Eterno Retorno

Friday, June 20, 2003


La noche del martes iniciamos simbólicamente nuestra mudanza y nos llevamos a nuestra nueva casa unas cuantas cajas de libros y la mesa de la sala.
Colocamos los focos, barrimos la escalera, que estaba atiborrada de polvo y le dimos su primera trapeada al recién estrenado piso. Los libros que me llevé son los más grandes y pesados. Entre los ejemplares que ya han dormido en la nueva casa en esta primera mudanza están dos auténticos yunques de pasta dura. Se trata de la Historia de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo e Historia Antigua de Mejico del historiador jesuita del virreinato Francisco Javier Clavijero.
También las Obras Completas de Alfonso Reyes en una edición del FCE cuyas hojas se pegan, los dos tomos de Las Mil y Una Noches, mis libros de historia de México de la Colección Panorama, casi todos escritos por historiadores militares, la zaga completa de Carlos Castaneda (Mezcalito cuide nuestro nido) , Los Indios de México de Fernando Benítez, Plata quemada y Formas breves de Piglia y otros tantos que ahora mismo no recuerdo y que han estrenado, antes que nosotros, las silenciosas y frescas noches de Hacienda del Mar. Mañana viene lo bueno-

Hoy por la mañana estuve cerca, muy cerca de atropellar a una doña que iba cruzando la calle con dos perros, uno de ellos en brazos. Resulta que para salir de Parque de Baja California y dar vuelta en Paseo Playas uno tiene que poner al tiro sus siete u ocho sentidos. Un camión estacionado frente al fraccionamiento La Perla tapara toda mi visibilidad respecto a la gente que viene de Norte a Sur. La Avenida está atiborrada de atolondradas madres de familia que van contando los segundos para que a sus tepescuincles no les cierren la puerta del colegio. Total que el más mínimo resquicio de tiempo y espacio debe ser aprovechado para acelerar y tomar la avenida. Justo cuando me disponía a dar una vuelta rayadora Carolina gritó ¡¡¡¡FRENA¡¡¡¡ Mi zapato Doctor Martínez hundió el freno a las máximas profundidades. Frente a mi, a unos centímetros estaba la doñita, paralizada por el pánico. Confieso que no la había visto y que de no ser por Carolina, la transeunte se hubiera transformado en una calcamonía en el cofre.
Grite un espontáneo y sincero ¡¡¡PUTA MADRE¡¡¡. Carolina me fue regañando todo el camino. Llegó incluso a formular la teoría de que el exceso de metal en mis oídos me vuelve atrabancado al volante, lo cual debo aceptar, no está muy alejado de la realidad. Por lo demás, debo aceptar que hubiera lamentado muchísimo lastimar a alguno de los perros.



Pasos de Gutenberg

Entre hombres
Germán Maggiori
Premio Resistencia Literatura, Primer Concurso Internacional de Novela por Internet

