Eterno Retorno

Friday, June 11, 2004

Costumbres futboleras

Lo que dice Armando es muy cierto. En Monterrey, donde está la mejor afición futbolera de todo México, el interés raramente cruza el Cerro de la Silla. La forma de vivir el futbol en Monterrey es muy diferente a otras partes de la República. La gente está metidísma en el torneo pero se interesa única y exclusivamente en la marcha de Tigres y Rayados. La gente está clavada viendo todos los días el programa de Hernández Junior y escuchando en la radio los distintos espacios futboleros. Diario hay programación y notas sobre el tema, pero casi todas se limitan a lo que sucede con Tigres y Rayados. A diferencia de lo que ocurre en el Centro de la República, donde las Chivas aseguran medio estadio de banderas rojiblancas en cualquier cancha que se paren, en Monterrey el rebaño tiene nulo apoyo. Lo mismo sucede con Cruz Azul, América y de más cuadros típicos de portada del Esto. Siempre hay uno que otro chilango o estudiante foráneo que saca la banderita de alguno de esos pinches equipos ordinarios del Esto, pero entre los regios nos dividimos únicamente en dos. O eres Tigre o eres rayadito. No hay de otra.
Digamos que en mí conviven dos aficionados: El sentimental y el crítico. Mi parte sentimental sólo acepta a Tigres y cuando veo a Tigres lo hago con la camiseta puesta deseando que gane a como de lugar sin importar si juega bien o mal y si el rival es América o es Irapuato. Cuando estoy en la fase de aficionado crítico, soy un hombre que goza inmensamente de ese hermosísimo arte llamado futbol sin ponerse una camiseta y que ante todo quiere ver un buen partido de alta calidad, gane quien gane. Como en nuestras tierras no se practica el mejor futbol del mundo y como todos los equipos del Centro de la República me valen madre, el poco tiempo libre que tengo lo prefiero invertir en ver un Manchester vs Arsenal que un Cruz Azul vs UNAM.
Hace más de cinco años, cuando era soltero, me quemaba unos cuatro o cinco juegos por jornada y no era demasiado selectivo. Hoy en día sólo veo religiosamente el juego de los Tigres y el resto me entero por Acción o DeporTv. Los miércoles la Champions son de cajón y claro, de la Euro de naciones no me pienso perder un solo juego. No es malinchismo, pero la verdad no voy a quemar el poco tiempo libre que tengo para estar con mi esposa viendo un juego de la Chivas, el Cruz Azul o los Pumas. Por fortuna existen ESPN y Fox Sports que traen ligas un poquito más competitivas.

Y prepárense para manjar, que mañana empieza la Euro Portugal 2004-

33 libros

No todos los días regresa uno a casa con 33 libros bajo el brazo. Luego entonces, este es un día especial. Quimerista Crosthwaite me ha permitido hurgar en cuatro cajas atiborradas de libros para que me llevara lo que yo quisiera. Me sentí como niño en juguetería. Claro, nada más falta que los vea Carol, que me va a correr de la casa con todo y libros, pues en ese espacio hogareño, templo del caos y el desorden que llamamos estudio ya no cabe un alfiler. Siempre tendré eterna gratitud para quien me recomiende un buen libro (o un buen vino) Cuanto más para quien me regala un buen libro o 33 buenos libros, pues la mera verdad todos los que llevé lucen más que antojables. Creo que hice una buena selección. Obtuve lo mismo un ejemplar de lecciones de chino elemental, que una gigantesca historia de los Estados Unidos, algunos títulos de la mítica editorial Yoremito, una histórica traducción de Bukowski, el hiper célebre Liberalismo mexicano de Reyes Heroles. Entiendo que Conflictiva y Bruno Ruiz también estaban interesados en abrir las cajas a las que yo caí como insaciable y voraz ave de rapiña. Aclaro que fui moderado y creo haber dejado cosas que pueden ser de su interés, en algunos casos porque no quise abusar y en otros por tratarse de libros que ya tengo. Y aunque habitualmente soy terriblemente egoísta en lo que se refiere a mi biblioteca y suelo requerir anestesia para prestar un libro, siento una obligación moral de justificar mi avidez ante Bruno y Conflictiva, pues les confieso que arrasé con los de TusQuets (por ahí les dejé algún Alfaguara) así que si están interesados en alguno de los títulos que tomé, sólo háganmelo saber y yo accederé a prestarlo. Por lo pronto, no me queda más que darle unas sinceras Gracias a Quimerista por este regalo.

