Eterno Retorno

Tuesday, May 25, 2004

Monaco vs FC Porto

¿A quién le voy? Bueno, digamos que ya es ganancia que no haya llegado Real Madrid.
Tal vez el hecho de haber crecido en una casa que fungió como Consulado de Portugal en Monterrey y que durante toda mi infancia contemplé un enorme escudo lusitano en la puerta, me inclino por el Porto. Además, José Saramago y Fernando Pessoa me caen mejor que las princesas de Mónaco.
Eso sí, Morientes anda desatado y los del principado practican un futbol más vertical y ofensivo que los lusitanos. Pero los portugueses practican un futbol frío, desesperante, con una defensa correosa, difícil de penetrar, que hace desesperar a cualquiera. Monaco es más futbolísticamente más fuerte, pero Porto es mi favorito y presiento que se quedará con la orejona.


Sueños blogueros

Miren nada más las cosas que hace la blogósfera en el subconsciente. Por primera vez en mi vida, he soñado con una persona a la que sólo conozco por la lectura de su blog. No conozco a esta persona ni siquiera por msg, nunca la he visto en mi vida y sin embargo, he soñado con ella. Reconozco que he visto una foto suya, misma que me permitió darle forma en mi sueño, pues según recuerdo, su cara coincidía con la de la foto, pero eso es lo único que poseo. La persona me es absolutamente desconocida. ¿Cómo explicaría Freíd este fenómeno? Lo único que diré, para que se den una idea de lo alucinado del sueño, es que en mi onírica historia, la persona en cuestión y yo nos encontrábamos recogiendo jícuris en el desierto de San Luis Potosí, en Estación 14. Encontrábamos algunos bajo una gobernadora y lo le explicaba a la persona que el primer jícuri que se encuentra debe ser ofrendado a los dioses del desierto. Luego, por alguna razón llegábamos caminando a Matehuala cuyo aspecto en mi sueño era mucho más urbano que el que tiene realmente este poblado. La cuestión es que yo informaba a mi acompañante que habíamos perdido el rumbo y que debíamos retornar al desierto. Y supongo que retornábamos y ya no recuerdo en qué carajos acabó mi sueño.