Por Daniel Salinas Basave

Hay novelas que desde los primeros párrafos se presentan ante el lector tal cual son, sin tapujos o disfraces de ninguna especie, enseñando un color radicalmente definido.
Cuando se tiene en las manos Entre hombres del argentino Germán Maggiori nadie caerá en estériles discusiones sobre géneros o estilos.
Ya sea en papel o en fibra óptica, Entre hombres es una novela color negro azabache. Detesto encarcelar a la literatura en géneros o ismos, pero la obra de Maggiori es una novela típica y absolutamente policíaca, fiel a sus cánones.
Nada menos y nada más que una oscura historia de policías, criminales y seres marginales que chapotean en el fango de un oscuro pantano de complicidades.
El escenario son los bajos fondos de un Buenos Aires en crisis, azotado por la delincuencia, las drogas, la promiscuidad y la corrupción política. No son las idealizadas avenidas porteñas de La Recoleta y Corrientes con su aroma europeo las que aparecen en esta novela, sino las sórdidas calles de suburbios inundados de cocaína y armas de alto poder. El lado sucio del paraíso primer mundista de Carlos Menem.
Maggiori construye su historia con la maestría que debe tener un artesano de la crónica policíaca en las más rojas páginas de los diarios.
Jugando con fechas, escenarios y personajes que se entrecruzan entre casualidades y pactos, el autor nos entrega una historia que parece obsesionar a la política sudamericana: el hombre de mundo, político o empresario, que es descubierto y capturado por una cámara cuando se entrega a bajas pasiones.
La primera escena nos hace presagiar el recorrido por los infiernos bonarenses. Marilú, un trasvesti que utiliza minifaldas cortas de vinilo, botas de cuero charolado t tacón de aguja, se maquilla para acudir a una importante cita con un juez, un banquero y un candidato a senador, quines ahogados en polvo blanco, desean un poco de “diversión”.
Con lo que no cuentan estos hombres célebres de la política argentina, es con el hecho de que alguien ha colocado una cámara oculta en algún lugar de la habitación donde celebran la orgía.
El Tucumano, lenón y traficante de baja estofa, demasiado intoxicado por las pastillas, intenta manejar la situación y sacar provecho de ella pensando en hacer el negocio de su vida. Pero algo sale mal esa noche.
El error determinará la trama de las siguientes páginas en donde Maggiri hará desfilar una serie de singulares personajes del Buenos Aires decadente y marginal.

Un policía sádico y acomplejado, otro esquizofrénico en permanente diálogo con su voz interior, un agente que alterna su labor policíaca con su vida de trasvesti y una pandilla de delincuentes fracasados que intentan el negocio de su vida.
Particularmente deliciosa resulta la forma en que Marggiori se burla la hipocresía de las campañas políticas y de las argucias de los comunicadores para levantar la imagen de candidatos decadentes.
También la forma en que, sacando al psicoanalista que todo argentino parece llevar dentro, bucea en los traumas subconscientes de los criminales.
Hasta el momento, Entre hombres es el retrato más crudo de la sociedad menemista que he tenido en mis manos y una de las novelas policíacas más entretenidas que he leído en los últimos años.
Cualquiera pensaría que estas 335 páginas de oscuridad, sangre y decadencia solo pueden salir de la mente de un reportero de nota roja o de un criminólogo. Cuesta trabajo creer que Maggiori es un dentista que se dedica a dar clases en la Facultad de Odontología.


Thursday, June 19, 2003




Visten traje oscuro, corbata de seda y en sus manos delatan lo mucho que les gusta el oro. Son precavidos, desconfiados por naturaleza de su oficio. El acento colombiano los delata pero a la vez envuelve. El Dios te bendiga es punto final para cada frase. Miran a los ojos, escudriñan y al sentirse acechados de inmediato asoman sus uñas retráctiles. Están acostumbrados a interlocutores atiborrados de dudas, temores y fe en lo imposible
Piden que se les llame Profesor y no dudan en afirmar que son dueños de conocimientos superiores a los del común de los mortales.
Su oficina, en el segundo piso de un desvencijado edificio de la Zona Centro, es un corral en donde conviven Shiva y la Virgen de Guadalupe, el Divino Niño y el Buda panzón. Tampoco escatiman en velas y aromas. En la sala de espera aguardan afligidas doñitas y confundidos trabajadores para quienes 200 pesos por conocer su futuro significan más que un sacrificio.
Pues bien, ellos me descubrieron cuando intentaba descubrirlos. Notaron mi grabadora oculta en mi chamarra. Al final, con la confianza que da el cinismo de quien revela sus intenciones, acabamos platicando de temas comunes. Las Farc, Uribe, García Márquez, América de Cali y el Padre García Herreros. Sostengo que son unos charlatanes, pero nunca dije que fueran pendejos. Se saben acechados y ahora están a la defensiva. Esto apenas comienza. El general Roso José Serrano, Zar Anti-drogas de Colombia, me lo dijo hace dos años cuando platiqué con él en la Universidad de San Diego: “No me lo tomes a mal, pero los colombianos son mucho más vivos que los mexicanos cuando se trata de hacer negocios sucios”. Solo espero que estos encomienden su alma a una celestial María Auxiliadora y no a un terrenal Cartel de Cali.
No será fácil, lo sé, pero esto apenas comienza. Esos hijos de su puta madre serán expuestos como lo que son. De cualquier manera, si algo me sucede en los próximos días, voy a ir atribuyéndoles la responsabilidad. Por si las dudas-


