Eterno Retorno

Wednesday, May 19, 2004

Fausto vs Charquito

Escribir miles de caracteres cada tarde es estar expuesto al error. Una persona que teclea decenas de miles de veces al día con un margen de tiempo en extremo reducido y a contra reloj, es una persona en riesgo de cometer una falla. No creo que exista reportero o redactor en el Universo que pueda presumir no haberse equivocado nunca a la hora de escribir. Es cierto, los periódicos (y los medios en general) están atiborrados de seres mediocres que se encargan de acuchillar el idioma cada tarde. Ejemplos sobran.
Gracias a mi colega periodista Fausto Ovalle, me he enterado que Ektor Manrique, El Charco, se tomó la tarea de leer y destrozar algunas notas de Frontera. Deben ser notas de hace unos dos años si mis cálculos no me fallan. Varios de mis colegas fueron devastados por la pluma siempre crítica y feroz del Charco. Le concedo la razón y le agradezco que se haya tomado la molestia de leernos tan detenidamente para emitir sus críticas. Además, históricamente se han cometido errores mucho más graves que los que señala Charco (Muere al suicidarse es el peor ejemplo que recuerdo, cometido dicho hierro por un tipo con IQ muy bajo) Por desgracia siempre hay errores y cualquier lector tiene todo el derecho de quejarse y señalarlos. Nosotros le vendemos un producto y si ese producto viene con un defecto, lo menos que puede hacer un lector es reclamar.
Más de una vez he señalado que me gusta la forma en que critica El Charco. Vaya, es uno de los pocos críticos que sostiene argumentos sólidos para devastar un texto. La forma en que hizo garras a las poetisas feministas de La Línea es prueba de ello. Sin embargo, particularmente en la crítica que hace de una nota mía, encuentro una serie de imprecisiones que derrumban la imagen del crítico sagaz que tenía del Charco y en contraparte me topo con una persona que armada de una lupa buscó errores a como diera lugar y los encontró incluso en donde no los hay. Vaya, aquellos errores que me señalen con fundamento, los aceptaré con humildad y haré lo posible por corregirlos, pero en este caso (tal vez por desconocimiento del Manual de Estilo del Periódico) El Charco encontró fallas donde no existen y sólo puso en evidencia sus propios errores.

Así las cosas (y aún sabiendo que me expongo a una catarata de insultos y descalificaciones, dado que mi espontáneo corrector no es muy tolerante ni humilde que digamos a la hora de recibir críticas) me permito contestar o aclarar aquellas correcciones que Ektor ha marcado con tinta roja en mi ya ancestral nota de secuestros de niños en el Sur de California-

Cito textualmente al Charquito: - Bien (mejor dicho mal), está claro que no existe en la ciudad de Tijuana ninguna institución denominada literalmente Policía Municipal para que sea escrita con mayúsculas; ésta recibe el nombre de Dirección Seguridad Pública Municipal- ;

Yo respondo: La Policía Municipal de Tijuana sí existe, se llama así, es una institución y mi Manual de Estilo me marca que debe ir en mayúscula. La PM es una dependencia cuyo comandante operativo se llama Francisco Javier Arellano Ortiz. La Dirección (de) Seguridad Pública Municipal del Charquito es una falacia. Una vil alucinación. Tal vez se refiera a la Secretaría de Seguridad Pública, que no es lo mismo que la Policía. Su titular es Martín Domínguez Rocha, quien tiene sueldo de secretario y no de director (de secretaría a dirección hay miles de pesos de distancia). La Policía Municipal depende jerárquicamente de la Secretaría de Seguridad, pero son organismos diferentes. Cada uno tiene su propia nómina y su propio presupuesto. Todos estos datos pueden ser verificados en la página del Ayuntamiento de Tijuana (tijuana.gob.mx) o me lo pueden preguntar a mí, que si algo conozco bien es el funcionamiento de la administración pública estatal y municipal.

Sigue el Charco corrigiendo

- Y tampoco existe en el vecino país del norte, entidad o condado que lleve por nombre Sur de California- .

