Eterno Retorno

Friday, July 23, 2004

 
La Santa Muerte
Homero Aridjis
Alfaguara Conaculta

Por Daniel Salinas Basave

Y es que me arriesgo a la prosa incluso aunque las balas atraviesen los poemas. La frase del escritor brasileño Paulo Lins me viene a la memoria cuando leo a Homero Aridjis en su fase de narrador.
Sucede  que el michoacano jamás renuncia a su vibra de poeta que se logra colar en cada párrafo de sus relatos.
La Santa Muerte, definida por el propio Aridjis como un sexteto del amor, las mujeres, los perros y la muerte es ciertamente un libro oscuro, diría hasta inquietante por la temática.
En cuestión de forma y estilo me quedo con la impresión de estar frente a una pluma que si bien pone en evidencia su meticulosidad en el cálculo prosístico, no parece demasiado novedosa con estos al parecer inevitables arrebatos poéticos.
Si bien hay una sensación de extrema pulcritud en la sintaxis, los personajes de los relatos no me parecen muy bien logrados, lo que a mi ver descubre a un autor  más preocupado por el estilo que por la trama.
La apuesta temática del sexteto es en definitiva por la oscuridad del espíritu humano. En el primer relato, homónimo del título del libro, Aridjis nos cuenta una historia negra de narcotráfico y brujería.
Siendo honesto, en un panorama editorial donde las narcohistorias se han puesto de moda, Aridjis nos demuestra que la descripción de los usos y costumbres de los capos de la mafia no es lo suyo, pues aunque supera con creces a un Arturo Pérez Reverte y su fallida Reina del sur, se ve un poco inocente si lo comparamos con un Elmer Mendoza u Horacio Castellanos Moya.
Si bien el relato adolece de falta de credibilidad, su prosa poética viene a rescatarlo y lo hace ver por momentos como un  ?capricho? Goya, atiborrado de personajes torvos y grotescos.
En ese sentido, uno de los relatos más ambiciosos y tal vez el más innovador, es El perro de los niños de la calle, en donde el lector contempla el mundo a través de los ojos de un can.
Aunque se puede decir que la imagen del perro callejero y el pordiosero es un cliché machacado en todo cuadro que pretenda evocar miseria extrema, hay que decir que Aridjis sale muy bien librado     
La aparente magia y la vibra ficticia que rodea al relato, no le resta un mínimo de crudeza y no faltará quien evoque un intencional paralelismo con Los olvidados de Buñuel.
No me gusta hablar de favoritos, pero si tuviese que elegir un relato del sexteto, tal vez me quede con  ?La calle de las vidrieras?.
El mayor claro oscuro entre Eros y Thanatos se logra en la figura del anciano holandés que recorre las vitrinas del distrito rojo de Amsterdam en busca del último acto carnal de su vida.
Aridjis, quien fuera embajador de México en Holanda, describe tan bien a Amsterdam como a la Ciudad de México  y nos entrega un relato sobrecogedor.
La vibra holandesa vuelve a hacerse presente en el último relato del libro El país de los diablos, en el que el viejo Flandes y la capital mexicana acaban por amalgamarse.
La Santa Muerte es un libro de vocación oscura y aunque insisto en que me recuerda a un cuadro de Goya, ello no debe interpretarse como la idea de un libro rebuscado o difícil, pues de hecho su lectura es bastante llevadera.
Aún así, creo que La Santa Muerte de Homero Aridjis no podrá liberarse de las malas interpretaciones, empezando por la de los empleados de las librerías, quienes tal vez por su título o la iconografía de la portada, han puesto el libro no en la sección de narrativa, sino en la de esoterismo.  Así que si le apetece leerlo, lo encontrará a lado de los recetarios de magia y los manuales de brujería y no en las novedades literarias. En fin, nunca hay que juzgar el libro por su portada.