Estos son los libros que adquirí esta mañana

Por cortesía de Quimerista, obtuve Idos de la mente de Luis Humberto Crosthwaite

Y de las cajas extraje lo siguiente:

La Cebolla Silvestre Robert L. Jones
Interpretation and Overinterpretation Eco
El Liberalismo Mexicano en pocas páginas Reyes Heroles
Francisco José Amparán Tríptico Gótico
Las vocales malditas de Oscar de la Borbolla
Los pasos de la noche de Héctor Alvarado
Río de redes Jorge Eduardo Alvarado
Propuestas literarias en el marco de las nuevas tecnologías de la información.
El Norte: una experiencia contemporánea en la narrativa mexicana
Una ayuda ficticia: Elisa Carlos
Ucronías Oscar de la Borbolla
¿El crimen como una de las bellas artes?
Deseo y mirada del laberinto: Carlos Oliva Mendoza
Antonio Saborit: Los doblados de Tomochic.
David Ojeda: Los testigos de Madigan
Barthes, Todorov y Eco Análisis estructural del relato
Principios de análisis del texto literario Cesare Segre.
Banquete de pordioseros de varios autores
La Rumorosa, dond elas piedras miran de David Monay
El jinete de Ib Michel
Soy la orilla de un vaso que corta, soy sangre de Bukowski
Cenizas y otros cuentos, Nektli Rojas
Ernesto Mestre, La rumba de Lázaro
Los ojos vacíos, Fernando Aramburu
Hasta la madre de rock de Juan Martín Cárdenas
Lotería de Vicente Leñero
El expediente de Timothy Garton
Coleccionista de coleccionistas de Tibor Fisher
America, a narrative history de George Tindall
Chinise, a complete course for beginers

Se me olvida alguno?

Por cierto: Tengo un ejemplar de Todos los nombres de Saramago aún cerrado que le regalaré a la primera persona que se muestre interesada. Antes yo era tan egoísta con mis libros, que no regalaba uno ni aunque lo tuviera repetido. Pero creo que debo empezar a regalar aquellos títulos que dobletéan en mi librero. También tengo por ahí un Fausto de Goethe en muy buenas condiciones





La Iglesia y el Ejército

Por azares del talacheo periodístico propio del día de guardia, la tarde del miércoles tuve que efectuar un par de coberturas que me llevaron a las puertas de las dos instituciones que fungen como karma de nuestra historia nacional. La Iglesia y el Ejército. Fue una mera y simple coincidencia que me hizo caer en repentinas meditaciones que no quise dejar pasar.
Por la tarde, debí corretear la información relativa al caso de un militar que fue baleado en el retén de Popotla por unos sujetos que le dispararon desde una camioneta. De entrada supe que enfrentaría una muralla de silencio. Ninguna institución en este país es tan hermética como el Ejército Mexicano. Por supuesto de los militares no obtuve una sola palabra de lo sucedido y todo lo que puede averiguar fue de rumores, versiones extra oficiales y no digas que yo te lo conté.
Por la noche, debí acudir a la sede del Seminario Diocesano a cubrir la fiesta de su director, quien cumplía 30 años de haber sido ordenado sacerdote. En este caso se trataba de una cobertura más que suave y amigable sobre un evento social en el que fui muy bien recibido. Aunque usted no lo crea, suelto tener buenas y amables conversaciones con los sacerdotes.
Al filo de la madrugada, mientras manejaba de regreso a casa escuchando un disco de Judas Priest, medité sobre la vocación y esencia de estas dos instituciones ancestrales, que tantos dolores de cabeza han dejado en las páginas de nuestra historia.

