Eterno Retorno

Friday, January 31, 2003


Ni modo, ya volví a los comentarios negativos pero no puedo evitarlo.
Las escenas “coolturales” de la actualidad ofrecen musicalmente solo dos platos detestables: silviorodigueces o punchis punchis. No hay para donde diablos hacerse. Trovadores o Djs. En ese caso yo prefiero el silencio sepulcral. ¿Que acaso todo aquel que gusta de la buena literatura debe gozar de la trova cubana? Y es que me lo han dicho; “Como a ti te pasan mucho los libros, entonces te ha de encantar el Milanés y el Silvio y esas ondas. Y yo respondo un honesto guakala. Y te clavas en los discos que venden en El Día y pura onda de esa. Hueva total. Lo peor es que los antros que no están metidos en el lamen-to silviesco, tienen las bocinas atiborradas de trance, ambient y de más productos soporíferos ¿De donde diablos sacaron eso? Ya estoy contando los días para que se pase esta ridícula moda y sea recordada como hoy se recuerda a la música disco, pero nomás no veo para cuando. En fin, tal vez necesito que un Dj me de unas clases de catecismo y me enseñe a apreciar eso gé-neros. En fin, no detesto a la música electrónica con la misma intensidad que detesto al rap. Como sonido lo electrónico me es indiferente. Lo odioso es que la juventud convierta en un becerro de oro a una música de fondo, que sería a gusto para estar en el supermercado escogiendo uvas.