijuanense.
Sin embargo hoy en día estoy más que adaptado y hecho a las costumbres de Tijuana, ciudad en la que soy muy feliz, si bien mi esposa y yo aún conservamos mucho del espíritu regio. Previsores con el dinero, ahorradores y muy trabajadores ante todo. Para muestra hoy: Con una cruda que ni Satanás me cura, producto de los casilleros del Diablo y las cervezas que amablemente nos invitó nuestro amigo PG Beas excediendo por mucho el compromiso de su apuesta, he aquí que estoy en píe desde las 7:00 de la mañana y tuve que cubrir una maratónica gira con el Presidente Fox. ¿Por qué soy tan responsable?

Tijuana vive su presente. Monterrey se obsesiona con la planeación del futuro.
Yo elegí Tijuana para vivir. Me autoexilié aquí y es posible que aquí viva por siempre. Nunca digo de esta agua no beberé, pero es poco probable que algún día retorne a Monterrey. La de Tijuana es la sociedad más tolerante y diversa de México, lo cual es un valor que no se cambia por nada. Su clima, a diferencia del regio, es delicioso. Un clima privilegiado para envidia de muchos. La diversidad regional de ecosistemas con mar, cerro, desierto y bosques es algo que amo. También la mística de sus calles.

De cualquier manera, hoy la que cumpleaños es regiolandia, así que desde la lejanía va un abrazo y Felicidades por esas 408 velitas del pastel.

Sunday, September 19, 2004

Bueno, pues en otro partido de auténtico waterpolo en donde la furia del Diluvio del Antiguo Testamento cayó sobre San Nicolás de los Garza, dos fieras prófugas del Arca de Noe se enfrentaron. Por una parte un felino menor, un gatillo salvaje del monte comandado por un entrenador petulante y sobrevalorado y por otra un Felino Mayor, auténtico rey de todas las fieras, majuestuoso Tigre de Bengala. Se batieron entre las aguas del Diluvio Universal y al final la ley del ecosistema rifó. El Gran Felino se impuso al lindo gatito por 3 a 1.
Bueno, más allá de metáforas bíblicas.
Carol y yo fuimos a la playa. Caminamos un buen trecho con los píes dentro del agua, desde el faro hasta la altura de nuestra antigua casa, junto al parque de beisbol. El día era hermoso y el fresco del agua más que delicioso. Al caer la tarde buscamos un lugar donde ver el juego. Llegamos a un improbable sitio frente a la plaza de toros llamado el Mesón del Quijote o algo así. En el lugar anunciaban con pompa y con esmero una pinche pelea de box. Yo llegué y pedí que por favor me pusieran el juego de los Tigres en una tele, pues debe saber el amable lector que el boxeo se cuenta entre el millón y medio de cosas que me valen reverenda madre por no decir que me repugnan. Lo más loco del asunto fue que el lugar más cercano a la tele era una mesa de billar y la mesera no tuvo inconveniente en servirnos ahí. Así que apoyados sobre el paño rojo de una mesa de billar saboreamos cervezas bohemias y champiñones al ajillo. Comenzó el partido. Inicio titubeante y bueno, el gatucho montés se puso al frente gracias a un error defensivo. Pero el segundo tiempo fue otra cosa. En los segundos 45 minutos yo simplemente no vi aparecer al minino en la portería Tigre. Fue borrado de la cancha, pese a una injusta y artera expulsión contra Eduardo Rergis. Con 10 hombres y bajo una tormenta Tigres dio cuenta del gatito. Primero un penal cobrado como auténtico mastro por Silvera. Luego el señor mariscal Gaytán puso el 2 a 1 en el mismísimo ángulo inferiror y luego un auténtico poema de gol, uno de esos goles que no ves en 10 años, lo vino a clavar Silvera de taquito entre los charcos. Francamente creí que la lluvia inhibiría el buen juego, pero cuando hay calidad, hasta una cancha mojada es alfombra. Ojalá al patriotero de Hugo ya le haya quedado claro que Gaytán es el futuro 10 de la Selección Mexicana si es que se quiere evitar el fracaso en Alemania 2006. Ahora es la madrugada. Escucho Iced Earth, concretamente el concierto en Atenas y para ser más concreto la canción Pure Evil. Por cortesía de mi amigo PG Beas he ganado un Casillero del Diablo que espero podamos compartir a la brevedad en medio de una sesión tango electrónico metalera y por cortesía de mi amigo Morcillo he ganado un libro (se acepta el nuevo de Saramago Ensayo sobre la lucidez) con la invitación a que pronto se de otra vuelta por Tijuana para que ahora sí compartamos un vino como Satanás manda y tal vez logre yo mi labor de evangelización y lo convirta a la Religión Tigre. Por lo demás, sólo me resta enviarles mi más sentido pésame a mis amigos pumas Mónica Arquitecta Arreola, Ángel Ruiz, Manuel Lomelí, René Gardner, Javier Vallejo y Alberto Sarmiento y de paso a Germán Dehesa que cuando vino a Tijuana pronosticó, pobre hombre ingenuo, que sus mininos nos ganarían. Puta madre, hago un repaso y vaya que hay gente que apoya al minino. Bueno, digamos que mientras no apoyen a la mierda rayada que por cierto mañana perderá contra América, todo es aceptado. En fin, es de sabios cambiar de felino. El Tigre los espera con los brazos abiertos amigos. Un abrazo y ARRIBA LOS TIGRES.