No es concebible la cultura humana sin la Iglesia y el Ejército. El guerrero y el sacerdote están presentes en las más primitivas civilizaciones y en todos los casos, encarnan una figura de poder, que exige respeto por fungir como cimiento y pilar de la civilización. Nuestra guerra de Reforma 1858-1860 y todo el movimiento liberal son la primera gran reacción mexicana de la cultura del librepensamiento en contra de la autocracia natural de estas instituciones. Pero la historia es larga y no pretendo enlistar aquí los incontables cuartelazos y asonadas militares que han bañado de sangre a México, ni la demencia irracional a la que el fervor religioso ha llevado al pueblo, como fue el caso de la Guerra Cristera o la rebelión de Tomochic.
Lo que medité es lo complicado que resulta incrustar en una democracia a dos instituciones que son por naturaleza antidemocráticas.
Ni un cadete del Colegio Militar ni un seminarista son educados en la cultura del librepensamiento, la duda, el cuestionamiento o la crítica, valores todos ellos propios de la Ilustración.
No se puede exigir transparencia, tolerancia y equidad a quien su formación le hizo acuñar conceptos contrarios a estos valores.
La Iglesia y el Ejército son instituciones donde la jerarquía es incuestionable y la obediencia absoluta es una virtud. Cuestionar o dudar son terribles defectos para el soldado o el sacerdote.
He convivido de cerca con algunos militares. Todos ellos personas cultas, preparadas, amables. Se que los mejores médicos e ingenieros están en el Ejército. Mi gran amistad con Carlos Macías, hijo de un militar de alto rango, me hizo conocer de cerca este medio. Incluso en alguna ocasión yo llegué a considerar convertirme en abogado militar. Respeto mucho al Ejército, pero creo que me es complicado hablar su mismo idioma, empezando por el hecho de que lo que para mí es un valor, para ellos es un defecto. Mi oficio es dudar, cuestionar, desenmascarar. El suyo obedecer, ejecutar y callar. Por ello a un soldado le resulta una insoportable falta de respeto que un reportero greñudo e insolente, armado con su cámara y su grabadora, le exija información sobre un soldado herido. Ellos no están acostumbrados a pedir explicaciones y les debe cagar de sobremanera que alguien se las exija.
Sobre la Iglesia no hablaré más. Ya muchas veces he expresado aquí mis creencias y quienes me conocen saben cuáles son mis sentimientos hacia el cristianismo. Con la edad me he vuelto más respetuoso y amigable. Soy un ateo que no cree en la existencia de ninguna deidad, pero provengo de una familia católica que respeta plenamente mis no creencias. Sin embargo, en el plano estrictamente político, siempre he considerado peligrosa la incursión de la Iglesia en los asuntos nacionales. El debate entre Umberto Eco y el cardenal de Milán Carlo María Marini incluido en Cinco escritos morales ilustra a la perfección estas meditaciones. Por lo pronto, creo que si algún improbable lector tuvo la mala fortuna de caer en este nuevo pantano de la cuna porquerioza, ya debió haberse quedado dormido hace mucho rato con tanto rollo estéril, así que en consideración, optaré por poner punto final.

Por algo existe el derecho canónigo y el derecho castrense

Por Daniel Salinas Basave


De entrada, hay que comenzar aclarando que ?También Berlín se olvida? será como un pez en las manos de todo aquel que pretenda sujetarlo dentro de la jaula de un género o definición.
Esta obra de Fabio Morabito se resiste a cualquier intento de
encasillamiento y si bien es un hecho que estamos ante literatura en estado puro, es mejor no intentar perder el tiempo en definiciones.
No estamos ante una novela, ni ante un conjunto de cuentos o un híbrido de ensayo y tiene altas dosis literarias como para reducirlo a una simple guía turística o a un simple intento de describir una ciudad con tientes poéticos.
Lo único que queda demasiado claro, es que el personaje principal, por no decir el único, de esta obra de Morabito se llama Berlín.
Una ciudad con sus infinitos misterios y particularidades basta y sobra para ser el único rostro de una obra.
Pues aunque existe por momentos un narrador en primera persona, que parece ser el mismo autor, su presencia es tan sutil, tan borrosa, que el lector jamás distrae su atención del objetivo único que es la ciudad. Esta urbe es desmenuzada por la pluma de Morabito que penetra en Berlín y lo desgaja como un fruta madura.
Los rostros berlineses de Morabito recuerdan los mejores párrafos de un Cortázar o un Arreola.
Narraciones en las que un hecho simple, real y en extremo cotidiano adquiere tintes fantásticos, filosóficos, terriblemente absurdos o cómicos. Al final, el lector queda con la impresión de haber tenido un entretenido paseo de poco más de 80 páginas por la capital de la Guerra Fría y yo, sin saber exactamente por qué, pensé demasiado en Tijuana.

