Eterno Retorno

Thursday, April 17, 2003


¿Quieren vivir un santo viernes? ¿Desean honrar al Mártir del Gólgota? Bien, pues ahí está De lágrimas y santos de Cioran. Un texto de esos que vale la pena abrir al azar en un página y empaparse de sus palabras.
La Semana Santa me pone particularmente blasfemo. Soy anticristiano los 365 días del año, pero en este tiempo siento es-pecial regocijo insultando a pavos del señor. Disfruto perturbando sus almitas buenas, poniéndolos a pensar sobre sus dog-mas. Ah como se enojan cuando les digo que el martirio de Jesucristo es un acto chantajista. Y se transforman en inquisidores cuando sugiero que en el improbable caso de resurrección hay que sepultar de nuevo al Mesías y rogar por que los gusanos acaben pronto con su cometido. Dos milenios de miseria e ignorancia, de miedo, culpas y complejos. Consumemos el deicidio una vez más. Por lo pronto, antes de regocijar estos santos días transcribiendo unas frases de Cioran, vale la pena pronunciar una vez más esas sabias palabras de Crass: “Jesús murió por sus propios pecados, no por los míos”.

El cristianismo entero no es más que una crisis de lágrimas, de la que solo nos queda un regusto amargo.

Dios ha explotado todos nuestros complejos de inferioridad, empezando por el que nos impide creernos dioses-

El vino ha hecho más por acercar a los hombres a Dios que la teología. Hace tiempo que los borrachos tristes, - ¿y los hay que no lo sean?- han superado a los eremitas.

El rechazo voluntario y lúcido de lo absoluto, es el camino de la resistencia a Dios- en beneficio de la ilusión, es decir, de la esencia de toda vida.

Todo lo que en mí aspira a la vida, exige que renuncie a Dios.

Shakespearse y Dostoievski hacen que persista en nosotros la nostalgia de no ser santos o criminales. Esas dps maneras de autodestruirse.

Preocuparse por la santidad: combatir la enfermedad con la enfermedad.

La muerte de Ochoa Palacio

Por Daniel Salinas


Arturo Ochoa Palacio, ex delegado de la PGR en Baja California y su amigo Martiniano Valdez, funcionario del INM, acostumbraban correr juntos todas las mañanas en la pista atlética del Crea de Tijuana.
La mañana del 17 de abril de 1996 no había sido la excepción. Los amigos llegaron muy temprano a la unidad deportiva listos para iniciar el día.
Martiniano Valdez tenía poco de haber empezado su rutina y su condición física no era tan buena. Ocho Palacio en cambio tenía dos años de estar corriendo todos los días. A raíz de una serie de problemas de salud derivados de la tensión que le generó el asesinato de Luis Donaldo Colosio, los médicos le recomendaron correr y el funcionario federal siguió el consejo al píe de la letra.
Ochoa Palacio corría y su amigo Martiniano Valdez caminaba o trotaba. Aquella mañana estaban por terminar su rutina, pero Ochoa quería dar una vuelta más a la pista atlética para dar el último “sprint”. Terminando la corrida, Ochoa Palacio se dispondría a ir al Grand Hotel donde desayunaría con el empresario Héctor Lutheroth y con el periodista Jesús Blancornelas.
“Espérame, aquí nos vemos para que vayamos a tomar unos jugos”, le dijo Ochoa a su amigo, quien jamás imaginó que esas serían las últimas palabras que pronunciaría el ex delegado. Aún no eran las 7:30 de la mañana.
Martiniano Valdez recuerda que cuando Ochoa empezó a correr, él se concentró en arreglar la sintonía de su radio portátil en donde acostumbraba escuchar los noticiarios matutinos mientras hacía ejercicio.
La señal de la radiodifusora seguía distorsionada cuando el fuerte sonido de dos detonaciones de arma de fuego irrumpió en la tranquilidad de la mañana. Martiniano se quedó petrificado: A poco menos de 40 metros de él, yacía en el suelo su amigo Arturo Ochoa Palacio En medio de la confusión, solo alcanzó a ver a un hombre enfundado en ropa deportiva que corría a toda velocidad hacia afuera de la unidad.
“Quedé en estado de shock, por un momento me quedé parado, y mi primera reacción fue salirme de ahí inmediatamente”, cuenta Martiniano.
Subió corriendo hasta su casa, ubicada en la Colonia Ruiz Cortinez a unos metros de ahí. Desde la ventana pudo ver la llegada de las ambulancias y las patrullas. Minutos más tarde, las radiodifusoras locales interrumpían su programación para informar sobre el asesinato del ex delegado. Fue entonces cuado Martiniano tomó el teléfono y llamó a su amigo Pedro Ochoa Palacio, hermano de Arturo.

