Eterno Retorno

Monday, February 02, 2004

Triunfo Patriota

Nunca he sido un gran aficionado al futbol americano, aunque de los deportes gringos es el que me parece menos aburrido. Digamos que con varios millones de puntos de diferencia, el americano se encuentra en un lejanísimo segundo lugar en mis preferencias deportivas por abajo del único Dios y Señor absoluto de todos los deportes que es el FUTBOL con mayúsculas. Pero bueno, al menos el americano sí lo veo de vez en cuando y me entretiene a diferencia del pinche beisbol de mierda cuyas más elementales reglas me complazco en ignorar y del que puedo presumir no haber visto un juego en toda mi vida (y como dijo Don Teofilito, ni veré) En fin, la cuestión es que de la NFL suelo ver a ratos el Super Bowl y las finales de conferencia siempre y cuando no tenga otra cosa mejor que hacer. Es decir, no haría ningún tipo de sacrificio ni reservaría una tarde para ver el Super Bowl. El único evento deportivo que tiene carácter sagrado para mí es cualquier juego de los Tigres, pues así sea contra Irapuato o Gallos Blancos, la presencia de los Felinos en una cancha puede raptar mi atención y reducir cualquier otra actividad a segundo plano.
Ayer la verdad me divertí mucho con el Tazón. Y sí, todo mundo me va a decir pinche oportunista, pero desde hace muchos años, cuando alguien me pregunta a que equipo apoyo de la NFL, mi respuesta es Patriotas. Resulta que desde hace muchos años, mis tíos Davy de Massachussets solían regalarme parafernalia de dicho equipo en cada Navidad. Posteriormente yo viví más de medio año en casa de la familia Davy ya el primer estadio estadounidense que visité fue el mismísimo Foxboro, casa de los Pats (aunque aclaro que yo acudí a ver juegos de la MLS, del Revolution, incluida la primera final de la historia de esa liga) La cuestión es que dentro de la semi indiferencia que muestro frente a la NFL, mi equipo siempre han sido los Patriotas. Incluidas sus pésimas temporadas con marca de 1-15 o 2-14. Yo siempre digo que le voy a los Pats. Además me cagan los pinches equipuchos a los que les va todo el mundo tipo Dallas. Todavía me acuerdo del Tazón de 1986 cuando Patriotas fueron aplastados por Osos de Chicago y la raza de la primaria me daba carrilla por mi apoyo a ese equipo tan poco comercial. Bueno, pues ayer me tocó ganar y lo que sea de cada quien, el último cuarto no fue apto para cardiacos. Un final bien Hollywood. Deporte gringo había de ser y por fin un equipo al que apoyo gana algo, pues desde hace un rato pierdo todas las finales.


Los viejos de 25

Según una nota del periódico Mural (el único de la familia Reforma que aún se puede consultar gratis) el deterioro de la memoria comienza a los 25 años.
“Jesús Castillo López, psicólogo social, comenta que a partir de los 25 años es cuando comienza el de-terioro de la memoria, no se nota mucho al principio, sin embargo gradualmente se van perdiendo cierta cantidad de neuronas, debido a que en esa edad empieza el envejecimiento”. Mierda, mierda y recontramierda, o sea que ya llevo cuatro años haciéndome viejo. Valiendo madre.

Y sigue la nota del Mural:

"Existen algunas personas que tiene habilidades para hacer varias tareas a la vez porque su grado de concentración es muy alta, son capaces de estar haciendo diversas actividades, pero se olvidan de todo lo que hay a su alrededor",

Ese sí es mi caso. Una vez que me he sentado a escribir, es como si me saliera de este mundo. Me pongo los audífonos (en este momento me deleito con el guitarreo de Yngwie Malmsteen por cierto) y es como si me largara de aquí. Eso sí, puedo escribir notas y reportajes, al mismo tiempo que blogueo y escribo cuentos, pero si alguien me interrumpe y me veo obligado a quitarme los audífonos, no puedo re-primir mi expresión de furia por la concentración perdida. Es como si fueras con el carro con muy buen vuelo en una subida y tuvieras que frenar de repente. Txale