Thursday, June 10, 2004

Absoluta indiferencia

La liguilla sin los Tigres es un cielo sin estrellas, un bosque sin árboles, una mujer agria sin mayor gracia ni atributo.
No recuerdo una final del futbol mexicano que me sumiera en tal grado de apatía e indiferencia. No me pregunten a quién le voy. Me da exactamente lo mismo. Sí, me tomaré el tiempo para ver Chivas vs Pumas, pues intuyo que será un buen juego, pero no siento la más mínima emoción ni algún tipo de sentimiento que me haga sentir un poco de simpatía o siquiera franco rechazo hacia ese par de equipos sobrevalorados. La verdad de las cosas es que los dos me valen absolutamente madre y sus respectivas aficiones me generan un insoportable spleen. Tanto los aficionados de Chivas como los de Pumas parecen vivir para odiar al América, antes que para apoyar a sus equipos. Si las Águilas jugaran la final contra cualquiera de estos dos, sin duda las apoyaría, solo por el placer que me da ver a chivitas y pumas retorcerse el intestino de odio cada que pierden con los cremas de Televisa.
Por cierto que el 7 de junio de 1991 yo acudí al Estadio Olímpico México 68 a presenciar la última final que jugaron los Pumas y que ganaron con gol de Tuca Ferreti. Un gran juego. Gratos recuerdos de aquel hermoso verano del 91. Yo por mi parte espero con ansias el inicio de la Eurocopa de Naciones y no es por malinchismo, pero si el domingo el Inglaterra vs Francia se juega al mismo tiempo que el UNAM vs Chivas, mi atención se concentrará en tierras lusitanas. Chivitas y pumitas por mi se la pueden arrancar.

La pepena

¿Quieres darte un paseo por el Infierno? Fácil, te recomiendo que vayas al basurero municipal de Tijuana. Cuando el camión descarga sus desechos, podrás ver a más de 300 pepenadores arrojarse sobre los desperdicios de la misma forma que lo hacen los niños sobre los dulces que caen de la piñata rota.
La imagen de un hombre, o más aún de un niño que husmea con avidez entre los desperdicios, es uno de nuestros cuadros urbanos más apocalípticos y una de nuestras imágenes más socorridas cuando queremos hablar de miseria. Aún así, la pepena no es en términos económicos la más miserable de las actividades humanas. Aunque no me creo esos cuentos tan socorridos de pepenadores millonarios, lo cierto es que sus ingresos no son tan magros como los de un obrero de maquiladora. Eso sí, se tienen que sobar el lomo para juntar cuantas latas les sea posible. A nueves pesos el kilo de latas. Cada día sale un promedio de una tonelada de aluminio del basurero municipal. El plástico, el papel, el cartón, el cobre, la ropa, los juguetes y los aparatos viejos son igualmente apreciados. El desperdiciar es uno de los mandamientos de la sociedad capitalista. El hombre consagra su existencia a la materia que en poco tiempo se convertirá en un estorbo. El desperdicio es una de las liturgias favoritas del capitalismo En este ecosistema, los pepenadores son los carroñeros. Alguna vez, en el verano de 1996 en Massachussets, logré juntar en un día 36 dólares de pura lata, mismos que me fueron muy útiles para mi primer brinco al charco. Afuera de los supermercados, el Donelands concretamente, había maquinitas para aplastar latas. Esos dolaritos extra fueron la diferencia entre comer y no comer en ese primer viaje mochilero.