El peor día de mi vida

Cuando el teléfono sonó aquella mañana, Pedro Ochoa Palacio ni siquiera presentía que esa llamada daría inicio al que hasta ahora, según sus propias palabras, ha sido el día más horrible de toda su vida.
En la línea estaba su amigo Martiniano Valdez, quien le recomendó ir a la Cruz Roja, pues algo malo le había pasado a su hermano Arturo.
Lo primero que pensó Pedro Ochoa fue que se trataba de un accidente y salió apuradamente a la Cruz Roja, pero ahí no habían llevado a su hermano.
Después fue al Hospital General y ahí el panorama empezó a nublarse cuando un médico el dijo que no le tenía buenas noticias. Pedro Ochoa intuyó que lo del accidente había sido algo grave, hasta que alguien le dijo que Arturo ya no sería llevado al hospital, sino al Servicio Médico Forense.
“Cuando me dijeron que me fuera al Semefo entonces me di cuenta de todo. Yo no había escuchado las noticias, porque me habían robado el radio por esos días, pero cuando llegué me encontré a un amigo en la calle que me abrazó y me dio el pésame”, afirma Pedro Ochoa.
Entonces, recuerda Pedro, llegó el momento más difícil: Tener que darle la noticia a su madre, que aún no estaba enterada de nada.
“Si tu me preguntas cual ha sido el peor día de mi vida, yo no dudo en contestarte que ha sido ese”, afirma Pedro Ochoa, quien actualmente es agregado cultural de Consulado de México en San Diego.

Wednesday, April 16, 2003


Encafetalado

Casi nunca escribo el blog desde casa, pero esta es una noche atípica. De entrada estoy escuchando una rolita del Cristo Pudríendose, concretamente First field of the battle. Ya sigue King of the stellar war. Versión en vivo. Concierto en Kracovia Polonia, la tierra del Potatoe Juan Pablo II.
El Cristo Pudriéndose (Rotting Christ pa los compas) es el gran abanderado del metal griego. De inicios absolutamente blackmetaleros, pasaron a un gótico muy cachondo con el Dead Poem, uno de mis discos favoritos. Más tarde retomaron el estilo black pero con dos tres ondas electro. Estos helenos tuvieron a bien tocar en Monterrey por ahí de 1995, concretamente en el Teatro Guadalupe.
Luego de esta breve introducción musical que no tiene otro objeto más que ambientar al improbable lector, procederé a narrar ciertas novedades.
Por la mañana, en la Casa del Mole, una larga, larguísima charla de café con Pedro Ochoa, agregado cultural en el Consulado Mexicano en San Diego y hermano de Arturo Ochoa, quien mañana cumple siete años de haber sido asesinado mientras corría en el Crea de Tijuana.
La cuestión es que me encafetalé. En verdad tuve una sobredósis de cafeína luego de tres horas de ver mi tasa llenarse a cada arribo del mesero. Acabé, como dicen en el pueblo, cornolio. La cafeína es potente.
Después llegó Martiniano Valdez, la persona que esuchó las últimas palabras del ex delegado de la PGR antes de que cayera asesinado a tiros.
Reconstruí la historia en forma narrativa. Chance y la subo al Eterno Retorno y hago una excepción en mi propósito de no contaminarlo con parafernalia periodística.

