Eterno Retorno

Tuesday, October 05, 2004

Nuevo Periodismo

Puntualmente recibo la nueva convocatoria de la Fundación Nuevo Periodismo, sólo que en esta ocasión no postulare, pues durante las fechas que se celebra el curso con Alma Guillermo Prieto en Buenos Aires, yo estaré de vacaciones. Así las cosas, dejaré descansar a los colegas colombianos que por una vez dejarán de leer mis autobiografías de 800 palabras.
Dentro del pandemonio de periodistas ? narradores estrella, un catálogo de 10 o 15 nombres que tienen a Tomás Eloy Martínez como luminaria y al Gabo García Márquez como Zeus total, Alma Guillermo Prieto es un nombre que cada vez pesa más.
Esto del periodismo narrativo es uno de los tópicos más cacareados de mi profesión. Todo mundo te dice que los periodistas que escriben bien bonito y te platican la noticia como un cuento son los mejores. Sin embargo, lo que plantean en la invitación es cierto:

En distintos países de América Latina han surgido en los últimos años nuevos medios, desde revistas a sitios de Internet, que están apostando por un nuevo periodismo, la mayoría de las veces con precaria economía, brindando espacios para la publicación de trabajos narrativos, la experimentación, la crítica social, el humor y la investigación periodística.Este tipo de medios se constituyen en un providencial refugio para periodistas jóvenes y entusiastas, que se han chocado con la cerrazón de medios impresos convencionales. Precisamente Alma Guillermoprieto se reunió hace poco con un grupo de jóvenes periodistas para conocer sus expectativas frente al oficio. Una de las sensaciones que le quedó de ese encuentro fue la de una frustración generalizada con respecto a la posibilidad de desarrollar trabajos de periodismo narrativo en los medios tradicionales. A pesar de que existe la percepción de que la crónica y el reportaje de largo aliento han recuperado algo de espacio en diarios y revistas de circulación masiva, también se percibe que muchos de esos espacios ya están copados y no parecen expandirse más.

Triste realidad