Tuesday, June 08, 2004

Decálogo del cuentista

Vía Fernando Nachón llega hasta mi computadora este interesante decálogo del cuentista. Vale la pena analizarlo. El decálogo es obra del genial Horacio Quiroga, sin duda uno de los puntos de referencia ineludibles del arte de contar cuentos en este nuestro americano continente. Aquí les va el decálogo aderezado con su respectivo comentario.

I

Cree en un maestro -Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en Dios mismo.


Comentario DSB: No puedo creer en un maestro como Dios mismo por la sencilla razón de que Dios no existe. Mi maestro en cuestión se transformaría en simple estado gaseoso, aburrido pretexto de insuficiencias ontológicas como sucede con todo aquello que abandona su humana esencia para pretender divinizarse. De los mencionados, definitivamente Poe, seguido por Chejov. Entiendo que a Quiroga no le tocó ser contemporáneo literario de un señor maestro como José Revueltas o Juan Rulfo, o un Cortázar o un Borges o un artista de la miniatura como Monterroso y es por ello que no los menciona, aunque me extraña en verdad que omita a Gogol. Por lo que a mi respecta, mi maestro tallerista se llama Rafael Ramírez Heredia.

II

Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.


Comentario DSB: Toda otredad es una cima inaccesible. Cuanto más lo es pretender acceder a la cima de un otro genial. Por lo demás, creo que tomar como punto de partida el soñar domar el arte de otro, es sinónimo de empezar perdiendo el partido.

III

Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia

Comentario DSB: La imitación literaria es imposible. Tratar de copiar los motivos, desvaríos y alucinajes que llevaron a un creador a concebir determinaba obra, es humanamente imposible. Toda obra obedece a instantes únicos e irrepetibles. Un buen cuento ni siquiera se imita a si mismo en los territorios de la imaginación de dos lectores distintos. Cada lectura es una reinvención. De cualquier manera, las ideas casi nunca nacen por generación espontánea y si bien la contemplación es tierra fértil, uno no navega por esta vida sin influencias.

IV

Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.
Comentario DSB: ¿Capacidad para el triunfo? ¿Ardiente deseo de triunfar? Eso me suena un poco como a las palabras motivacionales de un entrenador a sus pupilos antes de saltar a la cancha. ¿Quién define el triunfo literario? ¿El Premio Alfaguara acaso? ¿Cuándo se gana y cuándo se pierde? Amar a mi arte (¿cuál chingado arte perdón?) como a mi mujer sin duda me traería problemas. En mi caso, la escritura está condenada a ser una simple concubina desatendida, una putilla segundona que debe conformarse con mis poquísimos ratos libres.

V

No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.

Comentario DSB: Me parece que uno de los grandes placeres que nos reserva la literatura es la capacidad de sorprendernos a nosotros mismos a cada momento. De la misma forma que como lector puedo ser sorprendido por un buen cuento, como escritor puedo llevarme gratas sorpresas y terribles sustos cuando esa mano rebelde e insurrecta corre como una yegua desbocada y me lleva hacia terruños insospechados. En efecto, creo existe una tercera persona creativa que toma el control de nuestros actos. En parte coincido con Quiroga; no puedes dejar todo a la absoluta improvisación, pero no puedo concebir un cuento sin al menos unas gotas de ese delicioso elixir de azar y experimentación que tantos goces nos reserva.

VI

Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: "Desde el río soplaba el viento frío", no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.

Comentario DSB: totalmente de acuerdo con Quiroga. El famoso ritmo garciamarqueano siempre me ha parecido una falacia. Los cuentos no son poesía ni deben pretender emular a una sinfonía. También coincido en que en literatura no se valen los sinónimos. Digamos que en periodismo el uso de sinónimos te ayuda a darle una limpiadita a la sintaxis, pero en literatura cada palabra es insustituible y tiene un peso específico que no se puede suplantar.

VII

No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.