Etílica solidaridad

Ante todo quiero públicamente señalar que estoy totalmente de acuerdo con lo señalado por PG Beas y decir que justifico plenamente su intención de no comprar nuestro producto periodístico.
Y aprovecho este espacio para intentar liberar a mi persona de toda responsabilidad en la campaña anti etílica y jurar que no he escrito una sola letra de ese reportaje.
De hecho en esa redacción casi no hay abstemios. Por lo que a mi respecta, es bien sabido que soy alcohólico. No es confesión, arrepentimiento, ni motivo de orgullo. Es simplemente una realidad que debo aceptar. He superado muchos vicios a lo largo de mi vida , pero Dionisio siempre ha estado a mi lado. Por cierto, ahora mismo me estoy refinando una copita de Blanc de Blancs. SALUD. Siguiendo el consejo de mi querido Baudelaire, he pasado mi vida en busa de la tercera ´persona creativa que yace chapotenado en una copa de vino. El súcubo de la uva se ha apoderado más de una vez de mi espíritu. Lo dionisiaco, dice Nietzsche, precede a la civilización y está bajo ella, es la dimensión amenazadora y a la vez seductora de lo mounstroso. Nietzsche entiende lo apolíneo y lo dionisiaco (cito a Safranski) como rasgos artísticos del estilo. Apolo es el Dios de la forma, de la claridad, del contorno fijo, del sueño claro y sobre todo de la individualidad. Son apolíneos la arquitectura, la escultura, la arquitectura, el mundo de los dioses homéricos, el espíritu de la épica. Dionisio en cambio, es el dios salvaje de la disolución de la embriaguez, del éxtasis, de lo orgiástico. La música y la danza son sus formas preferidas. El estímulo de lo apolíneo está en que no se olvide en ningún instante la artificiosidad dejando a salvo la conciencia de la distancia. Pero en las artes dionisiacas desaparece el límite. El arrebato por la música, la danza y otros productos artísticos de encantamiento, pierde la distancia.En la embriaguez se pierde la conciencia de la misma. Es lo más cercano al Carpe Diem absoluto. El visionario dionisaico no se ve desde fuera. Se entrega en salvaje cópula con el instante. El mundo está lleno de apolíneos. Yo soy dionisiaco. Decir no a los arrebatos dionisiacos de una cultura es tratar de sepultar a la cultura misma. Máxime tratándise de la civilización de los tijuanos, un pueblo dionisiaco como pocos. Así las cosas, solo me queda solidarizarme con PG Beas en su oposición a esta campaña. El Universo necesita a Dionisio para mantener su psique en equilibrio.

Tuesday, April 15, 2003


Rehén de la lluvia

Anoche la lluvia me tomó rehén- Salí del trabajo a las 19:30. La Vía Lenta estaba anegada. Quedé atrapado entre filas de desesperados automovilistas dentro de un charco que casi tapaba las llantas. Más de 45 minutos transcurrieron y solo había recorrido el tramo que va del puente Buena Vista a la gasolinera. Así que seguí las enseñanzas de Fito Páez. Al lado del camino, más entretenido y más barato. Me estacioné afuera del Am, compré unas deliciosas Heineken y unas nutritivas papas sabritas. Pu-se un tape de Nine Inch Nails y me dediqué a leer “La materia del deseo” mientras miles de automovilistas yacían sumergidos en el caos diluviano maldiciendo su suerte y rogando por un Arca de Noe que los rescatara de la furia del pérfido Jehová. Pasé casi dos horas estacionado bebiendo mis chelas.Los se muy bien: No hay mal que dure cien años. Pasadas las 22:00, el tráfico comenzó a fluir y yo regresé al camino.

De lagrimas y santos

De lágrimas y santos es una excelente lectura para estos días santos. Un retiro espiritual en Viernes Santo acompañado de Cioran y unos pomitos de un buen tinto, ayudarán a este pobre mortal a tutearse con los enigmas del Absoluto.
He aquí tres citas de dicho libro nomás para que se vayan dando un quemón:

“Si la verdad no fuera tan aburrida, la ciencia habría eliminado rápidamente a Dios. Pero al igual que los santos, Dios es una ocasión de escapar a la abrumadora trivialidad de lo verdadero”.


“Hay en la obsesión de lo absoluto un gusto por la autodestrucción. De ahí la fascinación que ejercen el convento y el burdel. Celdas y mujeres por todas partes. El asco de vivir crece tanto a la sombra de las santas como de las putas”.

“Todos los nihilistas tuvieron problemas con Dios. Una prueba más de la vecindad con la nada de la divinidad. Habiéndolo profanado todo, no nos queda más que destruir esa última reserva de la nada”.

Monday, April 14, 2003

Me espera un largo y sinuoso camino a casa bajo el diluvio universal-


Citas de Vila Matas

Rara vez pongo palabras ajenas en Eterno retorno, pero estas reflexiones del catalán Enrique Vila- Matas están para saborearlas un rato y luego discutirlas.