Los políticos vienen a visitarnos. Llegan a la Redacción atiborrados de frases amables, sonrisas hipócritas, verdades absolutas y fórmulas para esparcir pedazos de Paraíso en la Tierra. Unos cuantos minutos desperdiciados en verborrea, por aquello de ir rompiendo el hielo y de manera sutil, casi imperceptible, entramos en materia. Me gusta ser quien dirige la primera pregunta dura, esas incómodas palabras que anuncian el comienzo del round. Entrevistar es combatir, acorralar, fintar, estirar, aflojar, pegar, sobar e inyectar una dosis de veneno en cada palabra. Hay días en que amanezco cargado pólvora, otros mi arsenal está seco. Hoy nos visitó un político en desgracia. Un alma en pena que purga sus pecados desterrado de la ubre de la que tanto tiempo mamó, soñando con ser lo que algún día, en el lejano invierno de 1993, estuvo a instantes de alcanzar.
Reloj Tissot de correa desgastada, lentes cuyo fondo es casi de botella, canas, piel flácida, voz monótona de acento chilango y un ego que se niega a aceptar las ingratas cachetadas de la vida. Alguien que aún no se acostumbar a una década de tragar sapos y lagartijas.

Tuesday, June 17, 2003


Furtiva incursión al Centro

Estoy en el Centro y un entorno de centímetros cuadrados yace irremediablemente infestado de humanidad.
Todos los muros, todas las superficies, el aire mismo está atiborrado de mensajes. Graffiti, rostros de candidatos, portadas de revistas viejas en los puestos de las esquinas. Consultorio médico, consejería espiritual, más graffiti y los rostros de los candidatos lucen aún más repugnantes. Joyas baratas, comida lepra, revelaciones de enigmas y escolares uniformadas abriendo los labios para recibir el beso furtivo. Voces, gritos, murmullos, sinfonía del claxon en caos mayor, bocinas que escupen chillantes éxitos de la radio. Pordioseros suplicantes, comerciantes clamando a gritos por el primer cliente, carteristas al acecho, y esquizofrénicos discutiendo airadamente con su voz interior. Los muros apestan a abandono y las palabras con las que juro podré definir mi entorno y encarcelarlo en el calabozo del lenguaje se han escondido en el cajón de un bolero. No acierto a inventar conclusión alguna. Después de todo, necesitaría ser un muralista para poder desparramar tal sobredosis de humanidad.

Calle Cuarta y Niños Héroes entrada del Edificio Beas. Me dedico a espiar quien entra y sale al consultorio de unos charlatanes. Un hombre sin brazos se para frente a mí y me pide una moneda. Lo miro a los ojos y me asalta una duda ¿Donde he poner la moneda si carece de manos y recipiente para recibirla? El hombre comprende y se aleja sin decir nada. Yo continúo espiando.

Discos El Chopo, letrero rojo, paredes de piedra. En el pasillo hay plantas, aire fresco, adorada sombra. En el interior yacen arrumbados casetes de la Era Terciaria y una aburrida mujer que masca su tedio mientras mira a un bebe que dormita en una cuneta. Soy adicto a los libros, soy adicto a los discos y aún no comprendo porque los empelados de las tiendas donde venden estos pedazos de plenitud, viven su existencia con tan evidente tedio (con excepción de los ciruelos claro está). Hurgo entre cientos de casetes. Pink Floyd, Rush, Elton John, El Haragan y Compañía, Banda Bostik y Transmetal. La mujer sigue ahí rumiando el aburrimiento. Desde que soy esclavo del automóvil escucho más casetes que cd. Corrosion of Conformity y Tool tratan de seducirme, también el Stained class del Padre Judas pero al final me enganchan los radicales punketos de Total Chaos. Son tiempos de austeridad, así que no más de uno. Pago y me largo de ahí.