Comentario DSB: La primera persona que me echó en cara mi enfermiza propensión a los adjetivos fue mi amigo Gerardo Ortega, sin duda uno de los poetas más auténticos que ha parido el Cerro de la Silla. Mi diaria labor periodística me ha vacunado contra la el vicio adjetival. Un adjetivo dentro de un reportaje es una mancha, es un escupitajo a la imparcialidad que debe perseguir todo periodista. Pero dado que la literatura es mi terapia curativa de la sobredosis de periodismo, a veces recurro al adjetivo con la avidez de un alcohólico frente a la botella luego de meses de abstinencia.

VIII

Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.


Comentario DSB
Sabio consejo de Quiroga; hay que tomar al personaje de la mano, cierto, pero jamás se debe caer en la tentación de esposarlo a nosotros. No se puede ser amo y señor de una creación. Un personaje, aunque usted no lo crea, ocupa riendas sueltas, caminar con sus propios zapatos y de ser posible, volar con sus propias alas.
¿No abusar del lector? Cierto, el problema es que a mí bien podrían meterme al bote por ser un inclemente abusador de todo aquel improbable lector que comete el error de caer en el fango de esta porquerioza cuna.
IX

No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino


Comentario DSB
¿Desterrar la emoción de la escritura? Carajo, eso sí que es tema de debate pues ahí sí que no estoy de acuerdo con Quiroga. Imaginen ustedes, si cuando elimino la emoción de algo tan en extremo técnico como es el periodismo siento peor que el más mula de los Sísifos ¿Cómo habría de sentirme si le mato la emoción a la escritura? Claro, estar emocionado no significa que uno deba empapar el papel de lágrimas o hacerlo garras por tan elevadas dosis de odio en la sangre, pero tampoco se puede ser tan extremo frío como para crear un cuento con la precisión y la indiferencia de un obrero de maquiladora. Sin embargo, he de aceptar que este mundo nuestro pertenece a los técnicos y no a los rudos.

X

No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.


Comentario DSB
No puedo estar más de acuerdo con este último mandamiento. El problema es que hoy en día la plaga teorréica y culturosa se ha dado a la tarea de escribir para agradar a jurados, mecenas culturales y regodear las ubres incubadoras de parásitos. ¿Transformarse en uno de los personajes del cuento? La verdad creo que es imposible no hacerlo.

Monday, June 07, 2004

Por libros no paramos

Mi mujer me ha regalado Historia del tiempo perdido I, Por el camino de Swann, de mi compadre francesito Marcel Proust en una preciosa edición de editorial Lumen. Yo por mi parte le he regalado las Obras completas del señor Sigmund Freud. La verdad es que tenía un buen rato queriéndole comprar las obras del Sigmundo. Tres tomos tamaño tamalote en pasta dura que en total suman 4 mil páginas de puro psicoanálisis ranchero como diría el compa Nachón.

La fuente de Babel

Poner de acuerdo a un albañil, un plomero y un herrero que construyen una fuente en el patio de tu casa, es una labor de cabildeo diplomático mucho más ardua que la de un intérprete de la ONU que en tiempos de la Guerra Fría debía poner de acuerdo a los delegados de la URSS, Estados Unidos y China.
Carolina ha diseñado en su mente una fuente preciosa para nuestro patio. El modelo fue inspirado en la decoración del restaurante Se De Vino en Ensenada. El problema es que el albañil, el plomero y el herrero interpretan cada quien a su manera las sagradas escrituras y cada uno tiene su idea preconcebida, e inmutable al parecer, de lo que debe ser esa fuente. El albañil, el plomero y el herrero tienen egos tan grandes como el de un Dalí, un Nietzsche y un Miguel Ángel. Es imposible hacer que se pongan de acuerdo y ninguno acepta que sea otro quien disponga la manera en que se ejecutará esta obra, a la que estoy por bautizar como la fuente de Babel. Como música de fondo, los ladridos del Morris ponen sabor a esta sinfonía del caos y el desentendimiento, mientras el albañil, el plomero y el herrero afirman que su idea de fuente nace de una iluminación celestial y que los otros dos no tienen ni idea de lo que están haciendo.