Y yo reflexiono con mi corazón mirando al Sur (¿tienen ojos los corazones?) Sería un buen tema de debate en el que con gusto invitaría a participar a Borges, Bioy Silvina Ocampo y Piazolla, para definir si el concepto SUR va con mayúsculas. Pero en lo que son peras o son manzanas, la página 186 del Estilo de Informar, Manual de Estilo de Periódicos Healy, me marca que los puntos cardinales van con mayúsculas. Ese manual debe ser la Biblia de todo aquel que escriba o pretenda escribir aquí.
El Manual ha sido varias veces cuestionado y aunque yo mismo estoy en desacuerdo con algunos de sus conceptos, lo respeto plenamente pues resulta que a mí me pagan por respetarlo, no por violarlo y escribir como yo quiera. Para escribir según dicta mi deseo, tengo este hermoso blog.


Continúa el Charco con sus correcciones: - Todas las bandas de mafiosos están organizadas, men) más de lo que se cree.-

Y yo me pregunto: ¿Es una teoría criminológica? En este mundo existe también el crimen desorganizado, como bien dice Calamaro. Hay miles de ladrones de ocasión que actúan sobre la marcha, sin planes previos. Incluso muchos de los casos de robos de niños se dieron de manera ocasional.


Y ya por último dice el Charco:

- Continúa el periodista usando mayúscula por minúscula, colocando pronombres enclíticos inservibles y omitiendo artículos indeterminados: "El comandante elogió la rapidez" (se elogia a la gente por que la rapidez no es un ser humano, a no ser que se trate del recurso poético conocido como personificación-

Y yo respondo:

¿Alguien ha dicho que un elogio se limita únicamente a una acción humana? Uno puede elogiar la belleza de un paisaje o elogiar una cualidad en sentido generalizado. Y ya que somos tan estrictos en la observancia del idioma, creo que cualquier persona que hable español entiende el concepto elogiar la rapidez, mientras que sólo un cholo fronterizo entiende el lenguaje de jainas y cantonas que emplea Charco en sus cuentos (muy buenos cuentos por cierto)




Ya para finalizar, encuentro así nomás de reojo, dos errores en la visceral respuesta que Charco le dio a mi colega y amigo Fausto Ovalle.

Uno:

Dice Charco que la época victoriana comprende los años de 1860 a 1870. ¿Es una tesis historiográfica nueva?
La era victoriana, en términos históricos, es el extenso periodo en que la Reina Victoria fue la soberana del Imperio Británico (de la misma forma en que porfiriato se refiere la época en que Porfirio Díaz gobernó México) La Reina Victoria, madre y abuela de muchos príncipes y reyes de Europa (Alejandra de Rusia, Jorge de Inglaterra, Guillermo de Alemania entre otros) dejó de reinar el día que murió, en 1902. Luego entonces, en ese año acabó formalmente la era victoriana y no en 1870. Una recomendación: en historia jamás se pongan con Sansón Salinas a las patadas.

Dos:

Para desacreditar las acusaciones de mi colega Fausto contra cierto parásito mexicalense de las becas, Charco defiende a Gabriel Trujillo utilizando un argumento que me sorprende por lo banal. El cachanilla vale la pena, según Charco, porque ha escrito más de un centenar de libros. Ufff. Habrá que pesarlos por kilo.
O sea que bajo ese criterio, un tal Juan Rulfo no vale un carajo, pues nomás escribió dos y si lo ponemos en la balanza con que pesas los aguacates en el mercado sobre ruedas, la obra de Trujillo pesa hartos kilos. Si a esas vamos, voy a escribir 20 notas al día para ser el mejor reportero de México.
La verdad es que Trujillo podría escribir 300 libros o mil libros y si son iguales a los que ha escrito, pues simplemente seguirá siendo un productor de mierda en serie y tal vez entre al record de Guiness como el hombre que escribió más libros sin lectores.


Por lo demás, un sincero abrazo al Charco, cuyas críticas aprecio honestamente.