Eterno Retorno

Friday, July 09, 2004

Los libros están ahí, sonriéndome desde el estante, tan cínicos y seductores como la más cara de las putas de un burdel aristócrata. Sus portadas miran a mis ojos, por telepatía me hablan de paraísos perdidos que yacen ocultos en sus páginas, de indescriptibles placeres a los que sólo podré acceder cuando me entregue sumiso a su lectura. Los libros están ahí, regodeándose al saberse objetos de mi deseo. Me entregan eterna promesa de goce y escape, un pasaporte a la vida que está en otra parte, un salvoconducto para acceder a los edenes de otredad que sólo en sus páginas podré encontrar. ?Ándale, pinche Alonso Quijano, abre tu cartera y paga mi precio, o corre el riesgo y róbame, obtenme, llévame hasta tu buró y deléitate en tu egoísta placer de heroinómano.
En mi escritorio en la Redacción hay un altero de libros. En el buró a un lado de nuestra cama hay un altero de libros. Abajo del mismo buró hay un altero de libros. Sobre la cómoda de ropa, hay un altero de libros y a su lado tres libreros diferentes, anti decorativos, a punto de venirse a abajo, soportando en sus maderas las tropas omnipresentes de mi deseo.

Objeto seductor de este día: mi hermano el alcalde de Fernando Vallejo. El suigeneris nihilismo de este colombiano es un azuelo muy potente. Ver un nuevo libro de Fernando Vallejo es como enseñarle a un heroinómano una jeringa repleta del más selecto y cremoso opiáceo de Tailandia. Eso sí, confieso que la lectura de Vallejo me pone en un estado de ánimo muy particular. Si de por sí suelo cargar a cuestas con un humor negro un tanto insoportable y cierto calamariano instinto asesino, la lectura de Vallejo suele ponerme un poco más satírico y cagante que de costumbre. Bueno al menos eso me pasó con La Virgen de los sicarios, El desbarrancadero y Rambla paralela. Yo se los juro, no es mi culpa.


Llego a la peluquería y mientras espero que un estilista maricón (valga el pleonasmo) se ocupe de sacarle un poco de punta a mi cabello (le sacaron más punta de la que yo mismo deseaba) me entretengo leyendo al azar aforismos de Ese maldito Yo, de mi compadre E. M. Cioran.
Si algún día soy dueño de una peluquería, en la mesa de la sala de espera, atiborrada de revistas Cosmopolitan, Tv y Novelas y Eres, pondré un altero de libros de Ciorán, Vallejo, Fernando Nachón y fanzines del Chango 100.



Nuevo ejemplar de la Very Metal. En la portada Dream Theater, cuya rola de once minutos y 23 segundos titulada Endless Sacrifice, abre el cd promocional que siempre incluye esta recomendable revista. Otras de las bandas incluidas en el disco son Hammers of Misfortune, los incansables Napalm Death, una versión en vivo de Tierra Santa (los Maiden de España), los thrasheros germanos de Destruction y nueve bandas más.
Más que recomendable la rola de El Teatro de los Sueños. Esta banda de virtuosos cada vez más cercanos al rock progresivo, han sido equiparados a los mismísimos Rush. Luego de discos cada vez más progre, los del Teatro han virado de nuevo hacia una sonido más metalero, pero sin perder un ápice de elegancia y precisión. Su nuevo disco Train of Thought es una obra de arte y objeto de mi incurable deseo. Pronto será adquirido.