Eterno Retorno

Thursday, December 18, 2003

Me gusta el Mercado Ley. Me gusta saber que en un lugar que en apariencia podría ser bibliofóbico, puedes encontrar títulos de lo más improbables.
Paseando por ahí encontré una colección de biografías de personajes de la historia de América de la Biblioteca Iberoamericana. Venía anunciada una oferta del 70%. Fui a ver los libros. Pasta dura, buen papel, buena fotografía e ilustraciones y por lo poco que pude hojear, un texto respetable. 29 pesos el precio. Nada mal. Elegí tres. Biografía de Pedro de Valdivía, el conquistador de Chile, de Juan Ma-nuel de Rosas, el primer gran dictador de la República Argentina (y vaya que tienen dictadores para escoger en ese país) y de Hipólito Yrigoyen, el fundador de la Unión Cívica Radical y sin duda la figu-ra política más importante de principios del Siglo XX en Argentina. Al llegar a la caja, uno de los ni-ños que trabajan de paqueteritos, le dice a la cajera:- Tiene el 70%- Y cajera sumisa le obedeció. O sea que a los 29% me le bajaron el 70%. Me salió cada uno en ocho pesos. Tres libros por 24. Por supues-to, el paqueterito se llevó una buena propina. Y luego la gente dice que no tiene Biblioteca en casa porque los libros son caros.
En la Comercial Mexicana también están vendiendo muy baratos. Clásicos a 39 pesos en ediciones muy bonitas de la mundialmente famosa Ediciones Koala. Me compré un ejemplar de La Muerte de Ivan Ilich de Tolstoi, un libro que leí en la prepa y que en honor a la verdad me pudo bastante. Alguna vez Yasnaia Poliana fue mi patria literaria. Sólo hay un problema. No he visto un supermercado donde me vendan un poco de tiempo para leer.



Con todo este desagradable zipizape culturero, me he dado a la tarea de releer algunos de mis viejos libros sobre el México Prehispánico: Tenochtitlan en una isla de Ignacio Bernal, Los Antiguos Mexicanos de Miguel León Portilla, la Invención de América de O Gormann, La Historia Antigua de Méjico de Francisco Xavier Clavijero, la Historia de un Chamán Cora de Fernando Benítez. Salvo la edición de Clavijero, que es realmente pre-ciosa, todos los demás libros mencionados están editados por la mítica colección Medio Siglo del Fondo de Cultura Económica, Lecturas Mexicanas. Ya están bien madreados mis pobres libros, poer nos da gusto encontrarnos, como dos viejos que se saludan en la cantina.