Calle Constitución y Segunda. Camión ruta Centro- Postal- Otay- Un niño chamagoso, pero a rape, larga camisa que simula ser de seda, se tambalea entre los asientos. Intenta cantar. Le sale un balbuceo, por momentos rítmico, más bien hablado, frases entrecortadas por una respiración agitada, una voz que se extingue.
“Cuídate Sancho te van a pescar y en puro calzón te van a dejar”. A la altura del Cecut le doy una moneda de un peso. El pobre ya no tiene aliento. Viajar en camión significa necesariamente escuchar un cantante o merolico, pedigüeño, profeta de la verdad o adicto en recuperación en busca urgente del financiamiento de su próxima dosis de heroína. Las más de las veces, los limosneros piden limosna a los pobres. Los ricos raramente descienden a los sitios donde se extienden sus manos y se escuchan sus súplicas. Los ricos respiran el Mundo a través de su aire acondicionado y se ganan el cielo donando sus migajas sobrantes a fundaciones mojigatas que condenan a millones de almas a la existencia obligatoria. El niño ya no habla más. Se ha sentado a contar sus monedas. El camión me deja en Palacio. En el estacionamiento de Prensa aguarda mi carro. Cierro las puertas y abro una ventana. En la casetera ingresa Total Caos: “Kill the nazis, kill the nazis, end of the white supremacy” y recuerdo entonces cuando a mis 16 años quedé pelado a rape porque en la prepa no me dejaron entrar a clases con mi recién estrenado mohak.





“Un mapa de tumbas como vemos acá, en estos mosaicos, así, eso era el mapa, después de helada la tierra, negro y blanco, inmenso el mapa del infierno” – Ricardo Piglia

Macedonio siempre estaba recopilando historias ajenas. Desde la época en que era fiscal en Misiones había llevado un registro de relatos y de cuentos.”Una historia tiene un corazón simple, igual que una mujer. O que un hombre. Pero prefiero decir una mujer porque pienso en Scheherezade”. Dicen que dice Macedonio Fernández.

El libro Con el diablo en el cuerpo de Esther Cohen superó mis expectativas. Creo en verdad que me quedé muy corto con lo escrito en Pasos de Gutenberg. Es un ensayo que me ha hecho pensar demasiado y ha sido capaz de resucitar dilemas. Sobre todo la disertación en torno al concepto de la Venus desdoblada de Ficino.
Siempre me seducen las dualidades, esas encarnaciones de de dios y demonio, el drama de Jekyll y Hide. Después de todo, el Abraxas de Hesse tiene parte de la paternidad de mi ateísmo. Recuerdo el verano de 1986, después del Mundial, en la Isla del Padre a donde viajamos mi tío José Manuel y yo. Mi lectura de viaje fue el Demian de Hesse. Mi madre me lo había regalado días antes (si mal no recuerdo me lo compró en Soriana San Pedro) Recuerdo el rostro que le puse a Fanz Krommer, recuerdo el ros-tro que le dibujé a Demian (no recuerdo el de Sinclair) Finalmente llegué al momento de la revelación: El dios se llama Abraxas.
Yo tenía 12 años Desde entonces el concepto de la dualidad ha vivido en mí. Desde mi adolescencia no he vuelto a clavarme en Hesse, pero lo reconozco como uno de los formadores de mi pensamiento.
Volviendo al tema, Ficino ha revivido en mí el dilema de la dualidad. Su ensayo escrito en el Siglo XV habla de esa a veces imperceptible frontera que separa la imaginación sublime de la imaginación perversa. Los dos cuerpos de Venus, el etéreo y el carnal. Reproduzco algunos párrafos textuales.
“¿En que momento Eros se desdobla? ¿En que condiciones precisas se desfigura y se transforma? Su desfiguración ¿no es acaso condición indispensable de su ser más profundo? ¿Que Eros no es al mismo tiempo espiritual y carnal, sublime y perverso, divino y demoníaco- sí, el Demonio, el Daemon platónico- no es más que el legítimo intermediario entre Dios y los hombres?
Entre la elevación de las cosas divinas y la degeneración bestial está el hombre libre, lúcido y consciente, un hombre de carne y hueso”- Dilemas existenciales de Marsilio Ficino (1433- 1499)