“Me interesa un tipo de novela literaria que sea como un tapiz que se dispara en muchas direcciones y que elimina muchas fronteras entre los géneros y muchas fronteras entre la realidad y la ficción. Sólo me encuentro cómodo para narrar dentro de estas estructuras libres, estos artefactos conspiradores que me voy montando, como en el caso de Historia abreviada de la lite-ratura portátil, El mal de Montano, Bartleby y compañía... En esos espacios de libertad narrativa dentro de un orden (que yo mismo me impongo, inventando mis propios códigos, organizando mis propias reglas), soy capaz de cualquier cosa. Soy peligroso de verdad, ya ve. De todos modos, la literatura tiene, por motivos obvios, más futuro que yo”.

“Me quedo con esta definición de Marguerite Duras sobre la escritura (una cita que hará bien en sospechar que puede ser fal-sa, como gran parte de mis citas, pues muchas veces por timidez pongo, en nombre de otros, frases de las que no me atrevo a responsabilizar): "Escribir es tratar de saber qué escribiríamos si escribiéramos". Esta frase delata la fragilidad de todo escritor, pero también la fuerza, porque por muy débiles que parezcamos podemos ser peligrosos, si queremos”.


“No invento nada cuando digo que hay enemigos de lo literario, emisarios de la Nada. Todos están al servicio de las que son nuestra tiranías cotidianas: el trabajo, la familia, la política. Las tres, con sus tres lenguajes muy definidos, supervisadas por la inefable televisión. Los únicos mundos alternativos los ofrece la lectura de literatura, que es la única posibilidad que tenemos de acceder a mundos y lenguajes distintos de los que tratan de imponernos. No pienso que la literatura no pueda resultar peligrosa, todo lo contrario, aunque tampoco es cuestión ahora de vocearlo demasiado y que se den cuenta los cabrones que andan sueltos. Y en fin, en cualquier caso, hay que creer en la realidad de nuestra propia imaginación. Y también en nuestra pequeña locura de bolsillo en estos momentos de locura universal. Tratar de mantener abiertos los canales de comunicación entre los hombres. Frente a los que creen que la política sólo la pueden hacer ellos, creo que nuestro deber es hablar y escribir, pedir la palabra a cada minuto de nuestra vida. No me diga que esto no es algo peligroso”.

“Por otra parte, detesto a todos los que imitan o copian a la realidad empobreciéndola. Y por encima de todo amo la ficción. Tengo siempre muy en cuenta que la literatura es invención. Como decía Nabokov, "la ficción es ficción. Calificar un relato de historia verídica es un insulto al arte y la verdad. Todo gran escritor es un gran embaucador".


Lo que dice el autor de este blog sobre las teorías de Vila Matas:

¿Sabrá Vila Matas de la existencia del fenómeno blog? ¿Como juzgará a esta nueva forma de desafiar el espectro ágrafo?
Deduzco que le interesaría. El blog si que es un desafío a los convencionalismos de la literatura.
Por otra parte, esta moda (porque estoy convencido que toda vanguardia o tendencia es una vil moda) de la sopa autobiográfi-ca, ensayística, reflexiva, pachequil y ( si sobra espacio en el papel) ficticia, puede dar lugar a bodrios egocéntricos o abortos megalómanos. No es el caso de Vila Matas por supuesto, un escritor al que respeto en demasía. El problema es que la muerte de la novela convencional, en el sentido en que la entendían Dumas, Balzac y Flaubert, puede dar lugar al engendro sistemático de productos con una fecha de caducidad inmediata. Como ya he mencionado en anteriores posts, es manía común de vanguardistas y teorréicos otorgar certificados de defunción o de caducidad a ciertas formas de hacer literatura. Formas breves de Ricardo Piglia, Negra espalda del tiempo de Javier Marías o Llamadas telefónicas de Roberto Bolaño, son ejemplos excelentes de esta forma de ensayo autobiográfico tan en boga. Aunque en otro estilo, las irreverentes novelas de Fernando Vallejo respetan el canon. Nada nuevo bajo el sol por cierto. Sergio Pitol ya había hecho lo propio años antes. Por lo demás, aunque Formas breves me parece un gran texto, de Piglia me quedo con Plata quemada, una novela fuera de serie, que sin ser convencionalmente policíaca o periodística, no puede inscribirse en estos géneros de manía autobiográfica. De Marías, un escritor a mi juicio sobrevalorado, me quedo con Todas las almas (novela a la que está dedicado el ensayo Negra espalda del tiempo). En resumen: Están bien estos experimentos de ensayo autobiográfico y si son tratado con maestría, como lo hace Piglia, el resultado es exquisito. Pero de ahí a decir que son el futuro de la literatura, hay un largo trecho.
Por lo demás, me parece loable la cruzada de Vila Matas contra la mentalidad alfaguariana de las letras y contra el contagio del efecto Pérez Reverte. También es de aplaudir su reconocimiento a la horda de los Bartlebys que infestamos el mundo.