Engordando el perro

El sábado recurrí a una ancestral y casi olvidada práctica de reporteo: La del cazador libre que sale a la calle con una cámara sin rumbo fijo, únicamente para ver que pesca. Hace ocho años, cuando era el novato de la redacción de El Norte con 22 años de edad, era muy típico para mí el desarrollar esas actividades. Creo que todo aquel recién llegado a una redacción debe pasar por ese proceso. En la redacción de El Norte, como en cualquier redacción del planeta, los grandes temas, los reportajes golpeadores y las fuentes perronas estaban copadas por los veteranos. A los jóvenes nos tocaba salir a la calle a buscar la noticia bajo las piedras. Baches, graffiti, casas abandonadas, doñas de colonia popular exigiendo servicios y vigilancia. Puedes salir a caminar por las calles de cualquier ciudad y siempre encontrarás miles de personas dispuestas a contar su historia, a quejarse, pedir ayuda y vociferar contra el Gobierno y tú traerás tus alforjas llenas de notitas condenadas a priori a refundirse en la página 10. Todo lo que traigas es bueno. El chiste en esos casos no es acaparar la portada sino engordar al perro. Confieso que sentí cierta nostalgia, algo así como un gusanito parecido a la felicidad al recordar mis primeros días de perreo, torciéndole el cuello al cisne, como dice el Gabo García Márquez. Hoy en día, y desde hace bastante tiempo, me da por creer que si aquello que escribo no será la portada del periódico, entonces ni vale la pena escribirlo. A veces creo que en este asunto del periodismo pasé muy pronto de ser un novato a ser un veterano. Como si no hubiera habido punto intermedio de madurez y consolidación. Ya he dicho que esto es adictivo, pero a veces me veo al espejo y me encuentro como si fuera un viejo heroinómano en cuyos brazos lacerados por tantos años de carrilla no hay piel disponible para otro pinchazo de emoción. Pero siempre, en algún rincón del alma, acabo por encontrar un último reducto capaz de emocionarse con el ancestral y adictivo deporte de torcerle el cuello a este cisne inmortal.


Nueva música

El pasado jueves recibí vía paquetería desde la Sultana del Norte, un regalo de mis padres. Se trata de un par de discos altamente recomendables que a lo largo de todo el fin de semana se han dado a la tarea de traer a carrilla las bocinas. Datsuns es una banda de la que había escuchado hartas recomendaciones pero a la que no se me había hecho escuchar aún. Ellos practican un Rock and Roll garagero, sucio y corrosivo, altamente recomendable. Digamos que suena un poco como las rolas más atascadas de Pixies con unos cuantos aderezos a lo Motörhead, Black Crowes y Strokes. Pero basta ya de odiosas comparaciones. Datsuns vale la pena por si mismo. Un rock and roll tan básico, de tientes punketos te puede perfectamente alegrar el sábado.
El otro disco que recibí es el doble de HamerFall en vivo en su natal Gotenburgo Suecia. One Crimson Night se llama el disco que incluye un concierto completito de los caballeros templarios de Escandinavia, más tres bonus tracks grabados en vivo desde Guadalajara Jalisco. Desde hace ya algún tiempo soy un fiel seguidor de HamerFall, sin duda la banda que practica hoy en día el Heavy Metal más ortodoxo, puro y fiel a su esencia. Todas las rolas tienen temática épica y medieval, basada principalmente en las leyendas de los caballeros templarios. Cuando escuchas a todo volumen rolas como Crimson Thunder y Templars of Steel se te enchina la piel y tu corazón se contagia por el espíritu de un guerrero templario que parte a las Cruzadas. Pocas cosas hacen tan feliz la vida como una canción que te toca el alma en el momento adecuado.