La carnalidad sublime definió el ideal del Renacimiento. ¿Pero cuando llega el momento en que esa carne celestial abandona el reino de lo divino para entrar al de lo obsceno. Ahí tenemos al mismísimo Mesías pornográfico.
Hace notar Esther Cohen que en algunas obras de prestigiados pintores del periodo renacentista Cristo muestra su desnudez sin ambages de ninguna especie: su miembro cubierto, en algunos casos aparece explícitamente erecto o, como en el caso de la Crucifixión de Lucas Cranach (1503) emulado como el ondear majestuoso de los paños que cubren sus genitales.
La edición de Con el diablo en el cuerpo incluye una reproducción de esta pintura renacentista y efectivamente, basta mirar este cuadro con un poco de imaginación para descubrir que el paño en el viento, tiene la forma de un gigantesco falo.


Biblioteca Benito Juárez. Ofrecen El Sudario de Hierro a préstamo por 15 días. Esa suculenta antología de la literatura gótica editada en la colección Infernaliana es para mi el tesoro más valioso en el inventario del Ayuntamiento de Tijuana. Lo peor de todo es que el señor Alcalde no lo sabe.

Mi desencuentro con Jesús Blancornelas ha sido paulatino y mucho ha influido en la caída de su imagen ante mí, la ridícula actitud que ha tomado frente a los éxitos de mi compañero Jorge Morales. Aún así, Blancornelas es alguien a quien respeto y cuyo trato conmigo siempre ha sido franco, amable y sencillo. El ego, desgraciadamente, es capaz de perder a cualquiera y ese ha sido su error. Cuando te ganaron, te ganaron. En fin, no es el propósito de este espacio hablar de colegas periodistas (aunque somos unos hijos de puta, al periodista, al que en verdad es periodista y vive del periodismo, siempre lo respetaré)
En la columna Conversaciones Privadas, Blanco incluye a menudo temas cargados de nostalgia por su natal San Luis. La columna de hoy, particularmente, me gusto mucho.
Palabras más, palabras menos, Blancornelas nos dice que los ritos funerarios cambian, pero la Muerte sigue siendo la misma.
Sí, coincido con Don Jesús, ella siempre será la misma. Muerte, Muerte, Santísima Muerte, mi amiga, mi consejera. ¿Como te pueden trivializar en funerales idiotas rebajados a meriendas de lagrimas hipócritas. Aprovecho el espacio para señalar, a manera de testamento, que por favor, cuando la Santísima Muerte me tome en sus manos, no hagan padecer a mi cuerpo un estúpido velorio y suplico también que no pongan ninguna clase de símbolo cristiano sobre mi tumba (eso sería un escupitajo a mi atea existencia consagrada a luchar contra la mojigatería) Si alguien en lo personal quiere rezar por mí, hágalo. La oración como la lectura y la masturbación deben ser actos solitarios. Pero liberen por favor a mi cuerpo de la parafernalia católica. No descansaría yo en paz.

Slave to the power of death----Iron Maiden, Powerslave



El sueño de mi razón produce monstruos

Entre vigilias y duermevelas, el sueño de una razón amodorrada se dedica a parir monstruos. Es en esos momentos de la madrugada cuando me imagino a mi mismo como la más siniestra figura de Goya. Mi cabeza sobre la almohada circundada por demonios y pájaros nocturnos, negros heraldos prófugos del pincel maldito.
El Universo entonces vuelve a ser infinitamente extraño, un todo edificado con los fragmentos de un alfabeto incomprensible.
La cordura patinando despreocupada sobre una delgada capa de hielo a punto de romperse, bajo la cual aguardan los avernos.
Lejos de la falsa paz, separada por un abismo de la cadena de significados, respuestas y verdades absolutas, la razón es una cáscara de nuez que yace a la deriva flotando en un océano en tormenta.
Solo entonces puedo pedirle consejos a La Muerte, cuyo aliento puedo sentir diluirse sobre mi cuello.

