Eterno Retorno

Wednesday, April 09, 2003


A estrenar cantón

En el intrincado laberinto de los Bienes Raíces parece haber luz verde al final del camino. Por lo menos Carolina y yo hemos tomado una decisión. Claro, esto sólo es el principio. El primer eslabón de una larga cadena. Pero lo hecho, hecho está. En tiempos duros de recesión e incertidumbre, Carol y yo hemos decidido comprar una casa.
En el último lugar del mundo, en un rincón diluido entre el azul del cielo y el Pacífico, pero es un lugar bello, con buena vibra de entrada. Nuestra casa- Todo indica que en junio estaremos habitándola, aunque hasta no ver....
Estoy contento, aunque de ahora en adelante inauguraremos la operación austeridad. Adiós a las largas bacanales sabatinas. Adiós a los buenos vinos, la cocina gourmet, los conciertos, la compra compulsiva de discos, libros y buenas flores, la asistencia a conciertos y espectáculos. Ahora cada centavo sobrante será para equipar nuestro hogar.

Shakespeare vs Cervantes

El 23 de abril de 1616, Shakespeare y Cervantes dejaron de existir. Cada uno refundido en su propio cuchitril. El inglés cumplía ese día sus 52 años. El de Alcalá de Henares hubiera cumplido 69 años el 9 de septiembre.
No solo nunca se conocieron, sino que dudo que uno haya sabido de la existencia del otro.
Cervantes fue un mercenario en todos los sentidos. Mercenario de la Corona y la Literatura. Viajó por Nápoles, Turquía, Argelia, Tunez y soñó con embarcarse a América. Aún así, sus personajes jamás abandonaron las provincias de Castilla. El viaje más largo de Don Quijote fue a Barcelona donde contempló el mar por primera vez en sus más de 50 años de vida. Ahí, frente a una playa que bien pudo ser Barceloneta o acaso Tarragona, la lanza del Caballero de la Blanca Luna lo arrojó a la arena.
Shakespeare apenas se movió dentro de su isla de un teatro a otro y sin embargo sus personajes le dieron la vuelta al mundo conocido. Dinamarca, Verona, Venecia, Escosia, Chipre, que Shakespeare conocía solo pro referencias, quedaron inmortalizados en sus páginas.
A menudo a la gente le gusta hacerlos competir, como si fueran Pelé y Maradona. La más grande pluma de las letras inglesas y la más grande pluma de las letras españolas. Para empezar no son comparables en estilo. En todo caso compararía a Shakespeare con Lope de Vega. Además no creo en los absolutos ni en consagraciones celestiales.
Ahora que si a huevo tengo que escoger, en lo personal, yo le voy a Cervantes.

Manchester vs Real

El 23 de abril de 2003 en el Teatro de los Sueños de Old Trafford Manchester y Real Madrid volverán a verse las caras. De Shakespeare a Cervantes estoy con el español. De Manchester a Madrid le voy al británico.
La cuestión es que esa selección Resto del Mundo que juega en Paseo de la Castellana puede explotar cada que a uno de sus geniecitos se le da la gana o agarra un soplo de inspiración. Ahí Vicente del Bosque es lo de menos.
Pero ojo: Al Manchester United aún se le mueve una patita. Será difícil, pero no imposible.
De Raúl a Ronaldo me quedo con Raúl. Ronaldo es de chispazos espectaculares y lo percibo un jugador frágil, de inspiraciones momentáneas. Raúl hace fácil lo más difícil. No se complica la vida. Cuando lo miras jugar parece que meter un gol fuera algo tan fácil. Zidane es frialdad, Figo es elegancia. Me gusta más el portugués, aunque en el juego de ayer el director de orquesta fue el galo. Aún así, creo que el mejor centro delantero del Orbe en el sentido más estricto y convencional de la palabra es Rud Van Nistelrooij y los centros más venenosos son los de Beckham
Desgraciadamente Madrid será campeón de Europa. La individualidad y el egoísmo se impondrán al futbol asociación. Los solistas derrotarán a las orquestas. Cruel metáfora de la vida.