Eterno Retorno

Wednesday, July 14, 2004

Vivimos una época en la que parece haber demasiada prisa por condenar a muerte el presente. Obsesionados por una vocación de futurólogos asesinos, nos da por descubrir el deforme rostro de lo obsoleto en cada aspecto de la vida diaria.
Tal parece que el ser ?absolutamente moderno? de Rimbaud encuentra su máxima realización en la medida que dicta sentencias condenatorias. La única forma de ser moderno es aniquilando o pretendiendo aniquilar el presente. Aferrarse a él constituye un pasaporte inmediato a la inmolación. La ridícula marca de lo caduco, lo anacrónico, lo pasado de moda amenaza con posarse sobre nosotros y nada parece darnos más pavor.
Los movimientos, ideas y conceptos empiezan a apestar a muerto cuando ni siquiera acaban de nacer.
Basta con echar una rápida mirada al parte de bajas para darnos cuenta de esta vocación destructora.


Y yo me pregunto ¿Cuánto faltará para que brote de un pantano el primer teorreíco que se regocije profetizando la muerte de la blogósfera? ¿Quién será el primer culturosete que declare agotadas las posibilidades del blog y se ponga a hablar de post blog? Sin duda cualquiera de los pendejos que se regocijan declarando muerta a la novela y para los que Balzac es una de las reliquias de peor gusto en el armario de la bisabuela.