Llueve en Tijuana. Me asomo a la ventana y el caos ha llegado puntualito a la Vía Rápida. Una lluvia muy rara esta. Mi gotera particular no tarda en surgir. Anticipo un largo y sinuoso regreso a casa. Solo espero que Carol no la pase tan mal.

De paseo por el Sanborns veo que Jorge Volpi y Mario Vargas Llosa presumen novela nueva. La de Volpi trata sonre la muerte de la utopía izquierdista. La del peruano es sobre Flora Tristán y Paul Gaugain. Ninguna se me antoja demasiado. Volpi me parece un autor sobrevalorado, si bien el tema en esta ocasión me atrae. Vargas Llosa se devalúa ante mi con sus artículos globalifílicos. El narrador del mercado libre. Por ahora hay cosas más importantes que leer. En el futuro, pues ya veremos.

A los “intelectuales” les gusta el cine. A mi no me gusta el cine. O más bien dicho el cine me da igual. Es un pretexto para compartir con otro. Hasta ahí. Me valen los actores, los directores, los géneros. Generalmente las películas se dividen en abu-rridísimas y no tan aburridas. También las hay chistosas e ingeniosas. Buenas para pasar el rato. Nunca una capaz de cambiarme la vida o dejarme una huella memorable. Paren de contar. Jamás he ido al cine por mi iniciativa. Tampoco he prendido nunca la tele por aburrimiento. Puedo leer, escribir y escuchar música por horas, por días, por meses. La televisión solo merece la pena ser prendida para ver un partido de futbol o si acaso un video de rock (como ya no existe headbangers ball, la opción se descarta hoy en día)
Una vez en mi vida he ido solo al cine. Fue al inicio del 2001 cuando por encargo del trabajo fui a ver Traffic a Chula Vista. Una película pésima por cierto.
En cambio he ido muchas, muchísimas veces solo a ver conciertos y partidos de futbol. Me abstraigo de tal forma, que me olvido totalmente del entorno. En el cine, en cambio, casi siempre me duermo.

Disfruto en demasía el desprecio que los “intelectuales” sienten por mi persona cuando asumo mi personalidad de fanático futbolero. Me gusta que me adjetiven como banal y corriente y me consideren irracional molécula de una masa no pensante. Por ello me agrada repetir hasta el cansancio que el futbol es una de las cosas por las que vale la pena haber nacido.

Tal vez sea una epidemia, tal vez es inevitable, pero lo cierto es que muchos blogs que anteriormente leía, han entrado en un periodo de receso. Hay una suerte de anemia en el ambiente, un síndrome ágrafo contagiando la creatividad de los blogue-ros. Pero el blog es como la vida misma. Imposible exigirle la anulación de una pasión tan humana como el desgano.





Inició la Santa Semana. Abril no sabe del todo a abril, pero aún así lleva en el cielo el perfume.

Trataré de narrar en unas cuantas palabras, lo que ha acontecido en estos días de sequía bloguera.


Viernes patriotebrio : De vuelta para Escondido. El funeral de Jesús Suárez del Solar fue un show mediático. Misa bilingüe de cuerpo presente. Poco faltó para que hubiera un Evangelio spanglish “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: what happening hommies boys?”.
Todas las lentes buscan el mejor ángulo para captar las lágrimas de la madre. El auténtico dolor de una progenitora vende muchos periódicos. Los patrioteros anglosajones de Escondido salieron a las calles con sus banderas. Los aburridos californianos necesitan rambos muertos que justifiquen su patrioterismo naif. No importa si en vida el rambito en cuestión hubiera sido acreedor a los escupitajos discriminatorios de quienes hoy lo lloran. Ayer comprobé que mi compañero Abraham tiene una mierdoza mentalidad de sionista republicano. Ojalá nunca me vea en la necesidad de caer en una estéril discusión porque suelo decir dolorosas e hirientes verdades en esos casos.

Todo el camino de regreso charlando con Tizoc, uno de los poquísimos compañeros de trabajo con quien sostengo conver-saciones largas e interesantes. Coincidimos: No se trata de ser pesimista en estos momentos, pero el futuro profesional está atascado de nubarrones negros. Hay en el futuro casi inmediato algunos escenarios apocalípticos para nuestro periódico que yo mismo me había negado a mirar con frialdad, pero que por desgracia son bastante lógicos. Solo espero estar equivocado. De cualquier manera, no quiero hablar de eso.