Hay días que comienzan con el párrafo adecuado. A temprana hora de la mañana hay lecturas que adquieren cierto significado, irrepetible a cualquier otra hora del día-

“Es posible inventar un sueño y describirlo, atribuyéndoselo a cualquiera, ya sea un personaje de ficción o un personaje real. El sueño no es, en este caso, un sueño. Se convierte en un sueño por obra de arte. Pero es imposible repetir un sueño verdadero en los términos en que ocurrió, en que se soñó. Los sueños no están hechos de palabras sucesivas como la literatura, no ocupan un lugar en el tiempo; tampoco están fijos en un espacio sin tiempo, como en la pintura, que, a veces, describe lo que puede considerarse fragmentos de un sueño y las obras son entonces cuadros oníricos. Al volver a la vigilia con frecuencia se recuerda haber soñado y se cree poseer lo que formaba ese sueño.” JGP (Nabokov: Un sueño y un ensayo)


Mira lo bien que logramos
sobre tus simas echamos
nuestros hilos primitivos
naturaleza desnuda
cayó en urdimbre menuda
de tenues preparativos

P. Valery

Monday, June 16, 2003

Ángel me envía una nota sobre Paul Auster, uno de mis autores estadounidenses más admirados. En palabras del propio escritor, en Estados Unidos cada vez se traducen menos libros y se ven menos películas extranjeras, lo que equivale a un bloqueo intelectual y político. "Sin autores extranjeros, ¿dónde estaría la literatura? A García Márquez no se le podría entender sin Faulkner, ni a Joyce sin Flaubert", dijo el escritor ante el público que abarrotó el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
En España hay muy buena atención para los gringos marginales.La editorial Anagrama publica las mejores plumas malditas de Norteamérica empezando por Bukowsky. En Estados Unidos no hay atencion ni para ellos mismos. En dos ocasiones he estado en Providence Rhode Island, la tierra de mi admirado H.P. Lovecraft y resulta que nadie en el pueblo lo conocía ni sabía donde estaba su tumba. Cuando en el cementerio parnasiano de París pregunté por las tumbas de Sartre, Baudelaire y Cortazar, fui conducido de inmediato por el vigilante, que por supuesto sabía vida y obra de cada muertito. En cambio, nunca pude tomarme mi foto en la tumba de Lovecraft. Tengo amigos estadounidenses que no conocen al mismo Kerouac o a Burroughs. Ya no digamos a Auster. Faulkner les suena tantito, pero les aburre. En las librerías gabachas encuentras de todo y hay gente en extremo clavada en ciertos autores, he de reconocer. He conocido círculos muy limitados que se interesan por la literatura, pero un gringo promedio a trancazos conoce a Poe y solo porque en la primaria lo obligaban a recitar El Cuervo. Que podemos esperar del pueblo que tiene como presidente a un ignorante que confunde Eslovenia con Eslovaquia y que no ha leído un libro en su vida. Eso sí, a su Stepehn King no se los toques, porque se me ofenden.



la carne cubre el hueso
y dentro le ponen un cerebro
un cerebro y a veces un alma
y las mujeres arrojan
jarrones contra las paredes
y los hombres beben demasiado
y nadie encuentra al otro
pero siguen buscando
de cama
en cama
la carne cubre el hueso y la carne busca
algo más que carne.

El buen amigo Charles Bukowski (Yo hace mucho, por cierto, dejé de buscar de cama en cama)

Mi triste corazón babea a popa,
Mi corazón lleno de tabaco,
Sobre él arrojan escupitajos
Mi triste corazón babea a popa
Bajo las burlas de la tropa
Que suelta una risotada general
Mi triste corazón babea a popa
¡mi corazón lleno de tabaco¡

Este es el buen amigo Arthur Rimbaud traducido por Juan Abeleira (por fortuna, desde que dejé de cubrir el Ayuntamiento dejé de fumar, aunque que bien cae de vez en cuando echarse un tabaco con el buen Don Víctor)

Nuestro vampiro del día

Bruxsa (portuguesa)

Un vampiro bruja femenino quien al anochecer se transforma en un gran pájaro nocturno que vuela hacia sus demonios amantes en el Sabbath. Las Bruxsas también atacan y aterrorizan a viajeros ignorantes, a veces seduciendo hombres como quienes se encuentran en lugares silvestres.
Las Bruxsas después de pasar una noche completa con estos placeres nada sagrados regresan a casa a chupar la sangre de sus propios hijos. En esencia la Bruxsa es una bruja depredadora quien manda por delante a su esperpento de modo ornitomórficos para poder viajar de noche con intenciones agresivas.



