Eterno Retorno

Wednesday, July 02, 2003

El carro me lo ha dicho una vez mas esta mañana- “Eres mio, te tengo bien agarrado entre mis cuatro ruedas, eres mi pinche esclavo, tu vida diaria depende de mi y me puedo dar el lujo de hacerte el berrinche que yo quiera en el momento que considere mas inoportuno y obligarte a que te olvides de todos tus pendientes para que me pongas atencion y sumerjas la cabeza de un mecanico en mis entranas cada que yo lo pida”. Yo, que durante toda mi vida fui un as de la bicicleta, un caminador incansable, un usuario de metros, camiones, taxis y aventones, yo, el eterno desafiante a la idea del automovil propio, debo hoy en dia callarme el hocico, arrodillarme ante mi vehiculo y decir humildemente: Si amo, yo soy tu esclavo. Hare lo que mandes.

Tengo inconfundibles sintomas de verme afectado por el sindrome de la clase media mexicana y hacer padecer a mi alcancia el virus que carcomio al salinismo. Por primera vez en casi tres decadas de vida, estoy apunto d e empezar a gastar mas de lo que tengo. Una idea que odio de sobremanera, pero que en este momento es absolutamente necesaria. “Tarde o tempra-no caeras”, me dijeron muchos adultos cuando yo despotricaba contra el sistema bancario y los usureros creditos capitalistas. Un hablador esta a punto de caer mas pronto que un cojo. Pero eso si, tengo una linda casa junto al mar.