Por la tarde, luego de atravesar a medio morir el infierno del Bulevar Agua Caliente a las 18:00, Carolina y yo pusimos a trabajar a nuestras manos derechas que se cansaron de poner firmas, firmas y más firmas de compromisos, ,aceptamos, pagaremos y de más frases infernales. Todo sea por obtener nuestra casita. Por lo pronto es paso dado y si no sucede una catástrofe, todo hace indicar que a mediados de junio nos entregarán nuestro nuevo canturryal. Inicia una nueva etapa en nuestras vidas-


Sábado Tigre: Ganar el Clásico es un placer orgásmico. Solo los que somos Tigres podemos entender lo que esto significa. Sky ya agarró el monopolio de este juego, por mucho el más apasionante de toda la Liga. Así las cosas, tuvimos que salir de casa para verlo. Como no queríamos ir lejos, elegimos el bar La Tapatía, a una cuadra de nuestro hogar. La mierda rayada comenzó ganando con gol de Alex Fernández. Los presagios eran negros. Con el equipo diezmado sin Walter Gaytán y con la basura al frente en el marcador, imaginé un segundo tiempo de tragedia. Pero la parte complementaria fue otra cosa. Apenas iniciando Ramos Rizo nos entregó un penal envuelto para regalo. Empecé a sufrir desde que vi a Irenio parado frente al balón. Mierda, mierda ,mierda. En los zapatos del líder fallador de penales estaba el empate. Tal como lo esperaba, lo tiró horrible. Yo estaba emputado. Dolido. Mi ánimo estaba en el suelo. Ni siquiera me sabía la cerveza. Estuve a punto de decirle a Carolina que nos fuéramos de ahí a intentar olvidar la derrota, pero de pronto el,sol salío: Tiro libre, cañonazo de Hugo Chávez, una cabecita de la barrera desvía y pa dentro. GOLAZO. 1-1 Empezaba a sonreír. Los minutos pasaban. Tigres encima, buscandoel triunfo, pero la mierda se defendía cual cobarde rata boca abajo. Cuando faltaban unos minutos para el final, yo mismo empecé a temer un contragolpe de la bastarda pandilla y mediocremente me empecé a resignar a la idea del empate, cuando en eso miro un tremendo caballazo sobre Kleber que cayó sembrado en el área. Evidente penal. Ramos Rioz no dudó en marcarlo. Yo empecé a sudar. Estaba nervioso, tenso, no quería verlo. No hubiera soportado la idea de dos penales errados. Hubiera sido suficiente para deprimirme toda la semana. Tomó la pelota Alex Mineiro, cero goles en la campaña y más de un espontáneo abucheo durante la temporada. Cerré los puños, contraje la cara mientras lo veía tomar vuelo. Un segundo, dos segundos, eternos, agonizantes. La euforia absoluta o la depresión total estaban a once pasos de una portería, la misma maldita portería donde en 1986 Quirarte y Servín entregaron sus disparos a Shummaher. Mineiro tocó la pelota y una fugaz eternidad transcurrió hasta que se coló al lado izquierdo de Martínez a saludar a la red. GOL. Rugido del Tigre. Zarpazo contundente- Justicia infinita 2-1
Terminado el juego Carolina y yo fuimos a la playa con un ocho de bohemias a disfrutar el atardecer. Una linda tarde por cierto.

Domingo: Una divertida película francesa sobre las dudas sexuales de los adolescentes. Rododo y Roman me hicieron recordar los puñeteros 14 años. Después una doble sesión de delicioso e intenso sexo vespertino. Absolutley killer. Al atardecer una riquísima pasta con ostiones y verduras que ya la quisiera el Saverios. Dos botellas de Concha y Toro a ritmo de Piazolla. Después un poco de música alucinada para la segunda botella y los ostiones y aceitunas sobrantes, que incluyó Björk, Creatures, un poco Pink Floyd viejito, Radiohead y después Mártires del Compás y Say no more de Charly García. El vino tinto resulta delicioso en las tardes domingueras. Íbamos por la tercera botella, pero imaginar la mañana siguiente nos hizo marcar el alto, así que optamos por un licuado de fresa. Como era de esperarse, desperté a las 3:30 0 4:00 a.m. y no puede volver a dormir. Me he resignado a mis insomnios como una fatalidad inhernete a mi naturaleza.