Narcoviviendas

Hay sitios, casas, cuartos, que cargan una vibra capaz de infiltrarse en cada poro de tu piel. En esos lugares puedes sentir que hablas de tu con los fantasmas. Bueno, debo aclarar que en los dos casos que aquí mencionaré, llegué sabiendo a priori de que lado mascaba la iguana. Me hubiera gustado saber si habría sido capaz de sentir una vibra especial de haber llegado a ciegas y no con una idea preconcebida.
En fin, la cuestión es que la semana pasada visité dos casas que sirvieron como refugio al hampa.
El miércoles por la tarde, acudimos a un fraccionamiento en La Mesa, típico paraíso clase mediero de casas chicas habitadas por parejas jóvenes atiborradas de aspiraciones ridículas. En las calles jugaban los niños y en las puertas de las casas las doñas rumiaban el spleen de su clasemierdez. Pues bien, una de esas viviendas, concretamente la marcada con el número 7612-13, fungió durante varios meses como casa de seguridad de un grupo de secuestradores y narcotraficantes. En dicha vivienda ordinaria, promovida por alguna inmobiliaria usurera ideada por los capitalistas inmobiliarios para esclavizar con sus impagables cuotas mensuales a una pobre pareja de empleados, había un arsenal de armas de altísimo poder entre las que se podían contar los infaltables AK-47, los AR-15 , un rifle de asalto con disco calibre 45-70 capaz de atravesar blindajes y un par de pistolas nueve milímetros, además de mil cartuchos útiles, 32 paquetes de mota de a kilo cada uno y esposas, cadenas y cachiporras diversas. En esa casa estuvieron guardados al menos tres empresarios secuestrados entre diciembre de 2003 y abril de 2004. Uno de ellos, Antonio Ríos Acosta, fue asesinado. Los secuestradores fueron capturados la noche del martes tras espectacular operativo del Ejército, PFP, PGR, Siedo etc. El miércoles llegamos ahí para tomar unas fotos y hablar con los vecinos. La casa, en total abandono, no estaba acordonada, sus ventanas delanteras estaban rotas y la chapa de la puerta tronada. En el interior un sillón negro, un horno de microondas y altar de la Santísima Muerte como guardián del terruño. La Gran Señora Blanca siempre impone respeto a cualquiera. Las ventanas traseras tapadas con cinta y papeles. Al lado de la casa, habita una familia con niños chiquitos absolutamente ajena a sus traviesos vecinos. Uno nunca sabe quien vive en la casa de a lado.
Dos días después, el viernes por la mañana, acompañé a mi colega Said Betanzos (cronicaspoliciacas.blogspot.com) a la casa de seguridad del Efra y el Macumba, lugartenientes del CAF, capturados la noche anterior en medio de un show de armas largas, helicópteros, chalecos antibalas y faramalla diversa, cuyo heroico acto será atribuido por Blancornelas al siempre benemérito y abnegado Ejército Mexicano (nunca la PGR será bueno de la película, sólo los militares merecen la gloria, marca el manual de estilo de Zeta) Lo que en apariencia era un taller de carrocería y pintura como miles que hay en Tijuana, era en realidad la base de operaciones de los lugartenientes más poderosos de los aretes desde la caída de Labra y Mayel. Un vaso aún lleno de clamato, botellas de cerveza, muchos frascos de vitaminas (Noni para ser exactos) y un billete de dólar enrollado por el que hizo su viaje a la nariz el último pase de coca, son la herencia de la parranda final del Efra y el Macumba a los que sorprendieron más de cien armas largas cuando se aburrían con el 0-0 de UNAM y Cruz Azul. Las botas de cocodrilo, las camisas de seda, el altar a San Judas Tadeo, los cargadores de teléfonos celulares, las revistas pornográficas, miles de boletos y promocionales del centro de espectáculos Alamar, un ejemplar del Zeta y otro del Esto completaban el mobiliario. ¿Cuántas cosas se planearon en ese lugar? ¿De qué conversaciones fueron testigos esas paredes?
En fin, si quieren sabe más del asunto recomiendo leer cronicaspoliciacas.blogspot. com o yorsh.blogspot.com, en donde podrán ahondar en la información relativa a estos sujetos y conocer detalles que Blancornelas jamás les podrá platicar.
Por lo que a mi respecta, sólo me queda señalar que lo que me tiene en verdad intrigado es el destino del hermoso Rothwailer y su cachorrito. ¿Alguien quiere adoptar al perrito de los Arellano?