La gente me pide que opine sobre el triunfo de los Rayados. Como si valiera la pena disertar en torno a una de las formas más acabadas del tedio. Ya lo resumí en unas palabras: Lo mejor de esa despreciable final, fue que alguien tenía que perder (después de todo ver a los comentaristas tvaztecos sufrir es un placer casi orgásmico) Lo peor fue que alguien tenía que ganar (ver el festejo de esa pandilla de cerdos es una pesadilla)
Por fortuna León vs Tapatío me borró el agrio sabor de boca con un suculento partido de buen futbol. Por lo que a nosotros respecta, ahí será para la otra, Neri Pumpido nos hará el milagro. ARRIBA LOS TIGUERES

Mi primer viaje a Europa en el otoño de 1996 es algo mítico en mis recuerdos. Con 600 dólares en la bolsa recorrí siete países (incluído Islandia) Dormí en parques, viajé con un europass ajeno, evadí el pago del metro, me fugué de hoteles sin pagar, sobreviví con bolillos y vino tinto y en resumen fui feliz.

No se si el próximo, pero si la Santísima Muerte no me cobija con su manto, yo estaré también en Dublín en 16 de junio bebiendo una deliciosa guiness. Solo deseo que Ana le sque todo el jugo posible a este viaje.

Mi hermana Ana Lucia ya está en Irlanda. Por el mesanger me entero que ha caminado sin parar por las calles de Dublín. Hoy precisamente, 16 de junio, es el día en que transcurre Ulises. El subconsciente desparramado en las calles dublinesas

Todo hace indicar que el próximo sábado le diremos adiós a la casa de Parque de Baja California que tan buenos momentos nos hizo vivir. Nuestra casa está casi lista, de hecho ya es habitable. lo más pesado, como siempre, será cargar los libros.

Todo hace indicar que el próximo sábado le diremos adiós a la casa de Parque de Baja California que tan buenos momentos nos hizo vivir. Nuestra casa está casi lista, de hecho ya es habitable. lo más pesado, como siempre, será cargar los libros.

Un fin de semana de albañilería. La mañana del sábado en nuestra casa trabajamos a marchas forzadas o más bien dicho coordinamos los trabajos de colocación de piso, instalación de alarma, colocación de rejas en puertas y ventanas (la delincuencia nos obliga a encarcelarnos) y medidas de alfombras. Vuletas y más vueltas, falta mortar, necesitamos más loseta, no pises está fresco, no quedó bien soldado, vuelvalo a colocar, hay que cortar la puerta para que cierre etc, etc, etc. Esto apenas comienza, pero ya va encaminado.

El guardián de niebla cumplió con descender esta mañana a cobijar la carretera de Escénica. Mientras en Tijuana el Sol desafía el polvo de las fábricas en el Este, el litoral del Pacífico permanece cubierto por su manto. El pavimento se extiende como una alucionación y bajo los acantilados rompen furiosas las olas. Me gustan estas mañanas.

Living for Metal, you keep us going, living for Metal, we hear you roaring, Metal is our live. Primal Fear

Feeling the anger inside me, i m chosen to loose in this game, to get me will no be so easy, to kill me not even the same, i ll stand the fight, my pride is victory
There is blood, there is pain, buy my agony is not in vain, cause there is life after death, and im sure coming back to atack as an Angel in Black. Primal Fear


The killers breed or the Demon seed, the glamour, the fortune, the pain, do to war again, blodd is freedom stain but you dont pray for my soul anymore. Smith, Dickinson 2 Minutes to midnight