Eterno Retorno

Tuesday, January 14, 2003


Zappa y Pitol, mis grandes incomprendidos

A los graduados en Letras les suele gustar Sergio Pitol. Yo estoy apenas aprendiendo a leerlo. Alguna vez dije que no
Sí, ya leí El tañido de una flauta, Domar la divina garza y el Vals de Mephisto, pero siempre quedo con la sensación de que no es para tanto. Está bien, pero no se me hace como para ser un autor de culto, aunque empiezo a descubrir algo. Mal que bien lo sigo leyendo.
Adhiero a la lista a Javier Marías. Me lo han vendido como la octava maravilla de la Madre Patria y yo me permito colgarle la cruz de lo aburrido. Todas las almas está bien, pero Negra espalda del tiempo me reveló un autor que de tan introvertido llega a ser tedioso. También pueden sumar en la lista a Álvaro Mutis y Jorge Volpi.
En terrenos rockeros me pasa lo mismo con Frank Zappa. Muchas de las mentes más ilustres en la doctrina de la nueva música clásica le levantan un monumento a todo lo que tenga que ver con Mothers of Invention y yo cometo la blasfemia de decirles que no se me hace nada del otro mundo. Con King Crimson, U2 y Queen me pasa algo muy parecido, aunque en los dos últimos casos comprendo plenamente las razones de su comercialidad.
¿Estaré solamente mostrando mi falta de sensibilidad o ignorancia o simplemente soy demasiado sincero?
Tal vez mi mente no alcanza a comprender expresiones tan elevadas o acaso soy como el niño de la fábula El traje del rey, que se atrevió a reírse de su desnudez, cuando todos lo admiraban.